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Médicos de la Clínica Universitaria Bolivariana y la Clínica Cardio VID informaron este lunes de la realización con éxito de una cirugía que le salvó la vida una recién nacida. No se trata, sin embargo, de cualquier cirugía.
Los profesionales lograron operar a la niña de 37 semanas de gestación mientras aún permanecía conectada a la placenta de su madre en un procedimiento llamado Ex-Utero Intrapartum Treatment, o EXIT, por sus siglas en inglés. Según ambas instituciones, aunque el procedimiento EXIT ya se ha descrito para otras patologías, para cardiología pediátrica es muy poco común: esta sería la segunda ocasión en la que se reporta en el mundo un procedimiento tipo EXIT para cirugía cardiaca.
La niña sufre del síndrome de hipoplasia del ventrículo izquierdo, una enfermedad de nacimiento que afecta el flujo normal de la sangre por el corazón y que le daba muy pocas oportunidades de sobrevivir. Aunque al principio los médicos consideraron otros caminos, decidieron intervenir a la recién nacida mientras aún permanecía conectada a la placenta de su madre.
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Después de anestesiarla, un equipo de 20 profesionales de especialidades en áreas como materno fetal y obstetricia, cuidado intensivo neonatal y cardiovascular pediátrico, anestesiólogos obstétricos y cardiovasculares, cirugía cardiovascular y pediatras cardiólogos intervencionistas, logró acceder al corazón y estabilizarla.
Alrededor de 27 minutos duró la operación. Después, explica Rafael Lince Varela, pediatra cardiólogo de la Clínica Cardio VID, la cesárea se terminó y la niña fue llevada a una cama de cuidado intensivo. “Hoy se encuentra en su casa, siendo cuidada por su madre y buen estado”, dice Lince.
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La paciente va a controles y tendrá que hacerse más operaciones según avance su vida. “Tendrá que someterse en el futuro a varias intervenciones”, explica Rafael Correa, electrofisiólogo pediatra. La bebé está a la espera de que según su evolución, vuelva a los quirófanos. “Esto permite darle un pronóstico un poco mejor a un paciente que tiene una enfermedad grave de nacimiento”.
“Sentimos mucha gratitud, ver a todo el equipo de doctores concentrados en la tarea, cada uno desde el área que le correspondía, antes, durante y después de la cesárea. Cuando Valentina nació; fue muy especial presenciar este procedimiento, la forma en la que supieron controlar su estabilidad tan pronto la lograron sacar del útero”, señaló Yésica Cuervo, madre de la niña.