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El 29 de noviembre, los abogados de Elon Musk presentaron una solicitud de orden judicial preliminar contra OpenAI, varios de sus cofundadores y Microsoft para evitar que la empresa matriz detrás de ChatGPT y sus colaboradores participen en prácticas de comportamiento anticompetitivo, según afirman los representantes de Musk.
La moción de orden judicial se presentó en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Norte de California. La acción legal señala a OpenAI y a varias figuras clave asociadas con la empresa por presuntas actividades ilícitas, solicitando medidas inmediatas para detenerlas.
Entre los acusados están el director ejecutivo de la compañía, Sam Altman; el presidente Greg Brockman; el cofundador de LinkedIn y exmiembro de la junta, Reid Hoffman; el vicepresidente de Microsoft, Dee Templeton; y Microsoft, como corporación. Musk también incluye acusaciones dirigidas a OpenAI y su estructura de gobernanza.
Las principales acusaciones incluyen:
- Intentar disuadir a inversores de respaldar a competidores de OpenAI, como la empresa de inteligencia artificial xAI, fundada por Musk.
- Beneficiarse de información competitiva sensible obtenida ilícitamente mediante las conexiones entre OpenAI y Microsoft.
- Transformar la estructura de OpenAI, que originalmente era sin fines de lucro, hacia un modelo con fines de lucro, transfiriendo activos significativos, incluyendo propiedad intelectual.
- Realizar negocios con organizaciones en las que los acusados tengan intereses financieros considerables.
Los abogados de Musk advierten que, de no concederse la orden judicial, podría generarse un “daño irreparable” en el sector de inteligencia artificial, particularmente para la competencia justa.
El caso se presenta en un contexto de creciente escrutinio hacia OpenAI, especialmente por su relación con grandes empresas tecnológicas como Microsoft, que invirtió miles de millones de dólares en la organización. La disputa también subraya las tensiones en la carrera por liderar el mercado de inteligencia artificial, un campo estratégico y en rápida expansión.
“Una orden judicial para preservar lo que queda del carácter no lucrativo de OpenAI, libre de auto-negociación, es el único remedio apropiado. Si no, la OpenAI prometida a Musk y al público habrá desaparecido hace tiempo para cuando el tribunal llegue al fondo del asunto”, escribieron los abogados en la presentación.
Un ejemplo destacado en la denuncia es la selección de Stripe como procesador de pagos de OpenAI. Stripe es una plataforma en la que Altman tiene “intereses financieros materiales” y, según las alegaciones, obtuvo ganancias significativas, supuestamente ascendiendo a miles de millones de dólares, gracias a esta relación.
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Por otro lado, Microsoft, que comenzó a respaldar a OpenAI en 2019, fortaleció su asociación a través de inversiones que suman aproximadamente 13,000 millones de dólares. Este apoyo le asegura una participación del 49 % en las ganancias de OpenAI. Además, Microsoft proporcionó acceso masivo a sus recursos de hardware en la nube, fundamentales para el entrenamiento, afinación y operación de modelos de IA como los que alimentan ChatGPT.
Otro foco de las acusaciones es la posición estratégica de Reid Hoffman, quien formó parte de las juntas directivas de Microsoft y OpenAI mientras era socio de la firma de inversión Greylock. Según los abogados de Musk, esto le habría otorgado acceso a información privilegiada sobre los tratos entre ambas compañías. Hoffman dejó el consejo de OpenAI en 2023.
Tras la acción judicial presentada por Musk, un portavoz de OpenAI dijo: “El cuarto intento de Elon, que nuevamente recicla las mismas quejas infundadas, sigue siendo absolutamente infundado”. La compañía había intentado previamente desestimar la demanda de Musk, calificándola de “fanfarrona” y sin fundamento.
El trasfondo de la disputa
Esta moción es la continuación de una batalla que Musk inició anteriormente contra OpenAI, a la que acusa de traicionar su propósito inicial de compartir abiertamente los avances en inteligencia artificial para el beneficio global. Aunque Musk retiró temporalmente la demanda en julio, la revivió con una versión modificada presentada en los últimos días. En esta nueva etapa, la demanda incluyó como acusados a Microsoft, Reid Hoffman y Dee Templeton, y sumó dos demandantes adicionales: Shivon Zilis, ejecutiva de Neuralink y exmiembro del consejo de OpenAI, y la propia xAI.
Musk también argumenta que OpenAI lo defraudó con más de 44 millones de dólares que donó en el pasado, apelando a sus “conocidas preocupaciones sobre los riesgos existenciales” de la IA. Como cofundador de OpenAI, Musk abandonó la organización en 2018 tras desacuerdos sobre su dirección estratégica.
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Fundada en 2015 como una organización sin ánimo de lucro, OpenAI se transformó en 2019 en una estructura híbrida en la que su organización sin ánimo de lucro actúa como rectora de una filial con fines de lucro. Actualmente, busca convertirse en una corporación lucrativa, lo que le permitiría operar como una entidad independiente mientras mantiene cierta supervisión sin ánimo de lucro.
En 2023, Musk lanzó xAI como respuesta a OpenAI, presentándose como un competidor directo en el desarrollo de inteligencia artificial. Poco después, xAI introdujo Grok, un modelo de IA que impulsa funciones en la red social de Musk, X (anteriormente Twitter). Además, xAI ofrece una API que permite a clientes integrar Grok en diversas plataformas y servicios de terceros.
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