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La historia de Casio, y la innovación tecnológica detrás de la misma, simplemente es asombrosa. El despegar de esta empresa se evidenció en los años 50, casi 10 años después de su fundación gracias a la comercialización de la primera calculadora eléctrica, artefacto que cayó muy bien en el mercado ya que para la fecha estos aparatos convencionalmente trabajan dándoles manivela.
Un dato curioso en la trayectoria de Casio es que su calculadora no hubiera podido salir a la luz sin la mente creativa de Toshio Kashio, hermano del fundador de la compañía, Todao Kashio, quien desde pequeño tuvo claro que su papel en la vida era ser un inventor al inspirarse en la biografía de Thomas Alva Edison. Resulta que este creador se le ocurrió hacer un ‘anillo pipa’ producto que fabricó esta empresa familiar y cuyo éxito fue tal que dio para financiar el artefacto, probablemente, más recordado de la compañía.
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El compromiso de Casio por adelantar desarrollos tecnológicos ha sido tal que en su portafolio de productos han estado computadores y televisores de bolsillo, agendas y diccionarios electrónicos y, según su línea de tiempo, el primer teléfono celular con cámara del mundo, entre otros.
Sin embargo, uno de los productos que más ha tenido un papel protagónico en esta compañía son sus relojes.
El mundo vio por primera vez un reloj Casio en noviembre del año 1974 cuando la compañía lanzó el Casiotron, un dispositivo digital que no solo calculaba las horas, minutos y segundos, sino que además era capaz de definir la cantidad de días que había en un mes.
De ahí en adelante Casio encontró en este producto un nicho de clientes que apreciaban de sus relojes características como la resistencia y la capacidad de medir factores más allá de la hora y la fecha.
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Pero los giros del siglo XXI han significado un nuevo reto para la compañía, seguir lanzando productos que se acoplen a las necesidades del mundo moderno aprovechando las nuevas tecnologías. De allí que varios fabricantes como Apple, Huawei, Samsung, Xiaomi y Motorola, entre otros, han llevado al mercado relojes inteligentes, dispositivos que conducen la funcionalidad de un reloj al extremo al incorporar elementos como GPS, medición del ritmo cardiaco, posibilidad de atender llamadas y escuchar música, entre otras.
Casio, para no quedarse atrás en esta curva de demanda, desde el año 2016 le ha apostado a integrar inteligencia en sus relojes, dos años después de que Apple lanzara su primer Apple Watch.
Este modelo es el Smart Outdoor Watch, un dispositivo equipado con Android Wear, sistema operativo que usualmente utilizan los relojes inteligentes. Bajo la línea Pro Trek Casio ha demostrado su presencia en el negocio de los smartwatch al disponer de dispositivos pensados principalmente en deportistas, equipos con GPS integrado, resistencia a golpes e inmersión en agua que cumplen estándares militares, además de una duración de batería que puede alcanzar hasta los tres días.
Lo anterior resulta ser atractivo ya que Apple, con su último reloj, el Apple Watch Serie 4 garantiza la duración de su batería hasta un día.
Casio y los relojes no tan inteligentes
Dentro de la apuesta de la compañía también se encuentran relojes que parecieran estar en una frontera tecnológica, es decir, ni se cierran completamente a la idea de conectarse a un celular, pero tampoco gozan de todas las características que puede ofrecer un smartwatch convencional.
Este tipo de artefactos tienen su ejemplo con el Casio Protection GW-B5600BC-1, un reloj que va un poco más allá del promedio de los relojes digitales al incorporar conectividad bluetooth que le sirve al usuario, por medio de la aplicación G-Shock Connected, para configurar la hora y demás elementos de medición, además de generar un registro de conteo de pasos y mostrar un mapa de la ruta recorrida en su entrenamiento.
Se espera que la disponibilidad de los nuevos relojes Pro Treck, como el WSD-F30, se dé a partir de enero de 2019.