Blindsight, el polémico chip de Neuralink que promete restaurar la vista
Neuralink continúa avanzando en sus implantes cerebrales con el proyecto Blindsight, una tecnología en forma de chip que permitirá en algunos casos recuperar la vista “incluso a quienes han sido ciegos de nacimiento”, y que recibió la designación de dispositivo innovador por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
Con información de agencias
Neuralink, la compañía tecnológica propiedad de Elon Musk, fue fundada en 2017 como un proyecto centrado en la integración de tecnología de Inteligencia Artificial (IA) en el cerebro humano. Así, ha destacado por proyectos como Thelepathy, el implante cerebral que ya se ha probado en personas y con el que el paciente es capaz de llevar a cabo acciones como controlar el ratón de un ordenador, jugar el ajedrez y reproducir música, todo ello con señales directas desde el cerebro.
Y ahora el turno es para el proyecto Blindsight, el segundo chip cerebral de la compañía, diseñado concretamente para devolver la vista a personas ciegas, que ha recibido la designación de innovación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
En concreto, la designación de producto innovador es una etiqueta que el organismo otorga a ciertos dispositivos que brindan un tratamiento o diagnóstico más efectivo de enfermedades o afecciones “potencialmente mortales o irreversiblemente debilitantes”, tal y como señala en su web.
Así, el Programa de Dispositivos Innovadores, en el que se enmarca esta designación, tiene como objetivo acelerar el desarrollo, la evaluación y la revisión del dispositivo en cuestión, para su aprobación previa a la comercialización.
En este sentido, Neuralink anunció que su implante cerebral Blindsight ha sido designado como dispositivo innovador por la FDA, lo que ofrece un impulso para su misión de “devolver la vista a quienes las han perdido”, tal y como ha detallado en una publicación en X (antigua Twitter).
Siguiendo esta línea, según ha compartido el propio Elon Musk a través de otra publicación en X, esta designación se enmarca dentro de algunos avances en el desarrollo de Blindsight. Según ha adelantado, será un chip que permitirá ver “incluso a aquellos que han sido ciegos de nacimiento” o hayan “perdido ambos ojos y el nervio óptico”, siempre que la corteza visual esté intacta.
Musk explicó que, aunque al principio la visión será de baja resolución, una calidad que ha comparado con los gráficos de la antigua consola de videojuegos Atari, con el tiempo “tendrá el potencial de ser mejor que la visión natural”.
De hecho, señaló que, en el futuro, Blindsight podrá permitir cuestiones como “ver en longitudes de onda infrarrojas, ultravioleta o, incluso, de radar”, gracias a su tecnología.
Con todo ello, desde Neuralink animan a los usuarios que quieran probar sus implantes cerebrales a apuntarse a su programa de pacientes. No obstante, por el momento, el chip de Blindsight no está aceptado para realizar pruebas en humanos.
En julio pasado se conoció un estudio, publicado en la revista Scientific Reports, que cuestiona el proyecto Blindsight, señalando que se basa en el “erróneo” principio de que implantar millones de pequeños electrodos en la parte del cerebro encargado de tratar las informaciones visuales conducirá a una visión de alta resolución.
Los investigadores crearon, a partir de datos obtenidos de animales y humanos, un modelo informático, especie de paciente virtual, para estudiar cual sería la experiencia vivida con un implante cerebral del tipo “Blindsight”.
“Los ingenieros piensan a veces que los electrodos producen pixeles, pero no es la forma en que la biología marcha”, explicó entonces Ione Fine, profesora de psicología en la Universidad de Washington y coautora del estudio.
Obtener una buena visión implica no solo la estimulación de las células individuales, como lo hacen los implantes, sino también la creación de un código neuronal que se difunde a miles de células.
Para Ione Fine, los científicos están aun lejos de saber cómo crear el código neuronal para restaurar la vista de una persona que no ve, lo que significa que los resultados obtenidos por el implante de Musk serían limitados.
“Muchas personas se vuelven ciegas tarde en la vida”, añadió la profesora. “Uno se puede desesperar por recobrar la vista” y “por lo tanto, cuando Elon Musk dice que +eso superará la visión humana+, es peligroso”, agregó.
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Neuralink, la compañía tecnológica propiedad de Elon Musk, fue fundada en 2017 como un proyecto centrado en la integración de tecnología de Inteligencia Artificial (IA) en el cerebro humano. Así, ha destacado por proyectos como Thelepathy, el implante cerebral que ya se ha probado en personas y con el que el paciente es capaz de llevar a cabo acciones como controlar el ratón de un ordenador, jugar el ajedrez y reproducir música, todo ello con señales directas desde el cerebro.
Y ahora el turno es para el proyecto Blindsight, el segundo chip cerebral de la compañía, diseñado concretamente para devolver la vista a personas ciegas, que ha recibido la designación de innovación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
En concreto, la designación de producto innovador es una etiqueta que el organismo otorga a ciertos dispositivos que brindan un tratamiento o diagnóstico más efectivo de enfermedades o afecciones “potencialmente mortales o irreversiblemente debilitantes”, tal y como señala en su web.
Así, el Programa de Dispositivos Innovadores, en el que se enmarca esta designación, tiene como objetivo acelerar el desarrollo, la evaluación y la revisión del dispositivo en cuestión, para su aprobación previa a la comercialización.
En este sentido, Neuralink anunció que su implante cerebral Blindsight ha sido designado como dispositivo innovador por la FDA, lo que ofrece un impulso para su misión de “devolver la vista a quienes las han perdido”, tal y como ha detallado en una publicación en X (antigua Twitter).
Siguiendo esta línea, según ha compartido el propio Elon Musk a través de otra publicación en X, esta designación se enmarca dentro de algunos avances en el desarrollo de Blindsight. Según ha adelantado, será un chip que permitirá ver “incluso a aquellos que han sido ciegos de nacimiento” o hayan “perdido ambos ojos y el nervio óptico”, siempre que la corteza visual esté intacta.
Musk explicó que, aunque al principio la visión será de baja resolución, una calidad que ha comparado con los gráficos de la antigua consola de videojuegos Atari, con el tiempo “tendrá el potencial de ser mejor que la visión natural”.
De hecho, señaló que, en el futuro, Blindsight podrá permitir cuestiones como “ver en longitudes de onda infrarrojas, ultravioleta o, incluso, de radar”, gracias a su tecnología.
Con todo ello, desde Neuralink animan a los usuarios que quieran probar sus implantes cerebrales a apuntarse a su programa de pacientes. No obstante, por el momento, el chip de Blindsight no está aceptado para realizar pruebas en humanos.
En julio pasado se conoció un estudio, publicado en la revista Scientific Reports, que cuestiona el proyecto Blindsight, señalando que se basa en el “erróneo” principio de que implantar millones de pequeños electrodos en la parte del cerebro encargado de tratar las informaciones visuales conducirá a una visión de alta resolución.
Los investigadores crearon, a partir de datos obtenidos de animales y humanos, un modelo informático, especie de paciente virtual, para estudiar cual sería la experiencia vivida con un implante cerebral del tipo “Blindsight”.
“Los ingenieros piensan a veces que los electrodos producen pixeles, pero no es la forma en que la biología marcha”, explicó entonces Ione Fine, profesora de psicología en la Universidad de Washington y coautora del estudio.
Obtener una buena visión implica no solo la estimulación de las células individuales, como lo hacen los implantes, sino también la creación de un código neuronal que se difunde a miles de células.
Para Ione Fine, los científicos están aun lejos de saber cómo crear el código neuronal para restaurar la vista de una persona que no ve, lo que significa que los resultados obtenidos por el implante de Musk serían limitados.
“Muchas personas se vuelven ciegas tarde en la vida”, añadió la profesora. “Uno se puede desesperar por recobrar la vista” y “por lo tanto, cuando Elon Musk dice que +eso superará la visión humana+, es peligroso”, agregó.
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