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Los centros de datos son el corazón de la infraestructura digital que impulsan desde servicios en la nube hasta aplicaciones de inteligencia artificial. En 2024, su crecimiento está marcado por una demanda sin precedentes debido a la expansión de esta nueva tecnología, pero a su vez, genera desafíos en la búsqueda por más capacidad.
La escasez de espacio y electricidad está llevando a la industria a buscar soluciones alternativas, desde energías renovables hasta reactores nucleares modulares. Además, ante las limitaciones en los mercados tradicionales, las inversiones se están expandiendo a regiones emergentes. El ecosistema de los centros de datos no solo se transforma para sostener la revolución tecnológica, sino también para buscar alternativas de sostenibilidad y viabilidad a largo plazo.
Uno de los principales impulsores de esta demanda energética es el proceso de entrenamiento de modelos de IA, especialmente los de aprendizaje profundo. Estos modelos requieren entrenarse con inmensas cantidades de datos, un proceso que implica la ejecución de millones de cálculos y ajustes de parámetros para optimizar la precisión de los resultados. La ejecución de estas operaciones se realiza en grandes centros de datos que, aunque diseñados para ser lo más eficientes posible, consumen cantidades significativas de electricidad.
El informe Americas Data Center 2024 de Cushman & Wakefield analiza el estado del mercado de centros de datos en América. La demanda de infraestructura ha llevado a que actualmente haya 6.4 GW de capacidad en construcción, con el 83 % ya comprometido antes de su finalización.
De acuerdo al estudio, las redes eléctricas en hubs tradicionales, como Virginia y Silicon Valley, están al límite de su capacidad, lo que ha llevado a los operadores a buscar alternativas. Para mitigar este problema, el sector está invirtiendo en energías renovables, almacenamiento en baterías y explorando tecnologías como los reactores nucleares modulares (SMRs), podrían garantizar una fuente de energía estable y sostenible.
Además, se están implementando microgrids y sistemas de generación descentralizada para reducir la dependencia de la red eléctrica convencional.
Ante la saturación de los principales mercados, el informe señala un creciente interés en ciudades emergentes como Indianápolis, Kansas City, Salt Lake City y Minneapolis. Estos mercados ofrecen mayor disponibilidad de terreno, costos operativos más bajos y acceso a fuentes de energía más confiables, lo que los convierte en destinos estratégicos para nuevas inversiones en centros de datos.
De igual forma, en América Latina, ciudades como como Bogotá, San Pablo, Querétaro y Santiago están ganando relevancia como mercados secundarios.
En entrevista con El Espectador, Juan Carlos Delgado, Country Manager de Cushman & Wakefield Colombia, explicó la comparación del mercado estadounidense y América Latina, los principales desafíos de los data centers, la situación de Colombia en este contexto y la importancia de explorar alternativas sostenibles.
- · ¿Cómo se compara el crecimiento de los data centers en Sudamérica con el de Norteamérica?
Los mercados principales como Virginia, Dallas y Chicago destacan por su infraestructura madura, redes de conectividad robustas y acceso estable a energía diversificada. Además, cuentan con incentivos gubernamentales y economías de escala que facilitan la expansión de los centros de datos.
En contraste, los mercados secundarios en América Latina, aunque en crecimiento, aún enfrentan desafíos como disponibilidad de energía, costos operativos y regulaciones más complejas, la digitalización y la llegada de hyperscalers (centros de datos de gran tamaño) están acelerando su desarrollo, posicionándolos como actores clave en la región.
Además de San Pablo, Santiago y Querétaro, otros mercados en Latinoamérica están emergiendo con fuerza debido a la creciente demanda de infraestructura digital. Bogotá y Buenos Aires están ganando relevancia gracias a su conectividad, ubicación estratégica y el interés de inversionistas en expandir la capacidad de centros de datos en la región.
El fortalecimiento de estos mercados se debe a varios factores clave: la infraestructura de telecomunicaciones en expansión, la disponibilidad de energía relativamente estable y el apoyo gubernamental con incentivos para la inversión tecnológica.
En mercados como Colombia y Chile, la apuesta por energías renovables también juega un papel importante, ya que los operadores buscan sostenibilidad y eficiencia en sus operaciones.
- · ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan los operadores de data centers en la región?
Las empresas están respondiendo a la crisis energética con estrategias diversificadas para garantizar un suministro estable y sostenible. Entre las principales medidas adoptadas se encuentran la inversión en energías renovables, como la solar y la eólica, así como el desarrollo de sistemas de almacenamiento con baterías de gran capacidad para mitigar las fluctuaciones en el suministro eléctrico.
Además, muchas compañías están implementando microgrids, redes eléctricas locales que pueden operar de manera independiente o en conjunto con la red principal, lo que les permite mejorar la resiliencia operativa. Para asegurar un suministro constante y a precios competitivos, los operadores de centros de datos están firmando acuerdos de compra de energía (PPAs) a largo plazo con proveedores de energía limpia. Esto no solo les permite estabilizar costos, sino también avanzar en sus objetivos de sostenibilidad.
En mercados como Texas y Quebec, donde la falta de electricidad ha sido un desafío significativo, las empresas han adoptado enfoques aún más agresivos, incluyendo la construcción de su propia infraestructura de generación energética. Algunas compañías han recurrido a fuentes como el gas natural o la energía hidroeléctrica para garantizar su independencia de la red pública.
- · Colombia aparece como un mercado secundario en el informe. ¿Cuáles son sus principales fortalezas y oportunidades en el sector?
Colombia, como mercado secundario de centros de datos en América Latina, presenta importantes fortalezas y oportunidades que lo posicionan como un destino atractivo para la expansión del sector. Una de sus principales ventajas es su matriz energética, compuesta en su mayoría por energía hidroeléctrica, lo que permite costos energéticos competitivos y alineación con las tendencias globales de sostenibilidad. Además, el país ha avanzado en el desarrollo de energías renovables, con incentivos para la inversión en fuentes como la solar y eólica, lo que refuerza su atractivo para operadores de centros de datos que buscan reducir su huella de carbono.
Su posición geográfica facilita la conectividad con mercados de América del Norte, el Caribe y el resto de Sudamérica, convirtiéndolo en un punto clave para el tráfico de datos en la región. Bogotá, en particular, ha emergido como el epicentro del crecimiento en infraestructura digital, con inversiones significativas como la de OData, que planea construir dos centros de datos con una capacidad de 144MW, y la Zona Franca de Bogotá, que destinará 300MW exclusivamente para el desarrollo de este sector.
En los próximos años, el desafío para Colombia será continuar desarrollando su infraestructura energética y de telecomunicaciones para soportar la creciente demanda, así como fortalecer su conectividad con cables submarinos y redes de fibra óptica. Con estas mejoras, el país tiene el potencial de convertirse en un hub digital clave en América Latina, atrayendo más inversiones en centros de datos y consolidando su posición en el ecosistema global de la industria.
- · La escasez de energía es un problema clave en América. ¿Cómo están enfrentando los data centers este desafío?
Las restricciones de energía están teniendo un impacto significativo en la selección de ubicaciones para nuevos centros de datos, ya que las empresas buscan regiones con un suministro eléctrico más confiable, costos operativos más bajos y acceso a fuentes de energía renovable.
En el caso de Colombia, Bogotá ha emergido como un destino atractivo debido a su infraestructura energética relativamente estable y a su ubicación estratégica dentro del país. Sin embargo, la creciente demanda de capacidad está impulsando la exploración de otras ciudades y regiones con potencial para albergar centros de datos, como Medellín y Barranquilla. Estas ciudades ofrecen ventajas como una mejor disponibilidad de terrenos, conectividad a redes de fibra óptica y un clima favorable para la eficiencia energética, en particular en las zonas de mayor altitud, donde las temperaturas más bajas pueden reducir los costos de refrigeración.
Otro factor clave en la selección de ubicaciones es la posibilidad de acceder a fuentes de energía renovable, especialmente la hidroeléctrica, que representa una gran parte de la matriz energética colombiana. Sin embargo, la dependencia del país en este tipo de generación también representa un riesgo en períodos de sequía, como los que pueden intensificarse con fenómenos climáticos como El Niño, lo que ha llevado a algunas empresas a diversificar su suministro con energía solar y eólica.
Además, el gobierno colombiano está impulsando políticas de transición energética y eficiencia, lo que podría influir en la disponibilidad y costos de la electricidad para los operadores de centros de datos. Las empresas del sector también están evaluando la cercanía a subestaciones eléctricas, la posibilidad de establecer microgrids y el acceso a incentivos fiscales o regulatorios que faciliten la inversión en infraestructura energética propia.
En este contexto, la selección de nuevas ubicaciones ya no solo depende de la conectividad y la infraestructura urbana, sino también de la capacidad de garantizar un suministro energético estable, sostenible y competitivo a largo plazo.
- · ¿Qué soluciones energéticas están explorando los operadores para garantizar la sostenibilidad de los data centers?
En Texas, CPS Energy ha anunciado una inversión de $1.3 mil millones en energía y transmisión para sostener el crecimiento de los centros de datos.
En Canadá, Ontario Power Generation ha extendido la vida útil de su planta nuclear en Pickering para garantizar suministro estable.
En Chile, las políticas de energía limpia están impulsando proyectos de energía solar y eólica para abastecer centros de datos en Santiago.
En Colombia, la transición hacia energías renovables está impulsando proyectos como los parques solares y eólicos en La Guajira, que buscan fortalecer la matriz energética y garantizar suministro estable. Además, en ciudades como Bogotá y Medellín, algunas empresas han comenzado a implementar paneles solares en sus centros de datos y explorar el uso de microgrids para reducir su dependencia de la red eléctrica. Aunque el país aún no cuenta con megaproyectos específicos para centros de datos, el creciente interés en energías limpias y almacenamiento energético apunta a un desarrollo acelerado en los próximos años.
- · Se menciona el interés en reactores nucleares modulares pequeños. ¿Cómo podrían transformar el sector?
Los SMRs ofrecen una alternativa escalable y eficiente para abastecer centros de datos con energía confiable y libre de emisiones. Estos reactores podrían instalarse en mercados con escasez de energía, como Quebec y el sur de los EE. UU., reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y garantizando estabilidad energética a largo plazo.
Ahora, en nuestro país, aunque la energía nuclear no forma parte de la matriz energética actual, se ha comenzado a explorar su viabilidad a través de estudios y alianzas internacionales. Con una alta dependencia de la hidroelectricidad, fenómenos como El Niño han evidenciado la necesidad de diversificar las fuentes de energía, lo que podría abrir la puerta a la discusión sobre los SMRs en el futuro, especialmente para garantizar el suministro energético en sectores estratégicos como los centros de datos y la industria tecnológica.
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