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El “paciente de Düsseldorf”, como se le conoce a un hombre de 53 años que vive en Alemania, se ha convertido en la tercera persona con virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en ser declarada libre del virus, tras un procedimiento en el que “se sustituyeron las células de su médula ósea por células madre de un donante resistente al VIH”, explicó la revista Nature. (Puede leer: Las médicas y los médicos que defienden el derecho al aborto en Colombia)
Para comprender mejor la historia de la que sería la tercera remisión exitosa de una persona con VIH, hay que retroceder en la historia del “paciente de Düsseldorf”, así como en la de Timothy Ray Brown, también conocido como el paciente de Berlín, que fue uno de los primeros casos de una persona seropositiva en ser declarada libre del virus.
Según dieron a conocer en la investigación científica que se publicó este lunes (20 de febrero) en Nature Medicine, el hombre de 53 años tomó durante varios años terapia antirretroviral (combinación de fármacos) por lo que sus niveles de VIH eran “extramadamente bajos” cuando en 2013 le diagnosticaron leucemia mieloide aguda, un cáncer que inicia en la médula ósea y que puede pasar rápidamente a la sangre. (Le puede interesar: Riesgo en la salud pública, otra consecuencia del terremoto en Siria y Turquía)
Para el año en el que el “paciente de Düsseldorf” fue diagnosticado con este cáncer, un equipo dirigido por Björn-Erik Jensen, del Hospital Universitario de Düsseldorf, “destruyó las células cancerosas de la médula ósea del paciente y las sustituyó por células madre de un donante con la mutación CCR5Δ32/Δ321″.
En este punto es importante retroceder algunos años más atrás, puntualmente a 2007. En ese año, Timothy Ray Brown (el paciente de Berlín), fue sometido a un procedimiento exactamente igual al que sometieron en Alemania al “paciente de Düsseldorf”. El equipo que trató a Brown buscó a un donante que tuviera la mutación CCR5Δ32/Δ321. (También puede leer: Reforma a la salud: rechazan decisión de tramitarla como ley ordinaria)
¿Por qué es tan relevante esa mutación? Según explican los investigadores, esta “impide que la proteína CCR5 se exprese en la superficie celular. El VIH utiliza esa proteína para entrar en las células inmunitarias, por lo que la mutación hace que las células sean efectivamente resistentes al virus”. En otras palabras, esa mutación genera una especie de resistencia al VIH.
Tras la cirugía en 2007, Brown dejó de tomar la terapia antirretroviral y vivió sin VIH hasta 2020, cuando murió por causas que no guardaban relación con el virus. (Puede interesarle: Las inquietudes de la Academia de Medicina y otros gremios médicos sobre la reforma)
Algo similar parece haber ocurrido con el alemán de 53 años. Después de que fuera operado en 2013, el equipo del hospital le tomó muestras de tejido y de sangre hasta 2018. Sin embargo, durante ese tiempo los científicos seguían encontrando células inmunitarias que reaccionaban al VIH. Esto, explican ahora, “sugería que quedaba algún reservorio en algún lugar del cuerpo del hombre”.
Para comprender lo que estaba sucediendo, los investigadores trasplantaron algunas células inmunitarias del hombre a ratones que tenían un sistema inmunitario similar al del paciente. Gracias a esto, los científicos encontraron que el virus no se replicaba en los ratones, por lo que concluyeron que no era funcional. (Puede leer: Reforma a la salud: parece que seguimos atrapados en los años 90)
En 2018, los investigadores del hospital de Düsseldorf dieron el último paso: que el paciente dejará de tomar la terapia antirretroviral. Desde entonces, ha permanecido libre de VIH. Para Jensen, médico que tomó la decisión de realizar el trasplante en 2013 y que ahora aparece como autor principal del estudio en Nature, “esto demuestra que no es imposible, sino muy difícil, eliminar el VIH del organismo”.
Ravindra Gupta, microbiólogo de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y que en 2019 lideró el tratamiento que logró la remisión de Adam Castillejo, aseguró que este último trabajo “consolida el hecho de que el CCR5 es el objetivo más factible para lograr una cura en estos momentos”.