Advierten sobre riesgos de relojes inteligentes para niños
Esta advertencia llega después de que investigadores del Consejo Noruego del Consumidor alertaran sobre fallas de seguridad en los dispositivos, a los cuales puede acceder un atacante, espiar conversaciones, comunicarse con el niño y tener acceso a los datos.
AFP
Los relojes inteligentes diseñados para ayudar a los padres a vigilar a sus hijos pueden poner en riesgo la seguridad y privacidad, dijo este miércoles una alianza de organizaciones, que pidió a las autoridades estadounidenses que investiguen el tema.
Una coalición de grupos de protección a la infancia, consumidores y defensores de la privacidad pidió a la Comisión Federal de Comercio que investigue los riesgos para los niños y que ordene suspender la venta de estos relojes conectados a internet.
Los grupos dijeron que organizaciones de consumidores en Europa prevén presentar solicitudes similares ante los reguladores de la Unión Europea.
Las organizaciones afirmaron que estos relojes, en vez de mantener a salvo a los niños, pueden hacerlos vulnerables a piratas informáticos o criminales.
"Al aprovecharse del deseo de los padres de mantener a salvo a sus hijos (...) estos relojes inteligentes están realmente colocando a los niños en peligro", dijo Josh Golin, de la Campaña por una Niñez Libre del Comercio, en un comunicado.
"Una vez más, vemos productos de internet de las cosas para niños que llegan al mercado sin tener en cuenta cómo protegen la información sensible de los niños. Los padres deben evitar estos relojes y todos los dispositivos conectados a internet diseñados para niños", agregó.
Esta advertencia llega después de que investigadores del Consejo Noruego del Consumidor alertaran sobre fallas de seguridad en los relojes inteligentes diseñados para niños, que transmiten y almacenan datos sin encriptación.
Con dos de estos relojes, un atacante puede tomar control del reloj, espiar conversaciones, comunicarse con el niño y tener acceso a los datos almacenados sobre la ubicación del menor.
La misma coalición estadounidense alertó el año pasado sobre riesgos similares de las muñecas conectadas a internet, lo que llevó al FBI a dar advertencias y condujo a muchas tiendas a dejar de venderlas.
Los relojes inteligentes diseñados para ayudar a los padres a vigilar a sus hijos pueden poner en riesgo la seguridad y privacidad, dijo este miércoles una alianza de organizaciones, que pidió a las autoridades estadounidenses que investiguen el tema.
Una coalición de grupos de protección a la infancia, consumidores y defensores de la privacidad pidió a la Comisión Federal de Comercio que investigue los riesgos para los niños y que ordene suspender la venta de estos relojes conectados a internet.
Los grupos dijeron que organizaciones de consumidores en Europa prevén presentar solicitudes similares ante los reguladores de la Unión Europea.
Las organizaciones afirmaron que estos relojes, en vez de mantener a salvo a los niños, pueden hacerlos vulnerables a piratas informáticos o criminales.
"Al aprovecharse del deseo de los padres de mantener a salvo a sus hijos (...) estos relojes inteligentes están realmente colocando a los niños en peligro", dijo Josh Golin, de la Campaña por una Niñez Libre del Comercio, en un comunicado.
"Una vez más, vemos productos de internet de las cosas para niños que llegan al mercado sin tener en cuenta cómo protegen la información sensible de los niños. Los padres deben evitar estos relojes y todos los dispositivos conectados a internet diseñados para niños", agregó.
Esta advertencia llega después de que investigadores del Consejo Noruego del Consumidor alertaran sobre fallas de seguridad en los relojes inteligentes diseñados para niños, que transmiten y almacenan datos sin encriptación.
Con dos de estos relojes, un atacante puede tomar control del reloj, espiar conversaciones, comunicarse con el niño y tener acceso a los datos almacenados sobre la ubicación del menor.
La misma coalición estadounidense alertó el año pasado sobre riesgos similares de las muñecas conectadas a internet, lo que llevó al FBI a dar advertencias y condujo a muchas tiendas a dejar de venderlas.