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Al momento de viajar, una de las principales preocupaciones es la conectividad, sobre todo en destinos internacionales, donde no tenemos cobertura.
Es en estos escenarios donde es tentador conectarse a las redes WI-Fi que encontramos en los aeropuertos, e incluso en los mismos vuelos. Sin embargo, hay que tener cuidado, pues se ha descubierto que criminales están creando este tipo de conexiones como una trampa para robar los datos personales de sus víctimas.
Recientemente la firma de seguridad informática ESET alertó sobre esta modalidad, al recordar cómo, en abril del presente año, la Policía Federal Australiana arrestó a un hombre a quien se le acusó de haber instalado redes Wi-Fi gratuitas en aeropuertos y vuelos, con la intención de cometer los mencionados ilícitos.
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En el equipaje del sospechoso se encontró un dispositivo inalámbrico portátil, una computadora y un teléfono celular. La investigación posterior reveló que estos artefactos servían para crear las redes fachada, la cuales conducían a las víctimas a una página donde se le pedía el ingreso de información personal, como la dirección de su correo electrónico y datos de acceso a las redes sociales. Esta información era almacenada por el atacante quien, posteriormente, la podría utilizar para acceder a las plataformas de la víctima, a su galería de fotos o hurtar sus datos bancarios.
La pesquisa también encontró que las mismas páginas falsas se habían creado en los aeropuertos de Perth, Melbourne y Adelaida.
Por lo general, las páginas de los aeropuertos lo único que solicitan para acceder a la red Wi-Fi pública es visualizar una publicidad durante un tiempo determinado, o presionar un botón de “ingresar” en una página web nativa a la que redirige la conexión Wi-Fi.
Lo mismo pasa con los servicios de Wi-Fi que brindan las aerolíneas en pleno vuelo. Los servicios gratuitos solo piden el número de la silla, o el código de la reserva, y el servicio que se brinda es limitado, pues solo permite el envío y recepción de mensajes en aplicaciones como Whatsapp y Messenger. Hay otros servicios que son pagos, que permiten mayores niveles de navegación. Estos sí pueden pedir datos de pago, por lo que se recomienda tener cuidado.
¿Cómo evitar morder el anzuelo?
Según lo explicado por ESET, se recomienda no suministrar ningún dato personal (como nombres, correos, números de teléfono, direcciones de residencia y afiliaciones bancarias, entre otras). Tampoco iniciar sesión através de una cuenta de correo electrónico o red social, pues muchas veces lo que hacen los atacantes es recopilar los datos ingresados para, posteriormente, robar su acceso a estas plataformas.
“Por último, y no menos importante, tener una solución antimalware instalada en tus dispositivos, tanto laptops como móviles, es el primer paso para estar seguro. ¿Un tip? Tener siempre la última versión del producto descargada, garantizando así que todas sus funcionalidades estén al día y listas para evitar el ingreso de aplicaciones potencialmente no deseadas”.
Para evitar depender de las redes Wi-Fi, y exponerse a peligros, se recomienda adquirir una sim card en su lugar de destino (si es internacional). Hoy en día muchos teléfonos son compatibles con las denominadas e-sim, las cuales se pueden adquirir días antes de iniciar el viaje, activándose en el momento en el que usted aterrice.
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