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“Estoy encantado de anunciar a Robert F. Kennedy Jr. como Secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS)”, escribió el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su cuenta en X. En el perfil que tiene en su plataforma de redes sociales, Truth Social, agregó: “Durante demasiado tiempo, los estadounidenses han sido aplastados por el complejo industrial de alimentos y las compañías farmacéuticas que han incurrido en engaños, desinformación y mala información cuando se trata de salud pública”.
Kennedy promovió el lema “Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser saludable” durante la campaña del hoy presidente electo. En estos meses, ha compartido una serie de ideas controversiales y con bajo consenso científico, como la que publicó el pasado 2 de noviembre: “El 20 de enero, la Casa Blanca de Trump recomendará a todos los sistemas de agua de Estados Unidos que eliminen el flúor del agua pública. El flúor es un desecho industrial asociado con la artritis, las fracturas óseas, el cáncer de huesos, la pérdida de coeficiente intelectual, los trastornos del desarrollo neurológico y la enfermedad de la tiroides”.
El flúor se ha utilizado en el agua potable en muchos países, incluidos Estados Unidos, como medida para prevenir la caries dental. Las autoridades de salud pública, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), han respaldado la fluorización del agua como una medida segura y eficaz para mejorar la salud dental, basada en numerosos estudios científicos.
Robert F. Kennedy Jr. es sobrino del 35º presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, e hijo de su Fiscal General, Robert F. Kennedy. Tras graduarse de la Universidad de Harvard, Robert F. Kennedy, Jr. estudió en la London School of Economics y obtuvo su título de abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Virginia. Luego asistió a la Universidad Pace, que le otorgó una maestría en Derecho Ambiental.
Sin embargo, durante los últimos años Robert F. Kennedy Jr. ha resaltado por impulsar teorías conspirativas como que los principales medios de comunicación estadounidenses están dirigidos por agentes encubiertos de la CIA. Su papel como activista antivacunas en medio de la pandemia de covid-19 fue especialmente seguido por miles de personas. Una investigación publicada en marzo de 2021 por el Center for Countering Digital Hate (CCDH), una ONG sin fines de lucro que busca interrumpir la propagación de odio y desinformación en el entorno digital, lo incluyó en una lista de doce individuos identificados como grandes contribuyentes en la difusión de contenido anti-vacunas en las redes sociales.
El análisis que hizo entonces la ONG de más de 812,000 publicaciones en redes sociales realizado entre el 1 de febrero y el 16 de marzo de 2021, reveló que hasta el 65% de todo el contenido anti-vacunas se podía rastrear hasta este grupo. Según el informe, Robert F. Kennedy Jr. lidera una organización llamada Children’s Health Defense (CHD) que publicó una gran cantidad de artículos con mensajes antivacunas. Kennedy y su organización lanzaron una película en marzo de ese año dirigida a las comunidades afroamericana y latina, con mensajes específicos antivacunas adaptados a esos grupos, escribieron los investigadores.
Entre algunos de los mensajes que difundió, Kennedy compartió una afirmación errónea sobre la muerte del famoso beisbolista Hank Aaron, sugiriendo que formaba parte de una “ola de muertes sospechosas”, a pesar de que la oficina del forense confirmó que no existía ninguna relación entre su fallecimiento y la vacuna. También afirmó incorrectamente que las vacunas representaban una amenaza para las mujeres embarazadas. Y ha promovido teorías que sugieren que el VIH no es la verdadera causa del SIDA (algo que no tiene ninguna prueba) y que las redes 5G se están utilizando para la vigilancia masiva.
En una entrevista reciente, Kennedy afirmó: “No voy a quitarle las vacunas a nadie. Solo quiero asegurarme de que todos los estadounidenses conozcan el perfil de seguridad, el perfil de riesgo y la eficacia de cada vacuna. Eso es todo”. Sin embargo, “sigue haciendo afirmaciones falsas sobre las vacunas contra el COVID y promoviendo datos falsos sobre las vacunas y el autismo cuando existe un consenso científico de que no existe un vínculo causal”, escribieron en The Conversation dos expertas en salud pública.
¿Cuál será su poder?
Kennedy será el líder del HHS (Department of Health and Human Services, por sus siglas en inglés), el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Se trata de una agencia del gobierno federal encargada de promover y proteger la salud de los estadounidenses, así como de proveer servicios sociales esenciales. El HHS juega un papel crucial en una amplia gama de actividades, que incluyen la salud pública, la asistencia social, la investigación médica y la regulación de productos relacionados con la salud.
Richard Besser, director ejecutivo de la Fundación Robert W. Johnson y ex director interino de los CDC, le dijo a The New York Times que tener a Kennedy en el puesto de secretario de Salud era “absolutamente aterrador” y “representaría riesgos increíbles para la salud de la nación”, porque el ataque de Kennedy al aparato de salud pública del país solo estaba empeorando la desconfianza que persistía después de la pandemia de coronavirus. “Robert F. Kennedy es parte del problema y no puede ser parte de la solución”.
Según ese mismo diario estadounidense, La actual directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Mandy Cohen, ya había expresado su preocupación por el papel de Robert F. Kennedy Jr. en la próxima administración de Trump. “Incluso sin cambiar una sola regulación o una sola directriz”, dijo, “la difusión de información errónea desde un lugar de poder es preocupante”.
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