Carros autónomos tienen una gran debilidad: tormentas solares
Los excesos de temperatura pueden cortar la conexión de datos entre el sistema de posicionamiento global de un vehículo y los satélites que suministran información de localización.
Bloomberg News.
Los vehículos autónomos todavía no han logrado dominar la nieve. Y resulta que el sol excesivo también puede suponer un problema para la próxima ola de conductores robot.
La amenaza proviene de las tormentas solares, esas erupciones ocasionales de grandes cantidades de energía que pueden causar un aumento masivo en la actividad geomagnética y la radiación. Si bien estas tormentas no son inmediatamente evidentes para los conductores humanos, pueden cortar la conexión de datos entre el sistema de posicionamiento global de un vehículo y los satélites que suministran información de localización. Eso es lo que podría ocasionar problemas para los autos sin conductor que ahora están en desarrollo, al menos si los ingenieros no tienen cuidado.
Scott McIntosh, director del observatorio de gran altitud en el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica, en Boulder, Colorado, advierte que los sistemas de conducción autónoma no deberían depender excesivamente del GPS en lo que concierne a programar un vehículo de 5.000 libras (cerca de 2.200 kilogramos) sobre cómo llevarlo del punto A al punto B. En caso de problemas solares, una innumerable cantidad de autos impulsados por computadoras se detendrían y tendrían que esperar a que volviera la conexión.
"Hay muchas cosas involucradas en esto, desde un punto de vista actuarial", dijo McIntosh. "Solo tendrán que ocurrir un par de accidentes" y la industria sufrirá.
Las tormentas solares se clasifican en una escala de cinco etapas, de las cuales la más alta puede paralizar las redes eléctricas internacionales, dejar satélites fuera de servicio y colapsar las comunicaciones de radio en el lado de la Tierra iluminado por el sol. McIntosh espera que algún día los pronósticos también incluyan una sinopsis del "clima espacial" para que los conductores, tanto humanos como digitales, puedan tener conciencia de estas interrupciones.
Hace tres años, Estados Unidos instaló un satélite en el espacio sideral, a 1 millón de millas de altura, para realizar pruebas con el sol por un período indefinido. Cuando ocurren las tormentas solares, el Centro de Meteorología Espacial de EE.UU. actúa como una boya de advertencia y emite una alerta a las empresas eléctricas, aerolíneas y otras industrias que dependen en gran medida de los datos satelitales. En general, la Tierra recibe aviso 30 a 60 minutos antes de que las partículas cargadas comiencen a causar estragos.
En septiembre, el sistema dio sus frutos. Los vuelos de avión con destino a los polos fueron desviados luego de que el satélite registrara dos eyecciones de masa coronal, una de las cuales se calificó como tres en la escala de gravedad. "Ese es el tipo de juego que estamos jugando con la civilización", dijo McIntosh.
La buena noticia es que el sol es menos impredecible en estos días. Sus estallidos de energía siguen un ciclo de aproximadamente 11 años, que alcanzó su punto máximo en abril de 2014. El comienzo de los vehículos autónomos parece coincidir con un período relativamente tranquilo.
Hay otros potenciales puntos de problemas solares para los vehículos autónomos. La Tierra está en la línea de fuego de una serie de agujeros coronales. Las partículas cargadas magnéticamente del sol generalmente vuelven a su origen. Un agujero coronal es lo que sucede cuando no hacen eso y simplemente explotan en el universo; posiblemente en tu automóvil autónomo. Estos eventos pueden tener un impacto similar al de las tormentas solares, pero generalmente no son tan severos.
Los ingenieros responsables de los vehículos automatizados, mientras tanto, ya están tomando medidas para ganarle al sol. Los sistemas de conducción autónomos basan la navegación principalmente en un campo de sensores, incluidos los pulsos láser conocidos como lidar, que leen el entorno inmediato y se comunican directamente al sistema nervioso computacional del vehículo. La información más remota, como la distancia a la siguiente salida interestatal, se almacena en mapas de alta definición que se actualizan periódicamente. Eso significa que un Tesla que dependa de su software Autopilot o un vehículo Waymo que transporte pasajeros por Phoenix no necesitará GPS para mantenerse en la carretera de manera segura.
En el peor de los casos, si se produce una perturbación solar, hay suficiente redundancia para que el automóvil se detenga tranquilamente, dijo Danny Shapiro, director sénior de la unidad automotriz de Nvidia Corp., que fabrica semiconductores y sistemas de inteligencia artificial para Uber Inc. y una amplia gama de fabricantes de automóviles.
Los vehículos autónomos todavía no han logrado dominar la nieve. Y resulta que el sol excesivo también puede suponer un problema para la próxima ola de conductores robot.
La amenaza proviene de las tormentas solares, esas erupciones ocasionales de grandes cantidades de energía que pueden causar un aumento masivo en la actividad geomagnética y la radiación. Si bien estas tormentas no son inmediatamente evidentes para los conductores humanos, pueden cortar la conexión de datos entre el sistema de posicionamiento global de un vehículo y los satélites que suministran información de localización. Eso es lo que podría ocasionar problemas para los autos sin conductor que ahora están en desarrollo, al menos si los ingenieros no tienen cuidado.
Scott McIntosh, director del observatorio de gran altitud en el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica, en Boulder, Colorado, advierte que los sistemas de conducción autónoma no deberían depender excesivamente del GPS en lo que concierne a programar un vehículo de 5.000 libras (cerca de 2.200 kilogramos) sobre cómo llevarlo del punto A al punto B. En caso de problemas solares, una innumerable cantidad de autos impulsados por computadoras se detendrían y tendrían que esperar a que volviera la conexión.
"Hay muchas cosas involucradas en esto, desde un punto de vista actuarial", dijo McIntosh. "Solo tendrán que ocurrir un par de accidentes" y la industria sufrirá.
Las tormentas solares se clasifican en una escala de cinco etapas, de las cuales la más alta puede paralizar las redes eléctricas internacionales, dejar satélites fuera de servicio y colapsar las comunicaciones de radio en el lado de la Tierra iluminado por el sol. McIntosh espera que algún día los pronósticos también incluyan una sinopsis del "clima espacial" para que los conductores, tanto humanos como digitales, puedan tener conciencia de estas interrupciones.
Hace tres años, Estados Unidos instaló un satélite en el espacio sideral, a 1 millón de millas de altura, para realizar pruebas con el sol por un período indefinido. Cuando ocurren las tormentas solares, el Centro de Meteorología Espacial de EE.UU. actúa como una boya de advertencia y emite una alerta a las empresas eléctricas, aerolíneas y otras industrias que dependen en gran medida de los datos satelitales. En general, la Tierra recibe aviso 30 a 60 minutos antes de que las partículas cargadas comiencen a causar estragos.
En septiembre, el sistema dio sus frutos. Los vuelos de avión con destino a los polos fueron desviados luego de que el satélite registrara dos eyecciones de masa coronal, una de las cuales se calificó como tres en la escala de gravedad. "Ese es el tipo de juego que estamos jugando con la civilización", dijo McIntosh.
La buena noticia es que el sol es menos impredecible en estos días. Sus estallidos de energía siguen un ciclo de aproximadamente 11 años, que alcanzó su punto máximo en abril de 2014. El comienzo de los vehículos autónomos parece coincidir con un período relativamente tranquilo.
Hay otros potenciales puntos de problemas solares para los vehículos autónomos. La Tierra está en la línea de fuego de una serie de agujeros coronales. Las partículas cargadas magnéticamente del sol generalmente vuelven a su origen. Un agujero coronal es lo que sucede cuando no hacen eso y simplemente explotan en el universo; posiblemente en tu automóvil autónomo. Estos eventos pueden tener un impacto similar al de las tormentas solares, pero generalmente no son tan severos.
Los ingenieros responsables de los vehículos automatizados, mientras tanto, ya están tomando medidas para ganarle al sol. Los sistemas de conducción autónomos basan la navegación principalmente en un campo de sensores, incluidos los pulsos láser conocidos como lidar, que leen el entorno inmediato y se comunican directamente al sistema nervioso computacional del vehículo. La información más remota, como la distancia a la siguiente salida interestatal, se almacena en mapas de alta definición que se actualizan periódicamente. Eso significa que un Tesla que dependa de su software Autopilot o un vehículo Waymo que transporte pasajeros por Phoenix no necesitará GPS para mantenerse en la carretera de manera segura.
En el peor de los casos, si se produce una perturbación solar, hay suficiente redundancia para que el automóvil se detenga tranquilamente, dijo Danny Shapiro, director sénior de la unidad automotriz de Nvidia Corp., que fabrica semiconductores y sistemas de inteligencia artificial para Uber Inc. y una amplia gama de fabricantes de automóviles.