¿Cómo vamos en derechos digitales?
La Fundación Karisma analizó las políticas de libertad de expresión, intimidad, inclusión, protección de datos y seguridad digital en Claro, Movistar, Tigo-Une, ETB, Directv, Emcali y Telebucaramanga.
Juan miguel Hernández Bonilla
La tesis central que motivó la publicación de la tercera entrega del informe ¿Dónde están mis datos?, realizado por Carolina Botero y Ann Spanger, investigadoras de la Fundación Karisma, es clara: la vida en internet no puede distinguirse de la vida en cualquier otro ámbito. “A través de la red producimos y compartimos nuestra información, nuestras opiniones, buscamos lo que nos interesa y nos comunicamos con otras personas. En este proceso, fragmentos de nuestra vida, tanto pública como privada, quedan flotando en el mundo virtual”, asegura el informe.
Por eso, y teniendo en cuenta que la información que los ciudadanos dejan en la web puede ser rastreada, registrada, acumulada o compartida por empresas privadas y gobiernos, la investigación de Karisma tuvo como propósito revisar si los proveedores de internet en Colombia están o no cumpliendo con los derechos humanos en el entorno digital.
Para hacer ese diagnóstico se analizaron las políticas de libertad de expresión, intimidad, inclusión, protección de datos y seguridad en siete compañías del sector de telecomunicaciones en el país: Claro, Movistar, Tigo-Une, ETB, Directv, Emcali y Telebucaramanga.
De acuerdo con las investigadoras, la información pública que las empresas evaluadas ofrecen en sus sitios web, y la publicidad, claridad, facilidad y accesibilidad de la misma, fueron el insumo principal para hacer el análisis y obtener los resultados.
A diferencia de otros años, en esta edición Karisma incluyó dos nuevos ejes de estudio. “Se agregó el eje de compromisos políticos, en el que, además de informes de transparencia, se incluyeron los criterios sobre políticas de género y accesibilidad, y el eje de seguridad digital que tuvo en cuenta la forma en que las empresas informan sobre brechas de seguridad y la adopción del protocolo HTTPS en las páginas web”.
Principles hallazgos
El informe asegura que, entre las empresas evaluadas, ETB es la única que publicó en 2017 información equivalente a un primer informe de transparencia, y Movistar y ETB han hecho un esfuerzo importante para comunicarles a las personas cuáles son sus políticas corporativas relacionadas con la protección de sus datos.
Por otra parte, el estudio demuestra que Claro, Movistar, ETB y Directv se han comprometido a notificar a las personas cuando terceros solicitan su información, y que Movistar y Directv informan sobre su obligación de conservar los datos de las personas e información sobre el uso que hacen de sus servicios.
Adicionalmente, Movistar y Directv son los únicos proveedores que tienen una política de género publicada en su sitio, y sólo ETB explica el procedimiento que implementa para bloquear material de explotación sexual infantil.
Según Karisma, ETB es la única empresa del sector que desarrolla su compromiso con la libertad de expresión de las personas que utilizan sus servicios. Tigo-Une, Telebucaramanga y ETB aplican el protocolo HTTPS de manera predeterminada en sus sitios web, y estos últimos consideran las brechas de seguridad como una amenaza digital y muestran su compromiso de mitigarlas si llegaran a suceder.
Por su parte, voceros de Tigo-Une y de Movistar reconocen como positivas las investigaciones de este tipo, pero tienen reparos con la metodología utilizada. Para Tigo, por ejemplo, los malos resultados que obtuvieron en libertad de expresión son consecuencia de que Karisma “privilegia la información publicada en las páginas web, independiente de que la política, procedimientos y documentos que guían la gestión empresarial de la compañía consideren la libertad de expresión como un componente fundamental”.
Voceros de Movistar aseguraron que la baja calificación que tuvo la empresa en seguridad digital también se debe a que el protocolo HTTPS está presente sólo en la página de transacciones y no en la página principal de la compañía, que fue la analizada por Karisma. “Los códigos de seguridad están donde los clientes ingresan los datos confidenciales y no donde aparece las ofertas. Por eso, en ese ítem nuestra puntuación fue baja”, añadieron.
Retos y conclusiones
Para la Fundación Karisma, es preciso resaltar el esfuerzo que han hecho las empresas por facilitar a las personas interesadas la información sobre sus políticas de protección de datos. “La mayoría de proveedores de internet en Colombia tienen hoy mejores documentos. En general, podemos decir que en 2017 los resultados muestran cambios positivos”.
No obstante, como en años anteriores, las empresas tienen resultados deficientes en la publicación de informes de transparencia y en la adopción de políticas en contra de la discriminación. Las empresas evaluadas aún tienen un importante camino por recorrer para mostrar un verdadero compromiso con proteger y respetar los derechos a la libertad de expresión y la intimidad y a ser más cuidadosas con la seguridad digital en los servicios digitales que proveen.
La tesis central que motivó la publicación de la tercera entrega del informe ¿Dónde están mis datos?, realizado por Carolina Botero y Ann Spanger, investigadoras de la Fundación Karisma, es clara: la vida en internet no puede distinguirse de la vida en cualquier otro ámbito. “A través de la red producimos y compartimos nuestra información, nuestras opiniones, buscamos lo que nos interesa y nos comunicamos con otras personas. En este proceso, fragmentos de nuestra vida, tanto pública como privada, quedan flotando en el mundo virtual”, asegura el informe.
Por eso, y teniendo en cuenta que la información que los ciudadanos dejan en la web puede ser rastreada, registrada, acumulada o compartida por empresas privadas y gobiernos, la investigación de Karisma tuvo como propósito revisar si los proveedores de internet en Colombia están o no cumpliendo con los derechos humanos en el entorno digital.
Para hacer ese diagnóstico se analizaron las políticas de libertad de expresión, intimidad, inclusión, protección de datos y seguridad en siete compañías del sector de telecomunicaciones en el país: Claro, Movistar, Tigo-Une, ETB, Directv, Emcali y Telebucaramanga.
De acuerdo con las investigadoras, la información pública que las empresas evaluadas ofrecen en sus sitios web, y la publicidad, claridad, facilidad y accesibilidad de la misma, fueron el insumo principal para hacer el análisis y obtener los resultados.
A diferencia de otros años, en esta edición Karisma incluyó dos nuevos ejes de estudio. “Se agregó el eje de compromisos políticos, en el que, además de informes de transparencia, se incluyeron los criterios sobre políticas de género y accesibilidad, y el eje de seguridad digital que tuvo en cuenta la forma en que las empresas informan sobre brechas de seguridad y la adopción del protocolo HTTPS en las páginas web”.
Principles hallazgos
El informe asegura que, entre las empresas evaluadas, ETB es la única que publicó en 2017 información equivalente a un primer informe de transparencia, y Movistar y ETB han hecho un esfuerzo importante para comunicarles a las personas cuáles son sus políticas corporativas relacionadas con la protección de sus datos.
Por otra parte, el estudio demuestra que Claro, Movistar, ETB y Directv se han comprometido a notificar a las personas cuando terceros solicitan su información, y que Movistar y Directv informan sobre su obligación de conservar los datos de las personas e información sobre el uso que hacen de sus servicios.
Adicionalmente, Movistar y Directv son los únicos proveedores que tienen una política de género publicada en su sitio, y sólo ETB explica el procedimiento que implementa para bloquear material de explotación sexual infantil.
Según Karisma, ETB es la única empresa del sector que desarrolla su compromiso con la libertad de expresión de las personas que utilizan sus servicios. Tigo-Une, Telebucaramanga y ETB aplican el protocolo HTTPS de manera predeterminada en sus sitios web, y estos últimos consideran las brechas de seguridad como una amenaza digital y muestran su compromiso de mitigarlas si llegaran a suceder.
Por su parte, voceros de Tigo-Une y de Movistar reconocen como positivas las investigaciones de este tipo, pero tienen reparos con la metodología utilizada. Para Tigo, por ejemplo, los malos resultados que obtuvieron en libertad de expresión son consecuencia de que Karisma “privilegia la información publicada en las páginas web, independiente de que la política, procedimientos y documentos que guían la gestión empresarial de la compañía consideren la libertad de expresión como un componente fundamental”.
Voceros de Movistar aseguraron que la baja calificación que tuvo la empresa en seguridad digital también se debe a que el protocolo HTTPS está presente sólo en la página de transacciones y no en la página principal de la compañía, que fue la analizada por Karisma. “Los códigos de seguridad están donde los clientes ingresan los datos confidenciales y no donde aparece las ofertas. Por eso, en ese ítem nuestra puntuación fue baja”, añadieron.
Retos y conclusiones
Para la Fundación Karisma, es preciso resaltar el esfuerzo que han hecho las empresas por facilitar a las personas interesadas la información sobre sus políticas de protección de datos. “La mayoría de proveedores de internet en Colombia tienen hoy mejores documentos. En general, podemos decir que en 2017 los resultados muestran cambios positivos”.
No obstante, como en años anteriores, las empresas tienen resultados deficientes en la publicación de informes de transparencia y en la adopción de políticas en contra de la discriminación. Las empresas evaluadas aún tienen un importante camino por recorrer para mostrar un verdadero compromiso con proteger y respetar los derechos a la libertad de expresión y la intimidad y a ser más cuidadosas con la seguridad digital en los servicios digitales que proveen.