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Con la mitad del año detrás de nosotros, el futuro se ve incierto e incluso aterrador: seguimos en medio de una pandemia, con restricciones severas a la movilidad y con daños en las economías que, para ciertos aspectos, durarán por años.
En tecnología, la segunda mitad del año señala hacia lanzamientos de la nueva generación de teléfonos de alta gama. Suena un poco frívolo pensar en esto en una de las peores épocas de la historia moderna. Y quizá lo es. Pero aquí va igual.
El panorama tecnológico está plagado de incertidumbre y, claro, de rumores sobre lo que viene para la próxima generación de teléfonos inteligentes. En la segunda mitad de este año podrían ver la luz dispositivos como el Pixel 5, el Galaxy Note 20, un Fold 2 o un One Plus Nord, entre otros.
El primer rumor grande señala no hacia la inclusión de algo nuevo, sino hacia la falta de algo viejo: los nuevos teléfonos de alta gama de Samsung y Apple podrían venir sin cargadores.
Las reacciones más comunes ante este rumor en blogs especializados, reseñas de YouTube o en redes sociales en general pueden agruparse en tres grandes categorías, si se quiere. La primera podemos llamarla “¡qué carajos!” y en ella se encuentran todos los usuarios que hacen la matemática básica de “¿pagué millones de pesos (o cientos de dólares-euros) por esto y ni siquiera viene con el cargador?”.
La segunda categoría podría denominarse como “los desapegados” y en ella se encuentran usuarios que, si bien reconocen que por su dinero merecen tener un cargador, también confiesan que tienen tres o cuatro de esos en cajones olvidados; el argumento acá no sólo es de necesidad, sino también de costo ambiental (fabricación del cargador, pero también de los empaques para contenerlo).
Y la tercera sería un poco la categoría del “no sé qué es peor”, en la que hay usuarios que quizá quisieran un cargador, pero también entienden el costo ambiental detrás de su fabricación y entonces habitan un punto medio en el que se mezcla la indecisión con la aceptación de la suerte de lógica detrás de una decisión corporativa como esta.
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Vale la pena aclarar que la no inclusión de un cargador podría no repercutir significativamente en el costo final del dispositivo; si bien su fabricación cuesta, hecho a la escala masiva de una compañía como Apple, el costo diferido y trasladado para cada teléfono pareciera ser marginal.
El rumor sobre la falta de cargador es, al menos a juzgar por la conversación especializada en el mundillo de la tecnología, más fuerte en el mundo Apple, en el cual también rondan una serie de rumores y posibles modelos sobre cómo sería la próxima generación de iPhone, que para esta altura sería denominada como 12.
Agrupamos los rumores más populares sobre qué podría traer el próximo iPhone de esta forma. Todas son especulaciones que parten de diseños filtrados, especificaciones técnicas en supuestos renders oficiales y líneas de código escondidas que podrían significar nuevas funciones.
Tamaños: se especula que la próxima generación de teléfonos de Apple presentaría tres versiones. iPhone 12, iPhone 12 Pro y iPhone 12 Pro Max (ojalá haya un cambio en el sistema de nombrarlos, especialmente el último). Como es costumbre, los tamaños van en orden ascendente, comenzando con 5,4 pulgadas, 6,1-6,2 pulgadas para el segundo y 6,7 pulgadas para el más grande.
Son dimensiones interesantes, especialmente para el primero, que estaría en la mitad entre lo que era el antiguo iPhone SE y la versión actual del dispositivo. Entonces, sería el teléfono más pequeño de la marca, pero con las especificaciones más recientes, lo que podría llamar la atención de los usuarios de forma poderosa.
Sobre la pantalla más grande hay que decir que, al menos por lo que se puede ver en videos que utilizan modelos fabricados para demostrar dimensiones y posibles características de diseño, podría ser el dispositivo que mejor aprovechará los cambios de funcionalidad que traerá iOS 14, especialmente lo que tiene que ver con la utilización de widgets, de la misma forma que Android lleva haciéndolo hace años.
Pantalla: ya que hablamos de pantalla, hay que mencionar que el teléfono más grande (y más caro) podría traer una tasa de refresco de 120Hz para esa pantalla de 6,7 pulgadas. Lo que pone el iPhone a la par con otros fabricantes que ya han incluido esta posibilidad en sus dispositivos. La mejora acá es la experiencia para reproducción de video, así como la utilización de videojuegos.
¿Por qué podría venir sólo para el iPhone más grande? Porque 120 Hz implican un mayor consumo de batería y, al ser el teléfono con las mayores dimensiones internas, también acomodaría una pila capaz de entregar desempeño sin golpear demasiado la duración.
Diseño: los modelos que andan circulando por ahí señalan hacia un lenguaje de diseño que estaría más cercano a los antiguos iPhone 4 y 5S, o sea, bordes más cuadrados que redondeados. De cierta forma, señalan mucho más hacia la forma y acabados que ya están presentes en el iPad Pro de última generación. Este cambio, de resultar cierto, podría ser ampliamente popular, pues el 5S es de los teléfonos de la marca más recordados por su diseño.
Cámaras: los rumores señalan que seguiría en pie la diferenciación de un modelo con dos lentes y los otros dos con tres lentes. Hay algunas preguntas sobre la posibilidad de incluir el sistema Lidar (presente en el iPad Pro) en los modelos de más alta gama (iPhone 12 Pro y iPhone 12 Pro Max). Pero eso no está claro.
Lo que sí resulta interesante es que, escarbando un poco en las líneas de código de las versiones beta de iOS14, se ha encontrado evidencia sobre la posibilidad de que alguno de los nuevos iPhone (que serían introducidos en septiembre) permitan grabar video en 4K a 124 cuadros por segundo, lo que representa un salto sustancial que bien será apreciado por los profesionales del video.
Conectividad y puertos: más que un rumor, la posibilidad de tener conectividad 5G en la nueva generación de iPhone es un deseo de los usuarios. Claro, esto significa que el dispositivo podría ser un poco más caro y que, seguramente, tendrá mayores requerimientos de batería.
En cuanto al puerto de conexión, los modelos siguen mostrando el tradicional Lightning en vez el USB-C, que para este punto es bastante más popular y ya está presente en varios productos del mismo Apple.
Precios y una sorpresa: en cuanto a precios, los rumores señalan hacia los US$1.000 y US$1.100 para los modelos Pro. Lo interesante es la posibilidad de que el modelo más pequeño pueda costar alrededor de US$650.
Los modelos que han estado circulando incluyen una especie de botón extra en uno de los costados del teléfono (que no es una reubicación del de encendido), lo que ha despertado una serie de teorías: un puerto para conectividad alternativa (sea lo que sea que eso signifique), un adaptador para conexión magnética o la sección en donde iría la nueva antena para 5G.
¿Se viene un dispositivo plegable?
Esta semana, varios portales especializados compartieron una solicitud que presentó Apple ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos para patentar el diseño de un dispositivo plegable.
El equipo incluiría dos paneles de visualización separados por una bisagra y una de ellas permitiría visualizar notificaciones con el dispositivo cerrado.
Aunque no se trata de de un diseño para la siguiente generación de iPhone, es claro que Apple está interesado en incursionar en este terreno, como ya lo han hecho Samsung, Huawei y Motorola.
Sin embargo, esto no necesariamente quiere decir que el dispositivo verá la luz en el corto plazo, pues la marca suele patentar todo tipo de ideas mucho antes de llevarlas a cabo para blindarse en materia de propiedad intelectual.