Desde ya se conocen los primeros esfuerzos que podrían derivar en las futuras reglas de juego en torno a estas nuevas tecnologías.
Foto: Viviana Velásquez
El auge de la inteligencia artificial está despertando cada vez más la preocupación de la comunidad internacional. Los nuevos modelos de procesamiento de lenguaje (como lo es ChatGPT y Bard), el desarrollo de mecanismos capaces de automatizar tareas que antes eran exclusivas de los humanos, así como el de tecnologías que generan o alteran imágenes, videos y audio (las famosas ‘deepfakes’) plantean oportunidades para la humanidad, pero también desafíos.
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