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Con el llamado a recoger globalmente 2,5 millones de unidades del nuevo Galaxy Note 7, además de detener las ventas del dispositivo, Samsung está tomando el camino más responsable y seguro para investigar un asunto que se muestra incierto, cuando menos.
Lo que se sabe hasta el momento es lo siguiente: usuarios alrededor del mundo han reportado que algunos teléfonos se han quemado durante el proceso de carga. Las imágenes, que se pueden consultar más abajo en esta nota, muestran dispositivo seriamente dañados. Y sólo por ahí la cosa ya preocupa.
Según samsung, se han reportado 35 incidentes y la compañía estima que el defecto en sus teléfonos afecta a 24 de cada millón de unidades. Extrapolando esto, uno de cada 42.000 Galaxy Note 7 vendidos estaría dañado.
En un principio se pensó que el daño provenía de los cargadores o los puertos de carga. La compañía precisó este viernes que el defecto se localiza en la batería. Hasta donde se sabe, las baterías de este dispositivo provienen de China y de Corea del Sur. Al parecer, las que son propensas a incendiarse son las coreanas.
Y es una lástima para la compañía porque el Galaxy Note 7 ha sido alabado por sitios de reseña y analistas como uno de los equipos más completos y mejor diseñados de la marca. Un usuario de Reddit escribió lo siguiente: “El futuro de la computación se ve reflejado en los teléfonos de pantalla grande. Y ese futuro tiene mucho que ver con este teléfono”. En El Espectador no hemos probado el equipo aún, pues no ha llegado al mercado latinoamericano.
El sitio de tecnología The Verge, uno de los primeros en reportar los resultados de sus pruebas con el dispositivo, le dio un 9,3 de calificación general y el único aspecto que calificó por debajo de nueve fue el software (Android), al que le otorgó un ocho. El portal Engadget aseguró que no sólo es el teléfono con mejor puntuación en el año, sino el producto de tecnología en general con los mejores resultados de pruebas de 2016.
La recolección de los dispositivos es quizá la medida de su tipo más grande para tecnología móvil, aunque claramente no ha sido la única. Y, además, llega en uno de los peores momentos imaginables.
Toda la atención de la industria está concentrada en IFA, la feria de tecnología que arrancó este viernes en Alemania, y que es considerada como una de las vitrinas más importantes para todo el sector. También es un referente para examinar cuáles serán los productos ganadores en la temporada de compras de fin de año, quizá la más grande del año.
Las grandes marcas acostumbran a lanzar sus nuevas apuestas uno o dos días antes de la realización de este tipo de ferias. Este año, Sony y Huawei siguieron este camino, una ruta que no es desconocida para Samsung. Pero la empresa coreana prefirió introducir el Galaxy Note 7 a principios de agosto, adelantándose al cubrimiento y la saturación de información que supone un evento como IFA.
La feria era, entonces, uno de los mejores momentos para seguir impulsando las ventas de un dispositivo alabado por buena parte de la prensa y los analistas en todo el mundo. Ahora, en cambio, es un momento acaso incómodo para la marca, que está tomando una medida inconveniente, pero responsable.
Los más recientes resultados financieros de la compañía coreana superaron las expectativas, en buena parte gracias a las buenas ventas del Galaxy S7 y S7 Edge, que introdujo un día antes de la realización del Mobile World Congress de Barcelona, en febrero de este año.
Encima de esto, la próxima semana, el 7 de septiembre para ser exactos, se espera que Apple introduzca la siguiente generación de iPhone. Samsung y Apple son el primer y segundo fabricante de teléfonos móviles en el mundo, respectivamente. Los problemas del Galaxy Note 7 parecen ofrecer una ventaja estratégica para el lanzamiento de Apple.
Un usuario de Reddit escribió: “Si aún estuviera Steve Jobs, probablemente parte de la presentación del nuevo iPhone tendría el chiste de ‘nuestros teléfonos no estallan’, pero quizá Cook no siga ese camino”.
Ahora bien, Apple también ha tenido sus propios problemas en el pasado, como el de la antena del iPhone 4 (que terminó en la repartición de forros para mejorar problemas de conectividad). Fitbit, por ejemplo, también tuvo que recoger uno de sus dispositivos, ya que irritaba la piel de los usuarios.
Las ventas del Galaxy Note 7 están detenidas por el momento y se estima que Samsung se tome unas dos semanas arreglando el problema. “Samsung está comprometida a manufacturar los productos con mejor calidad y v nos tomamos muy en serio los reportes de incidentes de nuestros valiosos usuarios”, dijo la empresa en un comunicado.
Mientras se arregla el problema, los usuarios han recurrido a redes sociales para poner imágenes de teléfonos averiados o para reírse un poco de todo el problema.
Daños en el Galaxy Note 7. Imagen tomada de Twitter.
"La única forma segura de usar un Galay NOte 7". Imagen de @thurrott
"La única forma de usar el teléfono es bajo el agua". Imagen de @thurrott.
"Cargando mi Galaxy Note 7". Imagen de @theboycarve.