El debate en torno a las inteligencias artificiales debe ser interdisciplinario, integrando ramas como la ética y la filosofía, pues no dejar de ser cierto que las implicaciones de esta tecnología no son meramente técnicas, sino que trascienden a lo humano.
Con el lanzamiento de herramientas como Chat GPT y Bard, las inteligencias artificiales han cobrado un especial protagonismo, especialmente por el potencial que han manifestado para desarrollar actividades que, hasta hace poco, considerábamos como exclusivas de la inteligencia humana.