“En el 2021 hablaremos más con chatbot que con nuestras propias parejas”: Silvia Leal

Es una de las expertas más influyentes de este negocio en España. Advierte que detrás de la inteligencia artificial no solo hay ingenieros programadores, “lo que tenemos son psicólogos, sociólogos y filósofos”.

Edwin Bohórquez A. / @EdwinBohorquezA
22 de mayo de 2019 - 03:00 a. m.
Silvia Leal es autora de “E-renovarse o morir”, “Ingenio, sexo y pasión” y “No te vas a morir”. / Edwin Bohórquez Aya
Silvia Leal es autora de “E-renovarse o morir”, “Ingenio, sexo y pasión” y “No te vas a morir”. / Edwin Bohórquez Aya

Silvia Leal viaja a toda velocidad. O por lo menos así es su forma de hablar: rápida, escueta y sin rodeos. Va directo. Al punto. Es doctora en sociología, divulgadora científica y conocida en España como analista internacional de nuevas tecnologías. Seleccionada en el ranquin Top 100 Mujeres como una de las expertas más influyentes de España, se refiere con propiedad a temas de cultura digital, del futuro del empleo, del impacto de un celular en los niños. Asesora de la Comisión Europea en competencias digitales, liderazgo y emprendimiento, autora de E-renovarse o morir, Ingenio, sexo y pasión y No te vas a morir, estuvo en Colombia en el Telefónica TIC Forum 2019 y habló con El Espectador de cómo la transformación digital está impactando la vida diaria.

¿Qué es transformación digital?

Conocer las tecnologías que llegan para cambiar el mundo de la empresa, de la sociedad, de la educación y ser capaz de rentabilizarlas. ¿Y eso cómo se hace? Cada uno tiene su manera, pero si lo logras, pues solo puedes tener éxito.

El Gobierno dice que el 50 % de la población en Colombia no tiene conexión a internet. ¿Cómo debe trabajar un país como este en la conexión de toda la sociedad?

La clave es que debe ser una prioridad política. Eso no solo pasa aquí. Tú puedes ir muy rápido y de repente pasa algo y te quedas parado, entonces debe ser una prioridad política. Debemos entender que llegan nuevas tecnologías, con muchas oportunidades de empleo, educación, etc. Necesitamos que la gente no solo tenga internet en casa sino que se sume a todas estas competencias. Entonces, además de ser prioridad política, debe ser prioridad educativa. Y las empresas deben hacer su parte, porque en estos momentos el 38 % de ellas ya tienen problemas para conseguir talento, entonces lo que deben hacer es formarlo.

¿En qué se deben formar los jóvenes de hoy pensando no solo en el futuro sino en el presente?

A la hora de hablar de empleo y de las profesiones del futuro hay que dejar claro cómo son estos tipos de profesiones. Hay unas de toda la vida, pero que se les va cambiando el nombre, cuántos community managers tienes, cuántos vendedores tienes con otros nombres, y son cosas que se hacen siempre, pero ahora con una tecnología distinta, entonces aquí hay un cambio de competencia. Los médicos, que ya tienen una profesión y se quieren sumar al futuro, deben ver qué tecnologías van a cambiar su manera de trabajar, como la inteligencia artificial, los robots que operan con ellos —realidad que ya se hizo con DaVinci—. Pero surgen muchas cosas nuevas, entonces la clave está en cómo les doy valor a todas esas cosas. Hay profesiones nuevas, como la programación de todas esas tecnologías, pero se debe hablar también de las humanidades digitalizadas. No son todos ingenieros; detrás de la inteligencia artificial tenemos psicólogos, sociólogos y filósofos, muchos, y por supuesto personas de tecnología, entonces hay que centrarse menos en el nombre de la profesión y más en estudiar lo que te guste digitalizado. Si estudias algo que no es tecnología, mete el componente digital y solo te puede ir bien.

Hay un mito: los robots les van a quitar el empleo a los humanos…

Es como las películas: ¿qué capta la atención? ¿Qué trae espectadores? Pues es así: lo más dramático y terrorífico, muchas veces exagerando la parte negativa. Vamos al World Economic Forum, WEF. Yo puedo decir pienso esto y pienso lo otro, pero hay que poner sobre la mesa los que se dedican a esto por parte de los gobiernos y las empresas. El WEF dice que desaparecen 75 millones de empleos y se generan 133 millones de empleos. Saldo positivo. La pregunta es: ¿nos van a quitar el empleo o cambia el mercado laboral? Yo me quedo con lo que dice el WEF, que regularmente acierta. Ahora, si la gente desempleada no se forma, esas vacantes no se van a cubrir y no tendremos empleados. De nuevo, falta mucha política.

¿Cómo proteger la información en la era de la información? ¿Cómo proteger la privacidad cuando uno tiene un GPS activo en el celular, las aplicaciones reconocen hábitos, el micrófono escucha, etc.?

La clave es concienciar bien a la gente, y por otra parte, el sentido común de cada uno. Puedes tener un montón de herramientas maravillosas, y una metedura de pata humana acaba con todo. Es importante por un lado la privacidad de una persona, de lo que publica en la red, y por otro los datos tuyos que pueden volver públicas las empresas sin tu consentimiento. Entonces creo que en cuanto a privacidad propia en las redes es sentido común y concientización. Y en cuanto a los datos que damos a las empresas, debemos dárselos a las compañías que los protejan y no se filtren, porque ya estamos hablando de datos sensibles.

¿Cómo trabajar en una sociedad extremadamente informada para que no recircule información falsa?

A mí lo que me parece terrible es que una noticia falsa se expanda mucho más rápido que una verdadera. ¿Por qué tienen tanto éxito? Porque son polémicas. La manera de evitarlo es, al final, por un lado entender que los medios de comunicación tienen un rol y es garantizar que la información que están publicando es verdadera y sus periodistas están haciendo un trabajo de investigación que lleva su sello; entonces, cuando leas un medio de comunicación no puedes darle la misma credibilidad que a la persona que ha publicado en Twitter, en Facebook o en su blog, que no la conoces de nada y que vive algunas veces mintiendo, y de nuevo entra el sentido común. Entonces creo que al final será una cuestión de tiempo.

Hay sociedades donde parece que el dinero en efectivo no existiese. ¿Llegaremos a la desaparición del dinero en efectivo?

El futuro lo tenemos que inventar. Entonces somos nosotros quienes debemos decir: ¿cuándo queremos que desaparezca? ¿Queremos que desaparezca? Lo importante es el debate. Que seamos capaces de generar un debate social para que todas estas cosas vayan sucediendo, pero con lógica y para bien.

¿Cómo debe ser la relación de los niños con los celulares, las tabletas y los computadores?

Me parece una barbaridad escuchar a padres que dicen: yo tengo a mi hijo menor de un año en el parque, está con la tablet y mi hijo la mueve muy rápido. ¿Eso quiere decir que es más digital? No sabes el daño que le estás haciendo al niño en los ojos. Eso quiere decir que hay que hacer un uso responsable de la tecnología, que a un niño hay que aprender a entretenerlo con una manualidad. No quiere decir que no hay que usar tecnología. Yo a mi hijo lo tengo estudiando matemáticas con una aplicación y luego tiene la recompensa. Hablaba con un médico y me decía que si mis hijos no tienen la motricidad que les da la Play Station el día de mañana no pueden operar con un DaVinci. Al día siguiente desempolvé la Play, que llevaba 10 años escondida. Eso no quiere decir que mi hijo esté todo el día jugando con la Play, no, quiere decir que la usa, pero yo me encargo de que haga manualidad, de que se aburra también, que toque la viola. Luego aparecen los colegios, aquellos que quitan los libros y se creen muy innovadores: ojo con eso.

¿Cómo debe ser el perfil de un ciudadano digital?

Es una persona que aprende tecnología constantemente porque le gusta, o no le gusta, pero sabe que es bueno y que tiene que hacerlo, entonces lo pone en parte de su día a día. Hay una frase de José Antonio Marina que dice: “Aprendes o te vas a la cuneta”. Con la edad que tengas y la profesión que tengas, o aprendes o te vas a la cuneta.

¿Cuál es el reto para la educación tradicional cuando uno tiene a la vuelta de un clic educación gratuita en internet?

Soy la fan número uno de Coursera, pero reconozco que tengo tres másteres y una tesis doctoral, entonces también soy fan número uno de la formación tradicional. Creo que pueden convivir perfectamente. Lo que te da Coursera es la flexibilidad a la hora de entrar a hacer un programa. También hay una cosa que me gusta mucho: si quieres estudiar algo y no tienes claro qué, te pasas a otro hasta que encuentres lo que te gusta. Tengo un amigo que quería estudiar bioimpresión, empezó con Coursera y se dio cuenta de que no era lo que quería, entonces se pasó a otra cosa. Pero imagina que entres a un programa donde gastas mucho dinero y luego no te gusta. La tecnología te permite identificar qué te gusta, la metodología de cada institución, y también si se cumple tu expectativa. Luego entonces decides en dónde hacer el programa tradicional de toda la vida. Hay que entender la propuesta de valor de cada una de las opciones. Yo no creo que Coursera sea una competencia de las universidades, creo que es el mecanismo de marketing más maravilloso que han podido encontrar.

¿Asistentes de voz como Alexa van a redefinir la forma como nos comunicamos?

Leí una estadística de Garner que dice que en el 2021 hablaremos más con chatbots que con nuestras propias parejas. Y si nos preguntan cuánto tiempo pasamos con nuestros móviles frente a nuestras parejas, creo que se ha cumplido. Ahí está la tecnología que nos permite hacer un montón de cosas. Lo que hay que ver es qué uso le vamos a dar. Me contaban el caso de MCD, que los usa para desarrollar aplicaciones que ayuden a personas enfermas y que en un momento dado no pueden buscar información en internet o están cansados o la enfermedad no los deja. Me parece una herramienta maravillosa, pero me aburre un poco ese discurso de que nos sustituye. Hay que ver cuál es su lugar, pero cada vez hay más gente que quiere hablar con un robot en un call center que con personas, porque no siempre te responden de una manera amable.

¿Quiere decir que no habrá personas?

No. Tienen su hueco. Hay gente que habla como un robot en el call center, eso es otra cosa. Prefiero un chatbot que no me va a juzgar. Pero hay personas maravillosas al otro lado del teléfono. Cada uno hará cosas distintas.

¿Vamos a llegar a la masificación de las cirugías por internet? ¿Vamos a poder hacer una cirugía a través de un celular gracias a una conexión de internet?

Son cirugías que se hacen sobre todo con un robot que se llama DaVinci, que viene de la NASA y del Ejército de los EE. UU. Querían operar a los astronautas y a los soldados a distancia y acabaron lanzando este robot que es como un montacarga y que lo más importante de todo es que elimina el error humano. El humano tiembla, y en un momento dado no voy a decir las consecuencias porque todos las sabemos. Estos robots permiten hacer cirugías más precisas y reducen el tiempo de operación, pero sobre todo, el tiempo de recuperación. Ya son una realidad. En España, el 20 % de los hospitales tienen este tipo de robots. Tienes al cirujano operando en la misma habitación, pero puede estar a kilómetros, kilómetros y miles de kilómetros de distancia. Ya es una realidad. Ya se puede operar a distancia. También está el caso de un médico que operó con unas Google Glass. La tecnología está ahí, vamos a ver cuándo se masifica.

Creaciones del cine y la televisión como “Yo, robot” y “Futurama” ponen a los robots a nuestro lado, conviviendo con nosotros. ¿Vamos a llegar a eso algún día?

¿Sabías que Descartes, cuando murió su hija de cinco años, dicen que hizo un robot? Que debía moverse con mecanismos tipo reloj. Bueno, no robot, autómata en el siglo XVI. Se dice que lo usó para superar la crisis que tuvo por la pérdida de su hija. ¿En su momento nosotros usaremos los robots para no relacionarnos con otros humanos? Determinadas situaciones muestran que hay gente que tiene soledad extrema, no tiene familia, nadie que la visite, y si un robot les puede hacer un poco de compañía, por qué no. No podemos ver esto como un sustituto, sino un paliativo. Si tienes a tu hijo jugando con algo que no se mueve, por qué no tener un robot que sea empático. Si tiene una función, por qué no. Creo en el mix y el tiempo irá poniendo todo en su sitio.

Por Edwin Bohórquez A. / @EdwinBohorquezA

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