El debate en torno a las inteligencias artificiales debe ser interdisciplinario, integrando ramas como la ética y la filosofía, pues no dejar de ser cierto que las implicaciones de esta tecnología no son meramente técnicas, sino que trascienden a lo humano.
Con el lanzamiento de herramientas como Chat GPT y Bard, las inteligencias artificiales han cobrado un especial protagonismo, especialmente por el potencial que han manifestado para desarrollar actividades que, hasta hace poco, considerábamos como exclusivas de la inteligencia humana.
Si bien este no es un tema novedoso, pues el desarrollo de estas tecnologías lleva décadas en ámbitos como la academia (está el ejemplo de Eliza, que bien podría ser la tatarabuela de Chat Gpt al procesar lenguaje natural en 1964), no ha sido sino...