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Deportes como trotar de manera recreativa pueden traer múltiples beneficios para la salud. Sin embargo, un estudio publicado en la revista “Frontiers in Psychology” investigó que algunas personas podrían desarrollar dependencia al ejercicio, una forma de adicción a la actividad física que causa problemas de salud. (Lea: Invima autoriza vacuna Moderna contra el covid-19 a partir de los seis meses de edad)
“El escapismo es un fenómeno común entre los seres humanos, pero poco se conoce sobre sus fundamentos motivacionales; cómo afecta las experiencias y los resultados psicológicos que conlleva”, dice el doctor Frode Stenseng de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega, quien además fue uno de los principales autores de la investigación. Pero ¿qué es el escapismo y cómo podría estar relacionado con la dependencia al ejercicio?
En palabras de Stenseng, el escapismo está definido como una actividad o forma de entretenimiento que tenemos los seres humanos para evitar u olvidar situaciones poco placenteras o aburridas en nuestras vidas. De hecho, una gran parte del día a día contiene actividades que nos ayudan a escapar.
“La recompensa psicológica del escapismo es la reducción de la conciencia de sí mismo: el alivio de los pensamientos y emociones más estresantes”, continúa Stenseng. Hay dos formas de escapismo: el que se hace para expandirse a uno mismo y buscar nuevas experiencias positivas, y el que se lleva a cabo para evadir las vivencias negativas: o sea, una especie de “autosupresión”.
En ese orden de ideas, algunas personas podrían trotar para expandirse a sí mismas o para suprimirse de su estrés diario. “Estas dos formas de escapismo provienen de dos mentalidades diferentes: para promover un estado de ánimo positivo o para prevenir uno negativo”, explica Stenseng. Es decir, el que se usa para la autoexpansión trae consecuencias positivas, y el empleado para la auto evitación tiene resultados negativos.
¿Cómo se realizó el estudio?
El equipo de investigadores reclutó a 227 corredores recreacionales: mitad hombres y mitad mujeres, quienes aplicaban diferentes prácticas a la hora de realizar su actividad física. Se le pidió a cada uno llenar cuestionarios que investigaron tres aspectos diferentes del escapismo y la dependencia al ejercicio. (Lea: Debate de la “maternidad subrogada” irá al Congreso: las claves del proyecto de ley)
En primer lugar, una escala que media la preferencia para expandirse o suprimirse a ellos cuando llevaban a cabo sus actividades. En segundo punto, una escala de dependencia al ejercicio; y, por último, un rango de satisfacción con la vida personal de los participantes para medir su bienestar.
¿Cuáles fueron los hallazgos?
La autoexpansión se relacionó positivamente con el bienestar personal, mientras que la autosupresión se relacionó negativamente con este. En últimas, tanto las personas que trotan para autoexpandirse y para autoevadirse están expuestas a desarrollar una dependencia al ejercicio. Sin embargo, los últimos son más propensos.
Ninguno de los modos de escapismo se relacionó con la edad, el género o la cantidad de tiempo que una persona pasó corriendo, pero ambos afectaron la relación entre el bienestar y la dependencia del ejercicio.
“Se necesitan más estudios que utilicen diseños de investigación longitudinales para desentrañar más dinámicas motivacionales y resultados en el escapismo”, concluye el doctor Stenseng. “Pero estos hallazgos pueden iluminar a las personas para que comprendan su propia motivación y ser utilizados por razones terapéuticas para las personas que luchan con un compromiso desadaptativo en su actividad”.
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