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“No cabe duda: los drones facilitan las actividades que a pie resultan demoradas y dispendiosas”, aseguró Fabio Cuello Cogan, ingeniero naval electrónico creador de la empresa SempMira, prestadora de servicios con y para estas naves no tripuladas.
Desde su creación, los drones han cumplido diferentes funciones. Originalmente fueron utilizados por estrategas e ingenieros militares en las guerras para transportar bombas y explosivos, luego tuvieron un uso agrícola a finales de la segunda mitad del siglo XX en Asia, hasta hoy, cuando los más jóvenes se entretienen piloteando estas naves por medio de simples controles del tamaño de un smartphone.
Con el tiempo, sus fabricantes los han dotado de diferentes capacidades y tecnologías que los han convertido en importantes aliados en sectores como la construcción. “Son útiles desde antes de iniciar grandes proyectos. Con ellos podemos hacer un levantamiento topográfico del suelo, incluso desde antes de quitar los árboles. Esto funciona al momento de hacer planos de una carretera, urbanización o cualquier complejo a construir”.
Asimismo, la realización de vuelos periódicos durante las obras les facilita a topógrafos e ingenieros la creación y revisión de planos. Por medio de fotografías y videos registran los diferentes momentos por los que pasa el proyecto, una ventaja importante frente a situaciones inesperadas y la aplicación de los respectivos correctivos.
En el campo
Actualmente, las aeronaves no tripuladas son una de las herramientas más importantes en la agricultura y sus servicios están entre los más solicitados por las personas que trabajan en el sector al momento de hacer una revisión específica de sus cultivos.
Por medio de sensores especialmente diseñados para estos propósitos, los drones son capaces de captar en segundos las condiciones de las plantas que se encuentran en terrenos de difícil acceso y que a pie exigirían varias horas e incluso días de recorrido.
“El uso de un dron con un sensor multi o hiperespectral, entre otras cosas, permite establecer el nivel de estrés de las plantas y elaborar diferentes mapas de los cultivos con el fin de optimizar el uso del agua, los fertilizantes, los pesticidas y, en general, los diferentes insumos agrícolas, mientras se aumenta la producción como resultado de tener un planeamiento oportuno y eficiente de los cultivos”, añade el especialista.
Vigilados desde las alturas
Su funcionalidad no termina allí. En espacios abiertos, como oleoductos, reservas naturales o vías férreas, los drones permiten una vigilancia perimetral en tiempo real a un costo mucho menor que los métodos tradicionales. “Hay todo tipo de drones y sensores que se usan en estos menesteres, necesitándose una asesoría profesional para el mejor uso costo-beneficio de los drones según cada situación y necesidad en vigilancia”.
Este es uno de los campos que mayor crecimiento han tenido. El origen bélico de estas tecnologías las ha dotado de un amplio portafolio de sensores, cámaras de video y fotografía, térmicas o infrarrojas, cuya combinación, asegura el especialista, dependerá del propósito del cliente y del área a vigilar.
En las producciones multimedia
“Facilitan el trabajo en todo tipo de contenidos audiovisuales, dan acceso a tomas que hace unos años eran muy difíciles. Por ejemplo, antes se usaban grúas o steadycams cuando queríamos hacerle el seguimiento a un objeto; ahora podemos realizar todo esto sólo con un dron”, dice Felipe Osorio, operador de la productora Kilombo Studios.
La magia visual que generan las alturas hace que estas aeronaves sean algunas de las peticiones de clientes en la gran mayoría de los sectores en los que participan. “Los clientes los prefieren principalmente porque ofrecen imágenes llamativas. Además, están de moda. En la gran mayoría de las producciones que se hacen hoy en día se utilizan drones. Incluso, cuando estamos grabando una pieza, los clientes nos preguntan si podemos usarlos para otros propósitos”, concluye Osorio.