Apple Vision Pro: ¿Dispositivo disruptivo o artefacto que pasará de moda?

Esta semana Apple sorprendió con la presentación del dispositivo que se convertiría en la joya de su corona para la próxima década, las Visión Pro. Se trata de unas gafas de realidad mixta que prometen fusionar el mundo real (el de los átomos) con el digital (el de los bits); ofreciendo experiencias tan variadas como transformar la sala de nuestras casas en un centro de entretenimiento con una pantalla de cine y ambientado con la temática de la película; o divertirnos con videojuegos que ofrecen experiencias más inmersivas (por no decir realistas).

Esta semana Apple sorprendió con la presentación del dispositivo que se convertiría en la joya de su corona para la próxima década, las Visión Pro. Se trata de unas gafas de realidad mixta que prometen fusionar el mundo real (el de los átomos) con el digital (el de los bits); ofreciendo experiencias tan variadas como transformar la sala de nuestras casas en un centro de entretenimiento con una pantalla de cine y ambientado con la temática de la película; o divertirnos con videojuegos que ofrecen experiencias más inmersivas (por no decir realistas).

El grueso de los analistas coincide en que la apuesta que hace Apple es ambiciosa, pues abre la puerta a un sin número de oportunidades sobre cómo podría aprovecharse esta tecnología, no solo en materia de entretenimiento (que de por sí ya es una industria gigante en la economía global), sino también en educación, comunicaciones, trabajo, arquitectura… la lista sería interminable.

Lea también: Apple Vision Pro: Así son estas nuevas gafas de realidad aumentada

Sin embargo, el anuncio de Apple genera incertidumbre en dos aspectos. El primero es el elevado precio de este dispositivo, pues el próximo año saldrá al mercado en US$3.499 (unos 15 millones de pesos colombianos), lo que lo convierte en un artefacto exclusivo que, con semejante precio de entrada, seguro tendrá problemas para masificarse; el segundo es que no hay garantías de su funcionamiento, pues en la keynote de Apple no se hizo una prueba en vivo, y el acceso a la prensa para realizar los primeros acercamientos fue bastante limitado.

Suponiendo que lo que Apple prometió es lo que verdaderamente ofrece su producto, y que con el paso de los años este dispositivo se hace más asequible (teniendo en cuenta apuestas similares que se tienen desde la competencia) sí se podría asegurar que estamos hablando de un dispositivo disruptivo, y este sería su impacto en nuestro día a día.

Aplicaciones

Juan Sebastián Wilches, quien es fundador y director de Naddie AR (empresa colombiana con años de experiencia en la elaboración de productos que funcionan con realidad aumentada, es decir, la base tecnológica con la que operan las gafas de Apple), explica que lo que presentó la marca de la manzana es más un perfeccionamiento de innovaciones que ya llevan algún tiempo en el mercado.

Ejemplo de esto es el hand tracking (seguimiento de manos), que es el que le permite a las gafas interpretar los gestos de las manos de su usuario para así poder ser operada sin la necesidad de controles físicos; así como el sensor Lidar, que es el encargado de mapear el entorno alrededor de las gafas; la posibilidad de ver los ojos del usuario de las mismas y el escáner del rostro que se emplea para recrear la cara y las expresiones de la persona cuando se encuentra en una videollamada.

Para este experto, Apple hizo una apuesta acertada en el sentido de presentar un dispositivo que se muestra como una alternativa al teléfono celular, que incluso a futuro podría convertirse en su sustituto (para esto se necesitan muchos desarrollos que permitan un artefacto más cómodo de usar, sin que sea tan voluminoso, con una mayor autonomía energética y, claro está, más asequible para la población en general). En otras palabras, es un buen primer paso si lo que está pensando es una apuesta planeada para el futuro, más que para ahora.

A esto se suma que Apple dispuso una API que permitirá a terceros desarrollar software que sea compatible con su dispositivo, es decir, las empresas que estén interesadas podrán crear experiencias y servicios que puedan disfrutarse desde estas gafas.

En cuanto a las aplicaciones, coincide en que son diversas, por lo menos en los siguientes pilares:

Educación

En educación se podrían desarrollar, por ejemplo, laboratorios interactivos que permitan ir más allá de los límites de la realidad. Por ejemplo, un estudiante podría meterse dentro de un organismo y exportarlo; o viajar al espacio y ver de cerca las estrellas, galaxias y constelaciones.

Las simulaciones serían otro potencial atractivo en este ámbito, pues una empresa podría capacitar, desde la virtualidad, a sus empleados en situaciones que permitan errores en donde los resultados en la vida real serían fatales.

Seguramente las editoriales y las plataformas educativas harán inversiones considerables para migrar a este tipo de tecnologías, por las favorables experiencias que brindan en los procesos de aprendizaje.

Arquitectura

La realidad virtual y aumentada ya es un hecho en las constructoras y demás compañías inmersas en el mundo inmobiliario. El potencial que ofrecen estas gafas, con su apuesta de realidad mixta, podría ir más allá, pues haría posible entrar a un espacio y visualizarlo antes de que se construya, además de modificarlo en tiempo real con las preferencias que quieran hacer los compradores o arquitectos.

Organizacional

El uso organizacional de esta tecnología podría apalancar las estrategias de las compañías al momento de lanzar o mostrar un producto, entre otras experiencias con fines publicitarios.

Por ejemplo, en el metaverso de Meta ya se han realizado conciertos (en colaboración con otras marcas como Fornite) en donde los participantes pueden disfrutar de una experiencia en 360 grados, así como recorrer diversos escenarios… todo con la oportunidad de experimentar el evento como si estuviera en primera fila.

Entretenimiento

Este es uno de los campos en los que más se podría sacar punta a esta tecnología, pues fue en lo que más hizo énfasis Apple en su presentación. Las Vision Pro podrían ser usadas para interactuar con videojuegos, ver películas o viajar por el mundo sin la necesidad de salir de nuestras casas.

De hecho, sin haberse lanzado al mercado el primero de estos artefactos, Apple ya tiene una alianza con Disney en donde se ofrecerán experiencias inmersivas para disfrutar de sus contenidos. Por ejemplo, se podrá ver una película de Star Wars mientras que el ambiente de nuestra casa se transforma en uno de los escenarios de la icónica saga.

Comunicaciones

En la presentación de Apple también vimos cómo estas gafas pueden ser usadas para la realización de videollamadas. Estas disponen de un sensor que puede escanear nuestro rostro y recrearlo, con todo y expresiones, en cualquiera de las plataformas de videollamadas que hay en el mercado.

También se pueden ver los rostros de quienes están conectados, como si fueran enormes pantallas en nuestra habitación, o en la sala de nuestras casas.

La competencia no será fácil

Aunque la apuesta de Apple es ambiciosa, lo cierto es que no está inventando la rueda. Apuestas similares ya se han visto, o se han anunciado, por otras marcas. Tal vez el competidor más cercano que tiene es Meta, con sus Meta Quest.

La matriz de Facebook anunció el lanzamiento de sus Meta Quest 3, el cual es un dispositivo con el que también se podrán hacer muchas de las actividades que mostró Apple en su presentación, con la notable diferencia de que estas costarán US$500 (US$3.000 menos que las de Apple).

Aquí la diferencia será en materia de interfaz, pues la marca de la manzana mostró una apuesta bastante limpia y minimalista en esta materia, así como fácil de usar y sin la necesidad de emplear accesorios, como controles físicos.

No obstante, la entrega de Meta también tiene elementos bastante llamativos, que podrían ser una puerta de entrada interesante al mundo de la realidad virtual y aumentada.

Lo cierto es que cada una de estas apuestas, por más futuristas que parezcan, no son más que el inicio de una carrera de desarrollos que seguramente veremos en los próximos años (si es que sus propuestas convencen y no terminan llenando los escaparates de los inventos fracasados).

Futuros desarrollos podrían llevar a dispositivos más pequeños, tal vez más parecidos a los lentes de aumento, o de contacto, que se usan hoy en día. En ese futuro estos dispositivos serían tan asequibles como lo es hoy un celular, por lo que terminarían reemplazándolos y dejándolos en el olvido.

Un mundo abierto a diversas posibilidades en donde, como lo explica Wilches, fácilmente el 50 % de lo que veamos en la calle no será real, sino virtual, con pancartas, señalizaciones, avatares y demás elementos.

¿Estaríamos viendo entonces los orígenes de lo que sería la primera generación de cyborgs en el mundo, así como el auge del transhumanismo?

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