Suplementos vitamínicos y minerales más populares no benefician a la salud, confirma metaanálisis
Luego de revisar 179 estudios, los médicos concluyeron que las multivitaminas, vitamina D, calcio o vitamina C, no hacen daño pero tampoco hay ninguna ventaja aparente en su consumo.
Tania Mabel Valbuena – Revista N + 1
Científicos descubrieron en un metaanálisis que los suplementos más populares no tienen efectos demostrables sobre la enfermedad cardiovascular (ECV) o beneficio significativo a la salud. Hasta ahora, ninguna investigación sobre suplementos ha demostrado ser mejor que el consumo de porciones saludables de alimentos vegetales como son vegetales, frutas y nueces. El estudio fue publicado por la revista Journal of the American College of Cardiology.
El 2010, un estudio de Euromonitor determinó que Chile, Argentina, Brasil y Colombia, eran los países latinoamericanos más consumidores de este tipo de suplementos. En Estados Unidos se estimó que el 52% de la población toma suplementos a diario (incluso más de una vez) u ocasionalmente.
Los suplementos dietéticos están diseñados para complementar la dieta: ya sea una alimentación inadecuada o mejorar el rendimiento físico al realizar ejercicio. Hasta esta investigación y a pesar del uso de suplementos por parte del público en general, no existía un consenso si las vitaminas y minerales individuales o sus combinaciones deben tomarse como suplementos para la prevención o el tratamiento de enfermedades cardiovasculares (ECV).
Estudio de amplio alcance, entre el 2012 y 2017
El trabajo realizó un metaanálisis de revisiones sistemáticas existentes y de 179 ensayos controlados aleatorios (ECA) publicados con el término “multivitamínico” del 2012 al 2017. Se revisó datos de suplementos que incluían las vitaminas A, B1, B2, B3 (niacina), B6, B9 (ácido fólico), C, D y E, así como β-caroteno, calcio, hierro, zinc , magnesio y selenio.
El enfoque estadístico del estudio permite que los resultados se puedan generalizar a una población más amplia. Esto, debido a que las múltiples evidencias sobre un tema constituyen una de las mejores pruebas acerca de la eficacia de un tratamiento, siendo esta una herramienta fundamental para la práctica clínica basada en la evidencia.
Se halló que los suplementos populares no tienen efectos demostrables sobre la enfermedades cardiovasculares (ECV) o efectos en otros casos. Asimismo, se encontró que el ácido fólico y las vitaminas B en suplementos podrían reducir el riesgo de apoplejía y enfermedad cardíaca (accidente cerebrovascular), mientras que los antioxidantes y la niacina mostraron un leve efecto que podría significar un mayor riesgo de muerte por cualquier causa.
David Jenkins, autor principal del estudio, mencionó que le sorprendió “encontrar tan pocos efectos positivos de los suplementos más comunes que las personas consumen; (...) nuestra revisión encontró que si desea usar multivitaminas, vitamina D, calcio o vitamina C, no hace daño, pero tampoco hay ninguna ventaja aparente”.
En conclusión, estos datos resaltan la falta de efecto que tienen los suplementos populares en las ECV y sobre evitar la mortalidad por cualquier otra causa.
Un mero complemento
Según las recomendaciones de la Oficina de Suplementos Dietéticos de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (NIH), se debe recordar que los suplementos son productos diseñados para complementar la dieta, no son medicamentos y en consecuencia no están destinados a tratar, aliviar, prevenir ni curar enfermedades. También se debe tener en cuenta que pueden tener efectos secundarios y podrían interferir con medicamentos recetados y de venta libre, ya que muchos de estos productos contienen ingredientes que no han sido debidamente estudiados cuando se usan en combinación.
Por consiguiente, antes de tomar un suplemento es recomendable preguntarse ¿cuáles son los posibles beneficios para la salud de este suplemento dietético?, ¿es seguro este producto?, ¿cuál es la dosis adecuada para mí? y ¿cómo, cuándo y durante cuánto tiempo debo tomarlo? Si usted no conoce estas respuestas, consulte a su médico, dietista o nutricionista.
Más recomendaciones
Según el citado organismo, se debe tener en cuenta que muchos suplementos contienen ingredientes activos que pueden causar efectos secundarios inesperados, en especial al consumir un producto nuevo. Por tal motivo, se recomienda no tomar suplementos ni tampoco reemplazar los medicamentos con receta sin la aprobación de un médico.Además es importante saber que consumir vitaminas más de lo necesario puede aumentar el riesgo de sufrir efectos secundarios. Por ejemplo, ingerir demasiada vitamina A puede provocar dolor de cabeza y daño hepático, reducir la fortaleza de los huesos y causar defectos congénitos. El exceso de hierro provoca náuseas y vómitos y podría dañar el hígado y otros órganos. El fabricante sugiere la cantidad a ingerir, pero usted y su médico deben decidir la cantidad más apropiada en su caso. Se debe tener precaución al tomar suplementos dietéticos si está embarazada o en período de lactancia y a niños, porque aún la mayoría de los suplementos dietéticos no se han sometido a pruebas científicas de inocuidad en embarazadas, mujeres que amamantan, ni en niños.
La vitamina C podría ayudar a combatir la leucemia al decirle a las células madre defectuosas en la médula ósea que maduren y mueran normalmente, en lugar de multiplicarse para causar cánceres de sangre. Otro estudio señaló que dosis extremas de vitamina C son seguras para combatir cáncer. Por otra parte, se evidenció que tomar vitamina B3 durante el embarazo puede prevenir una variedad de defectos congénitos y que podría tener el potencial de prevenir abortos espontáneos y defectos de nacimiento, según una investigación llevada a cabo por científicos australianos durante 12 años.
Científicos descubrieron en un metaanálisis que los suplementos más populares no tienen efectos demostrables sobre la enfermedad cardiovascular (ECV) o beneficio significativo a la salud. Hasta ahora, ninguna investigación sobre suplementos ha demostrado ser mejor que el consumo de porciones saludables de alimentos vegetales como son vegetales, frutas y nueces. El estudio fue publicado por la revista Journal of the American College of Cardiology.
El 2010, un estudio de Euromonitor determinó que Chile, Argentina, Brasil y Colombia, eran los países latinoamericanos más consumidores de este tipo de suplementos. En Estados Unidos se estimó que el 52% de la población toma suplementos a diario (incluso más de una vez) u ocasionalmente.
Los suplementos dietéticos están diseñados para complementar la dieta: ya sea una alimentación inadecuada o mejorar el rendimiento físico al realizar ejercicio. Hasta esta investigación y a pesar del uso de suplementos por parte del público en general, no existía un consenso si las vitaminas y minerales individuales o sus combinaciones deben tomarse como suplementos para la prevención o el tratamiento de enfermedades cardiovasculares (ECV).
Estudio de amplio alcance, entre el 2012 y 2017
El trabajo realizó un metaanálisis de revisiones sistemáticas existentes y de 179 ensayos controlados aleatorios (ECA) publicados con el término “multivitamínico” del 2012 al 2017. Se revisó datos de suplementos que incluían las vitaminas A, B1, B2, B3 (niacina), B6, B9 (ácido fólico), C, D y E, así como β-caroteno, calcio, hierro, zinc , magnesio y selenio.
El enfoque estadístico del estudio permite que los resultados se puedan generalizar a una población más amplia. Esto, debido a que las múltiples evidencias sobre un tema constituyen una de las mejores pruebas acerca de la eficacia de un tratamiento, siendo esta una herramienta fundamental para la práctica clínica basada en la evidencia.
Se halló que los suplementos populares no tienen efectos demostrables sobre la enfermedades cardiovasculares (ECV) o efectos en otros casos. Asimismo, se encontró que el ácido fólico y las vitaminas B en suplementos podrían reducir el riesgo de apoplejía y enfermedad cardíaca (accidente cerebrovascular), mientras que los antioxidantes y la niacina mostraron un leve efecto que podría significar un mayor riesgo de muerte por cualquier causa.
David Jenkins, autor principal del estudio, mencionó que le sorprendió “encontrar tan pocos efectos positivos de los suplementos más comunes que las personas consumen; (...) nuestra revisión encontró que si desea usar multivitaminas, vitamina D, calcio o vitamina C, no hace daño, pero tampoco hay ninguna ventaja aparente”.
En conclusión, estos datos resaltan la falta de efecto que tienen los suplementos populares en las ECV y sobre evitar la mortalidad por cualquier otra causa.
Un mero complemento
Según las recomendaciones de la Oficina de Suplementos Dietéticos de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (NIH), se debe recordar que los suplementos son productos diseñados para complementar la dieta, no son medicamentos y en consecuencia no están destinados a tratar, aliviar, prevenir ni curar enfermedades. También se debe tener en cuenta que pueden tener efectos secundarios y podrían interferir con medicamentos recetados y de venta libre, ya que muchos de estos productos contienen ingredientes que no han sido debidamente estudiados cuando se usan en combinación.
Por consiguiente, antes de tomar un suplemento es recomendable preguntarse ¿cuáles son los posibles beneficios para la salud de este suplemento dietético?, ¿es seguro este producto?, ¿cuál es la dosis adecuada para mí? y ¿cómo, cuándo y durante cuánto tiempo debo tomarlo? Si usted no conoce estas respuestas, consulte a su médico, dietista o nutricionista.
Más recomendaciones
Según el citado organismo, se debe tener en cuenta que muchos suplementos contienen ingredientes activos que pueden causar efectos secundarios inesperados, en especial al consumir un producto nuevo. Por tal motivo, se recomienda no tomar suplementos ni tampoco reemplazar los medicamentos con receta sin la aprobación de un médico.Además es importante saber que consumir vitaminas más de lo necesario puede aumentar el riesgo de sufrir efectos secundarios. Por ejemplo, ingerir demasiada vitamina A puede provocar dolor de cabeza y daño hepático, reducir la fortaleza de los huesos y causar defectos congénitos. El exceso de hierro provoca náuseas y vómitos y podría dañar el hígado y otros órganos. El fabricante sugiere la cantidad a ingerir, pero usted y su médico deben decidir la cantidad más apropiada en su caso. Se debe tener precaución al tomar suplementos dietéticos si está embarazada o en período de lactancia y a niños, porque aún la mayoría de los suplementos dietéticos no se han sometido a pruebas científicas de inocuidad en embarazadas, mujeres que amamantan, ni en niños.
La vitamina C podría ayudar a combatir la leucemia al decirle a las células madre defectuosas en la médula ósea que maduren y mueran normalmente, en lugar de multiplicarse para causar cánceres de sangre. Otro estudio señaló que dosis extremas de vitamina C son seguras para combatir cáncer. Por otra parte, se evidenció que tomar vitamina B3 durante el embarazo puede prevenir una variedad de defectos congénitos y que podría tener el potencial de prevenir abortos espontáneos y defectos de nacimiento, según una investigación llevada a cabo por científicos australianos durante 12 años.