¿Cómo comprar por medio de casilleros virtuales?
Adquirir productos que no están disponibles en Colombia es una de las ventajas de utilizar este servicio. ¿Cómo funciona?
/Redacción Círculo de Experiencias
Fernando es amante de los zapatos. Le gustan más que todo los tenis por su practicidad para realizar sus labores diarias, pues se desempeña como fotógrafo. Un día, revisando las páginas web de sus marcas favoritas encontró dentro de las opciones un par de zapatillas que le llamaron la atención. La página ofrecía la opción de realizar la compra por este medio y enviar el producto a su casa, pero cuando Fernando intentó comprarlas se encontró con que esta referencia no estaba disponible en tiendas de Colombia, solo en las de Estados Unidos, país de origen de la marca.
Lea también: Casilleros virtuales, la manera segura de hacer compras en el exterior
Para Fernando fue una mala noticia, pues dentro de su cabeza solo existían dos opciones: ir hasta allá a comprarlos o que algún amigo que tuviera pensado viajar a Estados Unidos se los trajera. ¿Cuál de estas le resultaría más rápida y fácil? Concluyó que ninguna. Desistió de comprar los zapatos pues cualquiera de las alternativas en las que había pensado le salía o muy costosa o se demoraría demasiado.
Un día mientras le realizaba unas fotos a un artista observó que uno de los acompañantes tenía puestos los tenis que él había visto por la página. Se acercó y le preguntó cuánto le había costado ir por ellos. Se sorprendió con la respuesta: había traído sus zapatos por medio de un casillero virtual, un servicio que solicitó por medio de CourierBOX. “En menos de dos días ya los tenía en mi casa”, aseguró la persona. Fernando tomó apuntes y llegó a su casa a solicitar el mismo servicio. Todo por tener su par de tenis.
Lo primero que hizo fue ingresar a la página de CourierBOX. Cuando ingresó, le dio en la opción de ‘Crear Casillero’. Le pidieron nombre completo, correo electrónico y una contraseña. Minutos después le enviaron un mensaje de comprobación a su bandeja de entrada, el cual abrió la posibilidad de finalizar el proceso, para ello, le solicitaron una tarjeta de crédito. Ya con su cuenta creada le otorgaron un número de casillero o dirección a la que llegaría su pedido en Miami, Estados Unidos. Luego de este proceso, Fernando ingresó a la página donde vendían los zapatos, realizó la compra, la cual pagó también con su tarjeta de crédito.
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Cuando obtuvo la factura ingresó al módulo “Mi cuenta” con su usuario y contraseña en la página de CourierBOX y en la parte lateral izquierda encontró el icono “Prealerta”, en dónde pudo avisarle a la empresa que iba a llegar un pedido de zapatos a la dirección o número de casillero que le habían dado cuando hizo la afiliación. Fernando, por ser su primera vez como usuario, quiso simular el costo del envío, para ello la página le brindo la opción de calculadora, en donde le solicitaron las especificaciones del paquete: peso, largo, ancho, unidades, etc. Todo en medidas americanas.
Fernando compró unos zapatos que valieron menos de 200 dólares, por ende, no tuvo que pagar IVA. Durante el tiempo que tardó el transporte de los zapatos de Miami a Colombia, el centro de atención telefónica de la empresa realizó un seguimiento del estado del pedido. Fernando se comunicó varias veces para confirmar que sus zapatos sí vinieran en camino. Una vez llegado el pedido a Miami, fue notificado vía correo electrónico, al día siguiente recibió los zapatos en la puerta de su casa.
La sorpresa de este hombre fue mayor cuando comprobó que por ser suscriptor de El Espectador la empresa, CourierBOX, le realizó un descuento del 25 % en el costo del envio. Y tú ¿ya eres suscriptor de este medio?
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Fernando es amante de los zapatos. Le gustan más que todo los tenis por su practicidad para realizar sus labores diarias, pues se desempeña como fotógrafo. Un día, revisando las páginas web de sus marcas favoritas encontró dentro de las opciones un par de zapatillas que le llamaron la atención. La página ofrecía la opción de realizar la compra por este medio y enviar el producto a su casa, pero cuando Fernando intentó comprarlas se encontró con que esta referencia no estaba disponible en tiendas de Colombia, solo en las de Estados Unidos, país de origen de la marca.
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Un día mientras le realizaba unas fotos a un artista observó que uno de los acompañantes tenía puestos los tenis que él había visto por la página. Se acercó y le preguntó cuánto le había costado ir por ellos. Se sorprendió con la respuesta: había traído sus zapatos por medio de un casillero virtual, un servicio que solicitó por medio de CourierBOX. “En menos de dos días ya los tenía en mi casa”, aseguró la persona. Fernando tomó apuntes y llegó a su casa a solicitar el mismo servicio. Todo por tener su par de tenis.
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Fernando compró unos zapatos que valieron menos de 200 dólares, por ende, no tuvo que pagar IVA. Durante el tiempo que tardó el transporte de los zapatos de Miami a Colombia, el centro de atención telefónica de la empresa realizó un seguimiento del estado del pedido. Fernando se comunicó varias veces para confirmar que sus zapatos sí vinieran en camino. Una vez llegado el pedido a Miami, fue notificado vía correo electrónico, al día siguiente recibió los zapatos en la puerta de su casa.
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