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La Superintendencia Nacional de Salud anunció un cambio clave en la dirección de Nueva EPS. Julio Alberto Rincón, quien había sido designado como interventor en abril pasado, deja su cargo. Bernardo Armando Camacho será su reemplazo, tomando las riendas de la EPS más grande del país.
La resolución detalla las razones que llevaron a la remoción y designación de un nuevo agente interventor en Nueva EPS. Según la Supersalud, detectó “falencias en el proceso de control interno y de gestión de riesgo de la institución”, lo que ha afectado la confiabilidad de la información financiera y administrativa de la entidad, incumpliendo con normativas esenciales.
Además, la Superintendencia identificó“prácticas contables y administrativas que no permiten garantizar la confiabilidad y razonabilidad de la información financiera”, lo cual podría derivar en “inconsistencias significativas en los resultados obtenidos por la EPS”, impactando su “solvencia y sostenibilidad”.
Según se puede leer en la resolución, Rincón no estableció las líneas base de los indicadores del Sistema de Gestión Fénix, lo que habría obstaculizado el monitoreo de los avances de la intervención por más de cuatro meses. Al comparar las tasas de reclamaciones de los últimos dos años para Nueva EPS, se encontró que, en el régimen subsidiado, estas aumentaron en 12,88 puntos, y en el régimen contributivo, en 26,53 puntos. Esto dio como resultado una tasa acumulada de 362,23 para el régimen subsidiado y 360,10 para el régimen contributivo en los últimos 12 meses. Por otro lado, respecto a los indicadores del Sistema de Gestión Fénix, diseñado para controlar las medidas especiales, Nueva EPS solo ha cumplido 13 de los 39 indicadores evaluados hasta julio de 2024. Esto representa un cumplimiento del 33%, muy lejos del 100% esperado.
Otro punto que señala la Supersalud es “la falta de control respecto del estado de la facturación y los pagos realizados a su red de prestadores”, una situación que compromete la utilización eficiente de los recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud. Para la Superintendencia, la EPS no cumplió con “el reporte de información financiera a que se encuentra obligada”, según lo exige la normativa vigente. Ante estos hechos, los hallazgos, agrega la Supersalud, serán remitidos a la Contraloría General de la República y a la Delegatura para Investigaciones Administrativas para que se adelanten las acciones legales correspondientes.
El 14 de noviembre de 2024, la Supersalud se reunió para revisar cómo están funcionando las EPS intervenidas. En esta reunión se presentaron informes sobre la situación financiera de las EPS, el cumplimiento de sus compromisos y las quejas recibidas. También se evaluaron las irregularidades detectadas durante el año. La resolución señala que durante la reunión, los miembros del comité no lograron ponerse de acuerdo sobre qué hacer con Nueva EPS. Por eso, no hubo una recomendación clara para el Superintendente Nacional de Salud. Esto llevó a que el nuevo Superintendente tuviera que tomar la decisión por su cuenta.
De esta manera, el Superintendente Giovanni Rubiano García, que asumió hace apenas unos días, decidió remover al interventor Rincón “habida cuenta de la necesidad de un vuelco gerencial que haga necesarias acciones reales y efectivas que impacten el derecho a la salud de los usuarios de la entidad intervenida”. La situación descrita, en especial, dice la resolución, “las omisiones frente a los deberes de reporte de información financiera, las tasas acumuladas reportadas, reflejan una situación financiera y/o jurídica crítica de la entidad y representan un grave peligro para los recursos del sistema de salud”.
¿Quién es el nuevo interventor de Nueva EPS?
Bernardo Armando Camacho Rodríguez, quien asume como interventor, venía desempeñándose como director del Instituto Distrital de Ciencia, Biotecnología e Innovación en Salud (IDCBIS) en Bogotá.
Camacho es un médico cirujano graduado de la Universidad Nacional. Cuenta con una formación especializada que incluye un Magíster en Medicina Transfusional y Terapia Celular y Tisular de la Universidad Autónoma de Barcelona y la Fundación Robert–Banc de Sang i Teixits en Cataluña. Además, obtuvo un Magíster en Gestión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad de Antioquia.
Su carrera profesional en el campo de la medicina transfusional comenzó a finales de la década de 1970. Entre 1997 y 2017, se desempeñó como gestor y director científico del Banco de Sangre, Tejidos y Células “Hemocentro Distrital” de la Secretaría de Salud de Bogotá D.C. El Espectador consultó a dos personas que conocen por dentro el mundo de la salud para conocer sus primeras reacciones frente al nombramiento. “Tiene gran experiencia en instituciones de salud y en investigación. Desconozco si tiene experiencia en aseguramiento en salud, aunque creo que no. El aseguramiento en salud requiere de personas idóneas y técnicas. Una EPS es un mundo diferente a la prestación (IPS) y a la investigación”, nos dijo una de ellas.
“Es grave porque tiene cero experiencia administrativa y lo que se necesita en Nueva EPS es alguien que organice y administre”, nos dijo la otra persona. Nueva EPS es la EPS más grande del país, con más de 11 millones de usuarios. Esta EPS tiene cobertura en casi todo el territorio nacional y es un actor clave en el sistema de salud, siendo de propiedad mayoritaria de las cajas de compensación.
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