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Este porcentaje de personas son aquellas en las que existen factores de riesgo genéticos, neurobiológicos y medioambientales que condicionan una mayor vulnerabilidad para desarrollar estas conductas compulsivas, ha explicado el jefe de los Servicios de Salud Mental Retiro, del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid y presidente fundador de la SEPD, Néstor Szerman.
Y su aparición también conlleva un mayor riesgo de otro trastorno mental, lo que se conoce como patología dual, cuando se sufre una adicción y otro trastorno mental.
Las conductas desadaptativas y patológicas relacionadas con adicciones sin sustancias llevan tiempo siendo objeto de debate y controversia, y desde la SEPD aclaran que todavía está abierto tanto por parte de los profesionales sino de la sociedad en general.
Por ello, aclara que la nueva clasificación de la OMS "llama la atención sobre las nuevas modalidades de comportamientos compulsivos, pero aporta poco desde el punto de vista científico", ha resaltado Szerman.
La SEPD considera que en un futuro será posible hacer una clasificación sobre la vulnerabilidad y predisposición de las personas a desarrollar conductas o comportamientos compulsivos, basada en evidencias científicas y en la medicina de precisión, lo que permitirá no poner el foco en las sustancias o las conductas compulsivas, sino en los individuos.
"Incluir nuevas categorías diagnóstica basadas en el objeto de la conducta compulsiva, como los juegos 'on-line', recuerda al antiguo paradigma centrado en las sustancias. La investigación en neurociencias y la psiquiatría de precisión indican que hay que atender y tratar a las características individuales de la persona y no solo a la sustancia o el comportamiento", ha destacado.