Vacuna de la viruela del mono en Colombia: detalles de una problemática cláusula
Al país llegarán 5.600 dosis de la vacuna para la viruela símica si se logra resolver un asunto jurídico que causó una estricta cláusula de la empresa Bavarian Nordic. Su producto ha desencadenado intensas discusiones en otros países y revive un viejo debate de inequidad global.
Sergio Silva Numa
El pasado martes, la nueva ministra de Salud, Carolina Corcho, dio su primera rueda de prensa como cabeza de esa cartera. La organizó para explicar por qué había escasez de algunos medicamentos en el país y para dar un reporte sobre el covid-19 y sobre la viruela del mono. Además de anunciar que ya se han detectado 273 casos de esa viruela, reveló algo inesperado: Colombia adquirirá 5.600 dosis de la vacuna que ya se está aplicando en Estados Unidos y en parte de Europa.
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El pasado martes, la nueva ministra de Salud, Carolina Corcho, dio su primera rueda de prensa como cabeza de esa cartera. La organizó para explicar por qué había escasez de algunos medicamentos en el país y para dar un reporte sobre el covid-19 y sobre la viruela del mono. Además de anunciar que ya se han detectado 273 casos de esa viruela, reveló algo inesperado: Colombia adquirirá 5.600 dosis de la vacuna que ya se está aplicando en Estados Unidos y en parte de Europa.
No dio una fecha precisa ni reveló los detalles del contrato. Así como había sucedido con el coronavirus, la compra se haría bajo estrictas cláusulas de confidencialidad. La mala noticia vino después: debido a una cláusula impuesta por Bavarian Nordic, la compañía danesa dueña de la patente, el Gobierno colombiano no podía firmar el acuerdo. La razón la explicó ayer Corcho con un poco más de detalle: “La firma de este contrato representa ahora un acto ilegal. Durante la pandemia del covid-19 el país estaba en una emergencia sanitaria y había una ley que permitía hacer eso”. (Lea: ¿Qué hacer si sospecha que tiene viruela del mono y está en Bogotá?)
La cláusula, en palabras muy resumidas, como reveló primero W Radio, exime a la empresa de cualquier responsabilidad en caso de que surja algún inconveniente en la aplicación de la vacuna. En términos más precisos, como supo El Espectador, dice lo siguiente: “El compromiso de Colombia de indemnizar, eximir de responsabilidad y defender a su cuenta, costo y riesgo a Bavarian Nordic, sus empresas afiliadas, funcionarios, empleados, consultores y agentes (las “indemnizaciones”) de y contra todas las demandas, reclamaciones, pérdidas y responsabilidades que pueden ser sufridas por un tercero o cualquiera de las indemnizaciones y que surjan de o se produzcan como resultado de actos u omisiones, incluida la negligencia o la mala conducta deliberada de Colombia (...) con el almacenamiento, la distribución, el uso o la administración del producto después de que se haya entregado a Colombia o cualquier otro trato con el producto que no se ajuste a las recomendaciones o requisitos de Bavarian Nordic…”.
Corcho, sin embargo, aseguró ayer que es un asunto que estaban resolviendo. Ya, dijo, el Gobierno había enviado una carta a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a través de la cual los países de América Latina harán la compra de las dosis, en la que le manifestaban que Colombia mantenía el interés de adquirirlas. También le solicitaron replantear estas cláusulas. “Solo 11 de 33 países han logrado hacer compras y han tenido que hacer modificaciones a su legislación”, señaló la ministra. “Esto se da por el carácter monopólico de la farmacéutica que la produce”. (Lea: ¿Antidepresivos para la depresión? Revive el debate)
Esta situación ya ha empezado -como sucedió con el covid-19- a causar inquietud en algunos sectores de la salud. Si bien se trata de una enfermedad muy diferente (la letalidad es muchísimo menor y su mecanismo de transmisión distinto), todo parece indicar que es imposible satisfacer la demanda de la vacuna para la viruela. Los países más ricos, nuevamente, han empezado a acaparar la mayoría de existencias.
“La dependencia de un solo fabricante para la vacuna ya está demostrando ser potencialmente desastrosa”, apuntó en una columna para El Espectador Sharmila Shetty, asesora médica de la Campaña de Acceso a medicamentos de Médicos Sin Fronteras. Según sus cálculos, hay 16,4 millones de dosis del biológico producido por Bavarian Nordic, pero la mayoría ya está en manos de Estados Unidos.
La única solución a la vista es, a los ojos de Shetty, que esta compañía transfiera su tecnología a otras empresas. Ya ha estado en conversaciones con una de EE. UU., pero se necesita, por ejemplo, anotaba, “que se transfiera a una empresa en el continente africano para que las naciones africanas no tengan que depender únicamente de las donaciones de los países ricos”. Como dijo hace unos días la doctora Phiona Atuhebwe, de la OMS África, “la historia se repite. África siempre recibe las vacunas en último lugar”. (Lea: Científicos quieren cambiar el nombre de la viruela del mono. ¿Por qué?)
¿Vacuna para quiénes?
La vacuna Jynneos, el nombre comercial que usan en Estados Unidos, o Imvanex, como la llaman en Europa, no es nueva. En el caso del Viejo Continente, fue autorizada por primera vez en 2013 para la protección de la viruela. Tras una solicitud para ampliar su uso, se permitió utilizarla contra la viruela del mono el pasado 22 de julio, se lee en la página de la EMA, la Agencia de Medicamentos Europea. Lo mismo hizo a FDA, en Estados Unidos.
Este biológico contiene una forma atenuada del virus vaccinia, llamado “virus vaccinia modificado Ankara (MVVA)”, estrechamente relacionado con los virus de la viruela, pero, explica la EMA, “no causa enfermedad en humanos y no puede reproducirse en células humanas (...) Debido a la similitud entre estos virus y el MVVA, se espera que los anticuerpos producidos protejan contra la viruela símica”.
Dicho de otra manera, el sistema inmunitario de quien recibe la vacuna reconoce este virus como un “extraño” y genera anticuerpos. De esta manera, si se encuentra en el futuro un virus similar, ya su cuerpo está preparado para protegerlo. (Lea: Viruela del mono en Colombia: la ruta que deben seguir los médicos para atenderla)
La gran pregunta es, ¿a quién dársela primero teniendo en cuenta que hay pocas dosis? Estados Unidos, el país con más casos (16.514), ya distribuyó un poco más de 1 millón, una cantidad que han intentado extender con una decisión que ha causado controversia: administrarla de manera intradérmica y no aplicar una inyección subcutánea (que es un poco más “profunda”). Eso les permite poner dosis de 0,1 ml y no de 0,5 ml, como se recomendó al principio. En otras palabras, así pueden vacunar a más personas.
La EMA, de Europa, también optó por ese camino tras los resultados de un ensayo clínico en el que participaron 500 adultos y que demostró unos niveles de anticuerpos similares entre las personas que recibieron las inyecciones. Claro, como lo señalaba The New York Times, eso requiere entrenamiento del personal de salud, pues implica precisión. También utilizar jeringas que eviten al máximo el desperdicio.
En Colombia aún es pronto para saber cuál camino recomendará el Ministerio de Salud. El Invima, supo este diario, todavía no ha recibido los documentos para aprobar esta vacuna, que probablemente necesite (como pasó con las del covid-19) Autorización Sanitaria de Uso de Emergencia.
Por el momento, como lo señaló el viceministro de Salud, Jaime Urrego, esperan privilegiar el uso “posexposición”, es decir, cuando hay evidencia de que una persona tuvo contacto reciente con alguien que tuvo la viruela y puede desarrollar la enfermedad, pues con 5.600 dosis será imposible aplicársela a los ciudadanos antes de que expongan y se contagien, a excepción del personal de salud que atienda casos. Aun así, añadió Urrego, probablemente deberán privilegiar a las poblaciones que tienen mayor riesgo de una eventual complicación. Por fortuna, en el país nadie ha fallecido por esta enfermedad.