Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El viraje estratégico de la compañía BlackBerry, centrada hasta el momento en la fabricación de teléfonos, para adentrarse ahora en el "internet de las cosas" con el proyecto Ion y extender así su negocio más allá de los terminales, supone un cambio radical en su modelo empresarial.
En un mundo en plena expansión de dispositivos y sensores conectados con internet, BlackBerry ha anunciado recientemente en su blog su proyecto Ion para ofrecer herramientas y recursos que permitan a empresas y desarrolladores trabajar de forma segura, con una plataforma a escala global.
Su iniciativa busca ayudar a filtrar de forma segura las ingentes cantidades de información manejada en este mundo de interconexión global, para facilitar la toma de decisiones a las empresas en tiempo real.
Al parecer, la compañía se resiste a abandonar el mercado pese a su encadenamiento de malos resultados y busca ahora con este movimiento despuntar en ámbitos distintos al que le dieran la gloria en tiempos pasados con sus exitosos teléfonos móviles, especialmente utilizados en entornos corporativos, con un rompedor sistema de comunicación para aquella época.
El consultor tecnológico Antonio Flores, de IDC, que es además autor del que fuera el primer libro sobre BlackBerry en español, en 2008, ha tildado de "cambio radical" el nuevo rumbo emprendido por esta empresa para adentrarse en este "internet de las cosas".
Actualmente, este sector de los teléfonos móviles de alta gama está sin embargo saturado; el mundo del terminal móvil carece de margen para dar cabida a nuevos inquilinos, "más allá de las marcas blancas o teléfonos de bajo coste", según Flores.
Ha recordado que la telefonía móvil esta creciendo en mercados emergentes por encima de otros servicios, pero en esas economías con escaso poder adquisitivo es difícil competir con terminales poco competitivos en precio, como se exige.
Aunque Blackberry podría tener recorrido en esos mercados en cualquier caso, su participación no sería determinante "como palanca para recuperar cuota de mercado", ha explicado el experto.
En su opinión, el movimiento de BlackBerry para centrarse en el "software" y la gestión de servicios, en lugar de sólo en el "hardware" como hasta ahora, tras anunciar su apuesta por el mundo del "internet de las cosas", es una decisión que podría llevar a la empresa hacia una evolución similar a la de otras compañías, como Ericsson.
En el nuevo entorno del "internet de las cosas", las soluciones cerradas y aisladas en las que se ha basado tradicionalmente BlackBerry para garantizar la seguridad de sus productos y servicios "ya no funciona".
Actualmente, el mercado demanda interoperabilidad y entornos multiplataforma, para la convivencia dentro de marcos tecnológicos heterogéneos.
Por eso, ha añadido, para recuperar cuota de mercado y competir, BlackBerry deberá apostar por una estrategia de integración con entornos abiertos.
En este nuevo mercado dominado por la movilidad, "la nube", el "big data" (datos masivos) y las herramientas sociales, se necesita que los proveedores "se hablen" entre ellos y se conecten al ecosistema tecnológico.
El nuevo entorno de movilidad no se limita a la telefonía sino también a la mensajería instantánea y las redes sociales, ha dicho.
Es natural que los proveedores acometan cambios en la evolución de sus negocios, ha añadido. De hecho, hace treinta años, el primer equipo de BlackBerry no fue precisamente un teléfono sino un lector de correos electrónicos con forma similar a una calculadora.
Años más tarde, hace aproximadamente una década, BlackBerry se "abrió el melón" de la gestión corporativa de la movilidad y se hizo líder en un ámbito, en donde "aún quedan muchas cuestiones que resolver" y en donde esta empresa "puede dar mucho que hablar todavía".
Por ejemplo, en lo relativo al llamado "Bring Your Own Device" (BYOD), que en español significa "lleva tu propio dispositivo" y que tiene que ver con el hábito de usar cada vez más en la empresa teléfonos y tabletas electrónicas personales, lo que exige soluciones seguras para garantizar la privacidad de los datos.
En este ámbito en el que se diluyen lo personal y lo profesional, la mayoría de empresas se ven "obligadas" a adoptar soluciones móviles que no cubren todas sus expectativas, dado que a menudo la demanda se anticipa a la oferta.