El uso de drones obliga a cambiar la forma de ver las plagas
Estos dispositivos pueden ayudar a encontrar patrones en la aparición de estos fenómenos, así como a recolectar muestras en grandes cultivos.
Agencia EFE
El uso de drones está obligando a los agricultores a cambiar la forma de analizar la afectación de sus cultivos por parte de plagas antes de tomar una decisión, según el experto estadounidense Brian McCornack.
El profesor de la Universidad Pública de Kansas (Estados Unidos) destacó que estos dispositivos permiten tanto volar por encima de las cosechas como recoger muestras de ellas más allá de lo que el ser humano es capaz de hacer por sí solo.
McCornack expuso en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con sede en Roma, casos de plagas que, por ejemplo, a simple vista no se consiguen detectar, a pesar de que existen y "siguen un patrón".
Una estrategia que se está empleando es la de usar drones a una altura de más de cien metros y otras veces a ras del suelo para tomar fotografías e, incluso muestras, con el objetivo de conocer el impacto de las plagas más a fondo.
Luego esos datos se analizan y ayudan a identificar las enfermedades de las plantas y a intervenir en los campos infestados, una situación a la que se enfrentan los agricultores cada día en todo el mundo, según el especialista estadounidense.
Indicó que antes de operar deben obtener una serie de autorizaciones, certificados y licencias para utilizar los drones, limitaciones que se suman a los costos de esos equipos.
No obstante, recordó que la tecnología se ha abaratado en gran medida, ya que aparatos que hace una década costaban US$400.000 ahora se encuentran por unos pocos miles de dólares.
El experto animó a preguntarse constantemente si esas inversiones son útiles para medir los daños en los cultivos y cuál es su potencial para proteger la vegetación.
"El reto está en cómo procesar la información para que tenga significado", sostuvo, al tiempo que llamó a mejorar la eficiencia, la precisión y la cantidad de insumos agrícolas a través de la tecnología.
Especialistas de 182 países, de organizaciones internacionales y del sector privado se encuentran reunidos esta semana en la FAO para analizar la importancia de la sanidad vegetal para la seguridad alimentaria.
Según la FAO, entre 20% y 40 % del rendimiento de las cosechas mundiales se reduce cada año por los daños causados por las plagas y enfermedades de las plantas.
El uso de drones está obligando a los agricultores a cambiar la forma de analizar la afectación de sus cultivos por parte de plagas antes de tomar una decisión, según el experto estadounidense Brian McCornack.
El profesor de la Universidad Pública de Kansas (Estados Unidos) destacó que estos dispositivos permiten tanto volar por encima de las cosechas como recoger muestras de ellas más allá de lo que el ser humano es capaz de hacer por sí solo.
McCornack expuso en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con sede en Roma, casos de plagas que, por ejemplo, a simple vista no se consiguen detectar, a pesar de que existen y "siguen un patrón".
Una estrategia que se está empleando es la de usar drones a una altura de más de cien metros y otras veces a ras del suelo para tomar fotografías e, incluso muestras, con el objetivo de conocer el impacto de las plagas más a fondo.
Luego esos datos se analizan y ayudan a identificar las enfermedades de las plantas y a intervenir en los campos infestados, una situación a la que se enfrentan los agricultores cada día en todo el mundo, según el especialista estadounidense.
Indicó que antes de operar deben obtener una serie de autorizaciones, certificados y licencias para utilizar los drones, limitaciones que se suman a los costos de esos equipos.
No obstante, recordó que la tecnología se ha abaratado en gran medida, ya que aparatos que hace una década costaban US$400.000 ahora se encuentran por unos pocos miles de dólares.
El experto animó a preguntarse constantemente si esas inversiones son útiles para medir los daños en los cultivos y cuál es su potencial para proteger la vegetación.
"El reto está en cómo procesar la información para que tenga significado", sostuvo, al tiempo que llamó a mejorar la eficiencia, la precisión y la cantidad de insumos agrícolas a través de la tecnología.
Especialistas de 182 países, de organizaciones internacionales y del sector privado se encuentran reunidos esta semana en la FAO para analizar la importancia de la sanidad vegetal para la seguridad alimentaria.
Según la FAO, entre 20% y 40 % del rendimiento de las cosechas mundiales se reduce cada año por los daños causados por las plagas y enfermedades de las plantas.