En 2014 la 'internet de las cosas' ha dejado US$2,3 billones en utilidades
En la próxima década, según la empresa de tecnología Cisco, la demanda de profesionales en desarrollo de redes será de cerca de seis millones de personas en el mundo.
Maria Alejandra Medina/ Enviada especial a Chicago*
La ‘internet de las cosas’ no está pensada sólo como un ecosistema, sino como el ecosistema de la eficiencia. La también llamada ‘internet of things’, una parte de la internet industrial, es la conexión de todos los dispositivos y la información que de estos se desprende, que se producía hasta ahora de manera fragmentada, para que pueda estar a disposición de todos, para el beneficio, en teoría, de todos.
Jeanne Dunn, vicepresidenta y gerente general de Cisco Systems, la define como una cadena alimenticia. Se trata de poner en contacto a todos los jugadores del ecosistema, desde lo más primario en la creación de un producto o un servicio, hasta el consumo de ese producto o servicio. “Así se puede recibir y entender la información durante todo el proceso, para luego tomar decisiones inteligentes”.
Según los analistas de General Electric (Peter C. Evans y Marco Annunziata, el matrimonio entre el análisis y las máquinas se traduce, entre otras cosas, en dinero, más exactamente, en ahorro. Las innovaciones en la internet industrial, término acuñado por GE, a la que la internet de las cosas pertenece junto con el aprendizaje automático, el big data, entre otros, según los analistas, podrían encontrar, durante la próxima década, una aplicación en sectores responsables de un movimiento superior a US$32,3 billones en actividad económica mundial. De acuerdo con Inbar Lasser-Raab, vicepresidente de Enterprise Networking y IoT Marketing de Cisco, en 2014, el internet de las cosas dejó a nivel mundial US$ 2,3 billones en utilidades.
General Electric calcula que para 2025 la conexión de todo podrá ser aplicable al equivalente a US$82 billones o, aproximadamente, la mitad de la economía global.
“Si la internet industrial logra una mejoría de la eficiencia en al menos 1%, los resultados son sustanciales”, dice un informe presentado por Evans y Annunziata. En aviación, por ejemplo, una mejoría del 1% en la eficiencia de uso de gasolina significaría un ahorro total de US$30.000 millones en un lapso de 15 años. A nivel mundial, un 1% de mejoría en la eficiencia de los servicios de salud significaría un ahorro de US$63.000 millones. Todo, por cuenta de internet y la eficiencia que significa que todos tengan acceso a toda la información.
Los mercados emergentes, según los analistas, podrían sacar ventaja de este panorama y ahorrarse pasos en el camino hacia una economía avanzada. Esto, por los ahorros que supondría invertir en infraestructura: pasar directamente a tecnologías inalámbricas evita gastos de cables y sistemas aislados.
Según la gerente general de Cisco Systems, actualmente hay 2,4 millones de personas especializadas en creación de redes. La ejecutiva calcula que con miras a los próximos 10 años, la demanda de estos profesionales se duplicará y hasta triplicará. Y no sólo eso. Los perfiles están cambiando y se están necesitando personas para las que no existe un programa curricular: gerentes de inteligencia social, ingenieros de redes industriales, arquitectos de mercadeo digital, científicos de datos, entre muchos otros.
Por esa razón, dice Dunn, es necesario adelantar el desarrollo de la industria desde la academia, con el apoyo de los gobiernos. Entre los retos se destaca el que solamente en los Estados Unidos hay 11 millones de personas desempleadas, mientras 45% de los empleadores no encuentran personal calificado.
¿Qué resulta de esto?: La internet de todo. Cisco ha acuñado el término para referirse a la conexión de las personas, las cosas, los datos y los procesos. Hablar de ciudades inteligentes, sistemas de transporte conectados, redes de salud y educación, un sistema judicial sincronizado, que se hable con el de defensa, la guardia fronteriza, y todo lo imaginable, es apenas el principio de las aspiraciones de las 30 compañías promotoras del foro mundial de la Internet de las Cosas (Iotwf, por sus siglas en inglés), que se lleva a cabo en Chicago (Estados Unidos) desde el 14 al 16 de octubre.
*Artículo posible por invitación de Cisco.
La ‘internet de las cosas’ no está pensada sólo como un ecosistema, sino como el ecosistema de la eficiencia. La también llamada ‘internet of things’, una parte de la internet industrial, es la conexión de todos los dispositivos y la información que de estos se desprende, que se producía hasta ahora de manera fragmentada, para que pueda estar a disposición de todos, para el beneficio, en teoría, de todos.
Jeanne Dunn, vicepresidenta y gerente general de Cisco Systems, la define como una cadena alimenticia. Se trata de poner en contacto a todos los jugadores del ecosistema, desde lo más primario en la creación de un producto o un servicio, hasta el consumo de ese producto o servicio. “Así se puede recibir y entender la información durante todo el proceso, para luego tomar decisiones inteligentes”.
Según los analistas de General Electric (Peter C. Evans y Marco Annunziata, el matrimonio entre el análisis y las máquinas se traduce, entre otras cosas, en dinero, más exactamente, en ahorro. Las innovaciones en la internet industrial, término acuñado por GE, a la que la internet de las cosas pertenece junto con el aprendizaje automático, el big data, entre otros, según los analistas, podrían encontrar, durante la próxima década, una aplicación en sectores responsables de un movimiento superior a US$32,3 billones en actividad económica mundial. De acuerdo con Inbar Lasser-Raab, vicepresidente de Enterprise Networking y IoT Marketing de Cisco, en 2014, el internet de las cosas dejó a nivel mundial US$ 2,3 billones en utilidades.
General Electric calcula que para 2025 la conexión de todo podrá ser aplicable al equivalente a US$82 billones o, aproximadamente, la mitad de la economía global.
“Si la internet industrial logra una mejoría de la eficiencia en al menos 1%, los resultados son sustanciales”, dice un informe presentado por Evans y Annunziata. En aviación, por ejemplo, una mejoría del 1% en la eficiencia de uso de gasolina significaría un ahorro total de US$30.000 millones en un lapso de 15 años. A nivel mundial, un 1% de mejoría en la eficiencia de los servicios de salud significaría un ahorro de US$63.000 millones. Todo, por cuenta de internet y la eficiencia que significa que todos tengan acceso a toda la información.
Los mercados emergentes, según los analistas, podrían sacar ventaja de este panorama y ahorrarse pasos en el camino hacia una economía avanzada. Esto, por los ahorros que supondría invertir en infraestructura: pasar directamente a tecnologías inalámbricas evita gastos de cables y sistemas aislados.
Según la gerente general de Cisco Systems, actualmente hay 2,4 millones de personas especializadas en creación de redes. La ejecutiva calcula que con miras a los próximos 10 años, la demanda de estos profesionales se duplicará y hasta triplicará. Y no sólo eso. Los perfiles están cambiando y se están necesitando personas para las que no existe un programa curricular: gerentes de inteligencia social, ingenieros de redes industriales, arquitectos de mercadeo digital, científicos de datos, entre muchos otros.
Por esa razón, dice Dunn, es necesario adelantar el desarrollo de la industria desde la academia, con el apoyo de los gobiernos. Entre los retos se destaca el que solamente en los Estados Unidos hay 11 millones de personas desempleadas, mientras 45% de los empleadores no encuentran personal calificado.
¿Qué resulta de esto?: La internet de todo. Cisco ha acuñado el término para referirse a la conexión de las personas, las cosas, los datos y los procesos. Hablar de ciudades inteligentes, sistemas de transporte conectados, redes de salud y educación, un sistema judicial sincronizado, que se hable con el de defensa, la guardia fronteriza, y todo lo imaginable, es apenas el principio de las aspiraciones de las 30 compañías promotoras del foro mundial de la Internet de las Cosas (Iotwf, por sus siglas en inglés), que se lleva a cabo en Chicago (Estados Unidos) desde el 14 al 16 de octubre.
*Artículo posible por invitación de Cisco.