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Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, los acosadores tienen cada vez más herramientas para violentar la privacidad de sus víctimas. Un reciente estudio publicado por la firma de seguridad informática Kaspersky Lab, revela que el stalkerware se ha convertido en una de las formas más comunes de ciberacoso.
También conocido como el virus del acosador, el stalkerware se caracteriza por ser un archivo, o programa, que le permite al atacante monitorear las actividades que su víctima realiza en un teléfono móvil, tablet o computador. Ejemplo de esto es conocer la ubicación en tiempo real, leer mensajes, escuchar llamadas telefónicas y hasta activar las cámaras y micrófonos del dispositivo infectado. Una clara violación al derecho fundamental de la privacidad.
Lo que llama la atención del stalkerware, y de allí la preocupación que enciende alarmas, es que no hace falta ser un ávido conocedor de sistemas informáticos para dirigir esta amenaza. Según lo explicado por Carolina Mojica, quien es una de las expertas de Kaspersky Lab, basta que el atacante acceda físicamente al dispositivo de su víctima, ingrese a la tienda de aplicaciones y descargue el software espía. Una maniobra que puede realizarse en cuestión de minutos, y de forma desapercibida, pues estas aplicaciones (una vez instaladas) suelen esconderse para que las víctimas no se enteren de su existencia.
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Mojica detalla que estas apps continúan vigentes en las tiendas de aplicaciones porque suelen venderse como herramientas de control parental, por lo que aunque sus usos malintencionados incurran en acciones ilegales, estas se siguen distribuyendo sin mayores problemas.
“La víctima ignora por completo que está siendo espiada. Desde Kaspersky creemos que el stalkerware es un problema que no debe ser visto sólo desde una mirada técnica, sino como una forma más de abuso. Está demostrado que este software está asociado con casos de maltrato sicológico y también es considerado como otra forma de violencia, pues los acosadores se basan en estas herramientas para tener el control de las víctimas”, precisa la gerente de productos de consumo para México en Kaspersky, Judith Tapia.
Esta directiva también menciona que en muchos países el stalkerware se encuentra en un vacío legal, a pesar de que es una práctica contraria a la ética y al derecho a la intimidad de las personas. Es por esto que invita a los gobiernos y a las organizaciones especializadas en violencia doméstica, a tomar conciencia y acciones sobre este problema.
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Cifras manejadas por Kaspersky muestran que, en Colombia, el 52 % de la población desconoce la existencia de esta amenaza y cómo identificar si está siendo acosada digitalmente, lo que amplía el grado de vulnerabilidad. Este desconocimiento es mayor en los hombres (49 %), que en las mujeres (42 %), aunque las cifras también indican que la población femenina es la que más padece de este flagelo (el 28 % de ellas asegura haber sido víctima de acoso digital, mientras que el 22 % de ellos asegura lo mismo).
Actualmente, la forma más común de acoso digital se presenta mediante el monitoreo de teléfonos celulares (54 %), seguida de programas instalados en computadoras (36 %), espionaje de cámaras web (24 %), e interceptación con dispositivos domésticos inteligentes (14 %, como lo pueden ser los asistentes de voz para el hogar de Google y Amazon).
¿Cómo saber si estoy siendo víctima de stakerware?
Aunque una de las grandes características de estos programas es que pasan desapercibidos, hay signos que pueden indicar cuándo una persona está siendo víctima de esta forma de ciberacoso:
- Aumento en el uso de datos móviles: esto se da porque estos programas necesitan enviar constantemente información al acosador.
- La batería del teléfono se agota rápidamente: estas aplicaciones trabajan en segundo plano, por lo que todo el tiempo están consumiendo energía del dispositivo infectado. Hay teléfonos que permiten identificar cuáles son las aplicaciones que más están descargando la batería de nuestro teléfono.
- Detectar en tu teléfono aplicaciones desconocidas: muchas de estas se camuflan o pasan desapercibidas a simple vista, pero esto no las hace imposibles de ser detectadas. Por ejemplo, el identificador de aplicaciones que más consumen batería podría sacar a la luz esta aplicación.
- Notar ruidos de fondo sospechosos en las llamadas: un indicio de que estas pueden estar siendo interceptadas.
- Darse cuenta de que alguien más conoce información privada y resguardada: muchos acosadores se delatan al decirle a sus víctimas información que solo estas conocen, como los lugares que frecuetaron en la última semana, las personas con las que intercambiaron mensajes, o las fotos o archivos que tienen almacenados en sus teléfonos móviles.
Si sospecha que está siendo víctima de stalkerware, pero no identifica la aplicación por la que estaría siendo espiado o espiada, una alternativa podría ser formatear su teléfono móvil. Solo recuerde que para esto es importante que haga un backup de archivos importantes (y que usted conozca e identifique) para que no pierda su información.
¿Cómo evitar ser víctima de stalkerware?
Estas son algunas de las recomendaciones que brinda Kaspersky Lab:
- Bloquea tu pantalla con una contraseña y no la compartas con nadie: ninguna pareja sentimental, amigo o conocido puede obligarte a que le compartas la contraseña de tu teléfono. Eres libre para ejercer tu derecho a la privacidad.
- Consulta regularmente la lista de aplicaciones que utilizas y elimina las que no necesitas.
- Deshabilita la opción de aplicaciones de terceros en dispositivos Android. En dispositivos iOS hay una ventaja, y es que para que una app sea instalada la persona tiene que poner una clave o pasar por el filtro de reconocimiento facial o de huellas.
- Protege tus dispositivos con productos antimalware legítimos y confiables.
- Nunca dejes tu teléfono sin supervisión.
Un problema que afecta en mayor medida a las mujeres
No es que un hombre no pueda ser víctima de stalkerware, evidentemente puede serlo y es importante que acate todas estas recomendaciones. Sin embargo, colectivos feministas como Luchadoras advierten que el ciberacoso es una problemática que afecta en mayor medida a las mujeres.
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“Entre 2020 y 2021 recibimos 1.091 solicitudes de apoyo, de las cuales el 93,58 % afectaron a una mujer. El 89,74 % fueron directamente de una mujer”, reporta Luchadoras, al agregar que las formas de agresión más presentes son: amenazas (57,38 %), difusión de contenido íntimo (15,7 %) y acoso (15,7 %).
El llamado es a estar alerta ante este tipo de amenazas e investigar cómo operan, pues ante las armas digitales de un acosador, el conocimiento y la información son grandes aliados para no caer en sus redes.
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