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Aunque hoy todos hablen de la necesidad de ponerse la vacuna contra el COVID-19, hay otras vacunas que no pueden perderse de vista porque también son importantes en términos de salud pública: las veterinarias, especialmente, la de la rabia. (Lea Preocupación global por riesgo de brotes de sarampión)
Al ser una enfermedad letal en el 100% de los casos, es necesario que los perros y los gatos la reciban cada año. Es la manera más efectiva de controlar este mal que puede ser transmitido de mascotas a seres humanos. (Lea “Cinco países de la región entorpecieron conferencia sobre control de tabaco”)
Por eso, el Ministerio de Salud anunció que adquirió 4.681.820 dosis de vacuna antirrábica para perros y gatos, por una inversión de $2.991.682.980, que pagó a la Organización Panamericana de la Salud.
Además, dice, además adquirió 120.000 dosis de vacuna antirrábica humana con un costo aproximado de $4.280.114.452, junto a “25.000 viales de suero antirrábico por un costo aproximado de $4.252.646.400 para atender cualquier situación generada por mordedura de animales infectados”.
La idea es que tanto perros como gatos reciban la vacuna cada año a partir de los tres meses de edad. Para ello, los dueños pueden llevar a sus mascotas a las secretarías de Salud para que los inyecten de manera gratuita.
En caso de que los animales no estén vacunados y muerdan o arañen a alguien, la herida debe ser lavada con abundante agua y jabón. Lo recomendable es ir al servicio de salud más cercano.
Entre el 2015 y lo que va del 2021 se han registrado 22 casos de rabia animal (7 gatos y 15 perros) en los municipios de Barbosa (Antioquia), El Retén, Fundación, Nueva Granada, Plato, Ariguaní y Santa Ana (Magdalena); San Luis y Guamo (Tolima); Anapoima (Cundinamarca); Villavicencio (Meta) y San Marcos (Sucre).