CES 2021: bondades y amenazas de las “Big Tech”
La feria de tecnología de consumo más importante del mundo convocó a expertos y altos ejecutivos de firmas tecnológicas para discutir sobre privacidad, datos y monopolio.
Valeria Cortés Bernal / @cortesbernal_v
“La ciencia espacial, como la ciencia nuclear y toda la tecnología, no tiene conciencia propia. Que se convierta en una fuerza para el bien o para el mal depende del hombre”. Estas palabras forman parte del famoso discurso que dio el expresidente estadounidense John F. Kennedy en 1962 sobre el esfuerzo de la humanidad para llegar a la Luna. Y son las mismas que resonaron casi 60 años después en el Consumer Electronics Show (CES), la feria de tecnología de consumo más importante del mundo, que se realizó de manera virtual por el COVID-19.
El presidente de Microsoft, Brad Smith, recordó a Kennedy durante una conferencia sobre el uso dual que se le da a la tecnología, pues así como ha facilitado las vidas de millones de personas durante la pandemia del COVID-19, también se ha convertido en una herramienta para hacer tambalear a las democracias y poner en riesgo derechos humanos fundamentales.
No es raro que dichos debates se retomen luego de unas semanas bastante convulsionadas en materia tecnológica, que incluyeron a tres empresas silenciando al presidente Trump en sus plataformas, ciberataques que afectaron a varias agencias del gobierno estadounidense y temores sobre la protección de la privacidad en plataformas de mensajería.
“Cada vez más personas en todo el mundo nos miran y quieren saber qué salvaguardias estamos construyendo alrededor de la tecnología para protegernos contra los peligros que esta pueda crear”, señaló Smith.
Lea también: “Ciberataques son un peligro que el mundo no se puede permitir”: Microsoft
En la reciente versión del CES, las principales discusiones giraron en torno a una pregunta: ¿cuál debería ser la respuesta de la sociedad ante los nuevos retos que plantea la tecnología?
El tamaño de los conglomerados importa
Para Rachel Bovard, directora sénior del área política del Conservative Partnership Institute, los legisladores estadounidenses están tomando una postura acertada al investigar, sancionar y demandar a grandes conglomerados como Google y Facebook por presuntas prácticas de monopolio, pues estas compañías “acumulan un poder sin precedentes” al tener injerencia sobre áreas que van más allá de la industria electrónica, como los datos personales de la gente o el flujo de información de interés público.
“No hay que actualizar las leyes, creo que están bien equipadas para lo que nos enfrentamos, pero necesitamos pensar en el Congreso si las agencias (del Estado) están respondiendo como se debe. Una mirada cerrada, que excluye a la innovación, podría garantizar una amnistía de estas compañías en los casos de monopolio”, advirtió Bovard en un conversatorio sobre regulación y libre competencia.
La experta afirma que los reguladores deben ponerle lupa a la interoperabilidad que tienen varias plataformas de una misma compañía, al derecho a la portabilidad de datos y a las adquisiciones que hacen las Big Tech de pequeños emprendimientos. “No es una cuestión de castigar a estas empresas, sino de definir quién establece los términos aquí” señaló Bovard.
Robert Atkinson, presidente de la Information Technology and Innovation Foundation, opinó algo diferente. Para él no hay un abuso de poder y las empresas son blanco de críticas por su tamaño, como alguna vez lo fueron AT&T, General Motors e IBM.
“La grandeza es una virtud. Estados Unidos es poderoso porque creó grandes industrias desde 1800”, puntualizó, y agregó que la solución no está ni en desmembrarlas ni en permitirles actuar como quieran, sino en “comprender, sin una regulación de mano dura, que ocupan un lugar particular y deberían asumir ciertas responsabilidades”.
Privacidad, otro asunto pendiente
Durante el CES, los responsables de la privacidad de datos en Amazon, Google y Twitter también discutieron sobre los retos de 2021 en dicha área. Para Anne Toth, directora de Alexa Trust en Amazon, este será un año “para elevar la vara en materia de confianza” y afirma que la firma tiene un interés genuino en recolectar datos para mejorar la experiencia de los usuarios.
“Con cada lanzamiento de un producto llegan también herramientas de privacidad. Y no lo hacemos solo para responder a las exigencias de los reguladores, sino que realmente esperamos que los usuarios las utilicen”, dijo.
Pese a las buenas intenciones, los ejecutivos coinciden en que tanto los reguladores europeos como los estadounidenses los observan mucho más que antes. “Los datos lo están impulsando todo y, por lo tanto, prácticamente cualquier requerimiento legal se revisa o reinterpreta”, dijo Keith Enright, de Google. Y añadió que todo está dispuesto para que el presidente electo, Joe Biden, promulgue una ley federal de privacidad de datos digitales que deje claras las reglas de juego en su país.
Le sugerimos leer: ¿Qué le espera a la industria tecnológica con el gobierno Biden?
“Las leyes deben ser compatibles”, dijo Damien Kieran, de Twitter. “El gobierno tendría que comprender la implicación internacional de esto en el futuro. Si nos equivocamos en esto, aumentan las amenazas de una balcanización de internet”.
El CES, que normalmente se celebra en Las Vegas, cerró su primer evento completamente virtual con más 300 oradores en línea y 1.800 expositores. Según sus organizadores, se espera que el próximo año se lleve a cabo de manera semipresencial.
“La ciencia espacial, como la ciencia nuclear y toda la tecnología, no tiene conciencia propia. Que se convierta en una fuerza para el bien o para el mal depende del hombre”. Estas palabras forman parte del famoso discurso que dio el expresidente estadounidense John F. Kennedy en 1962 sobre el esfuerzo de la humanidad para llegar a la Luna. Y son las mismas que resonaron casi 60 años después en el Consumer Electronics Show (CES), la feria de tecnología de consumo más importante del mundo, que se realizó de manera virtual por el COVID-19.
El presidente de Microsoft, Brad Smith, recordó a Kennedy durante una conferencia sobre el uso dual que se le da a la tecnología, pues así como ha facilitado las vidas de millones de personas durante la pandemia del COVID-19, también se ha convertido en una herramienta para hacer tambalear a las democracias y poner en riesgo derechos humanos fundamentales.
No es raro que dichos debates se retomen luego de unas semanas bastante convulsionadas en materia tecnológica, que incluyeron a tres empresas silenciando al presidente Trump en sus plataformas, ciberataques que afectaron a varias agencias del gobierno estadounidense y temores sobre la protección de la privacidad en plataformas de mensajería.
“Cada vez más personas en todo el mundo nos miran y quieren saber qué salvaguardias estamos construyendo alrededor de la tecnología para protegernos contra los peligros que esta pueda crear”, señaló Smith.
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En la reciente versión del CES, las principales discusiones giraron en torno a una pregunta: ¿cuál debería ser la respuesta de la sociedad ante los nuevos retos que plantea la tecnología?
El tamaño de los conglomerados importa
Para Rachel Bovard, directora sénior del área política del Conservative Partnership Institute, los legisladores estadounidenses están tomando una postura acertada al investigar, sancionar y demandar a grandes conglomerados como Google y Facebook por presuntas prácticas de monopolio, pues estas compañías “acumulan un poder sin precedentes” al tener injerencia sobre áreas que van más allá de la industria electrónica, como los datos personales de la gente o el flujo de información de interés público.
“No hay que actualizar las leyes, creo que están bien equipadas para lo que nos enfrentamos, pero necesitamos pensar en el Congreso si las agencias (del Estado) están respondiendo como se debe. Una mirada cerrada, que excluye a la innovación, podría garantizar una amnistía de estas compañías en los casos de monopolio”, advirtió Bovard en un conversatorio sobre regulación y libre competencia.
La experta afirma que los reguladores deben ponerle lupa a la interoperabilidad que tienen varias plataformas de una misma compañía, al derecho a la portabilidad de datos y a las adquisiciones que hacen las Big Tech de pequeños emprendimientos. “No es una cuestión de castigar a estas empresas, sino de definir quién establece los términos aquí” señaló Bovard.
Robert Atkinson, presidente de la Information Technology and Innovation Foundation, opinó algo diferente. Para él no hay un abuso de poder y las empresas son blanco de críticas por su tamaño, como alguna vez lo fueron AT&T, General Motors e IBM.
“La grandeza es una virtud. Estados Unidos es poderoso porque creó grandes industrias desde 1800”, puntualizó, y agregó que la solución no está ni en desmembrarlas ni en permitirles actuar como quieran, sino en “comprender, sin una regulación de mano dura, que ocupan un lugar particular y deberían asumir ciertas responsabilidades”.
Privacidad, otro asunto pendiente
Durante el CES, los responsables de la privacidad de datos en Amazon, Google y Twitter también discutieron sobre los retos de 2021 en dicha área. Para Anne Toth, directora de Alexa Trust en Amazon, este será un año “para elevar la vara en materia de confianza” y afirma que la firma tiene un interés genuino en recolectar datos para mejorar la experiencia de los usuarios.
“Con cada lanzamiento de un producto llegan también herramientas de privacidad. Y no lo hacemos solo para responder a las exigencias de los reguladores, sino que realmente esperamos que los usuarios las utilicen”, dijo.
Pese a las buenas intenciones, los ejecutivos coinciden en que tanto los reguladores europeos como los estadounidenses los observan mucho más que antes. “Los datos lo están impulsando todo y, por lo tanto, prácticamente cualquier requerimiento legal se revisa o reinterpreta”, dijo Keith Enright, de Google. Y añadió que todo está dispuesto para que el presidente electo, Joe Biden, promulgue una ley federal de privacidad de datos digitales que deje claras las reglas de juego en su país.
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“Las leyes deben ser compatibles”, dijo Damien Kieran, de Twitter. “El gobierno tendría que comprender la implicación internacional de esto en el futuro. Si nos equivocamos en esto, aumentan las amenazas de una balcanización de internet”.
El CES, que normalmente se celebra en Las Vegas, cerró su primer evento completamente virtual con más 300 oradores en línea y 1.800 expositores. Según sus organizadores, se espera que el próximo año se lleve a cabo de manera semipresencial.