El G8 universidades, un grupo que reúne a la Corporación Universitaria Lasallista y a las universidades CES, EAFIT, EIA, de Medellín, Nacional - Sede Medellín y Pontificia Bolivariana, se pronunciaron acerca de la situación que atraviesa el sistema de salud. (Le recomendamos: Convocatoria para médicos colombianos que quieran trabajar en España)
En un comunicado titulado “cuidemos la salud de todos los colombianos”, hicieron un llamado al Gobierno nacional para tomar acciones frente a varios puntos del sistema. “Preocupa la delicada realidad financiera que enfrenta el sistema y sus posibles consecuencias, en términos de una disminución en la calidad y oportunidad en la prestación del servicio”, aseguraron.
Plantearon cuatro puntos que consideran críticos para evitar que esto pase. El primero es hacer ajustes en dos mecanismos de financiación del sistema de salud que están a cargo del Estado. Por una lado, la Unidad de Pago por Capitación (UPC), que es el valor que reconoce el Estado por cada afiliado a las EPS, pues actualmente presenta “insuficiencias sustanciales y persistentes en su ajuste anual”.
Por otro lado, el cálculo de los presupuestos máximos, que es lo que paga el Estado a las EPS por el uso de tecnologías y prestación de servicios que no están contemplados dentro de la UPC, como aquellos que se encuentran fuera del Plan de Beneficios de Salud (PBS). (También puede leer: Las mujeres adolescentes tienen peor salud mental y bienestar que los hombres: OMS)
“Preocupa, sobre todo, que el presupuesto de 2023 de la ADRES (Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud) es inferior en un 50% a lo que se requeriría para mantener la asignación de presupuestos máximos de 2023 y ponerse al día con los ajustes de 2021 y 2022″, dijeron las universidades.
El segundo punto tiene que ver con la falta de financiación del sistema de salud en el largo plazo a causa de problemas estructurales. “A las dificultades de liquidez mencionadas se deben sumar las presiones de costos asociadas al envejecimiento de la población, a la mayor demanda de servicios, a la coexistencia de enfermedades no transmisibles y desigualdades sociales, y a la constante ampliación del Plan de Beneficios en Salud”, explicaron.
Por esto, en el tercer punto hicieron un llamado al Gobierno para calibrar adecuadamente los mecanismos que tiene a su disposición para cumplir con su obligación de garantizar la financiación sostenible de los servicios de salud. (Le puede interesar: Reforma a la salud: aprobaron el 49%, pero faltan las discusiones más intensas)
Finalmente, las universidades coinciden con el Gobierno en que debe realizarse una reforma al sistema de salud para corregir varias problemáticas, pero enfatizan en que debe garantizar la gestión profesional de los riesgos. “Hacia el futuro, cualquier cambio o reforma que se implemente para el sistema de salud deberá buscar una debida administración de los riesgos y de sistemas de contratación adecuados, en los que se generen los incentivos correctos para propiciar la eficiencia”, advirtió el G8.
Adicionalmente, pusieron a disposición del Gobierno su capacidad de investigación y análisis para tomar acciones frente a la situación en la que se encuentra el sistema de salud.
Este es el comunicado del G8 universidades:
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