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“Fashion films”, un formato que se consolida para mostrar la esencia de las marcas

Desde hace tres años se realiza el Bogotá Fashion Film Festival (Bogfff), un espacio creado para reconocer el talento de los diseñadores de moda y creadores de contenido audiovisual colombianos que le apuestan a este formato.

Lucety Carreño Rojas
20 de noviembre de 2021 - 03:18 a. m.
El formato toma recursos del cine y los fusiona con la moda para mostrar la esencia de la marca y así conectar con los consumidores. / Imagen de la pieza de Castel Díaz - Cortesía Bogfff.
El formato toma recursos del cine y los fusiona con la moda para mostrar la esencia de la marca y así conectar con los consumidores. / Imagen de la pieza de Castel Díaz - Cortesía Bogfff.
Foto: Cortesía Bogfff
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La industria de la moda, como toda la experiencia humana y la economía, se tuvo que ajustar a la pandemia. Con la vida en pausa, los comercios cerrados y la gente en cuarentena, las oportunidades para vender productos se redujeron drásticamente. Sin embargo, el sector textil y las confecciones demostraron, como siempre a lo largo de la historia, su capacidad para adaptarse a las adversidades y así encontraron varias posibilidades: producir ropa de protección y realizar o reforzar las ventas en línea.

En entrevista con El Espectador en abril de 2020, William Cruz Bermeo, profesor de historia de la moda y del vestuario en la Universidad Pontifica Bolivariana, no lo pudo describir mejor: “La moda, escribía el filósofo francés Gilles Lipovetsky, es como el ave fénix, que siempre renace de sus propias cenizas. Está en su naturaleza, en su lógica propia, vivir reconstruyéndose para adaptarse a las circunstancias, ya sea como industria o en sus manifestaciones más inmediatas; es decir, el vestir y la apariencia de las personas”.

Así las cosas, en su proceso de adaptación a la vida virtual, los fashion films tomaron fuerza en la industria colombiana. ¿Pero qué son? Se trata de una pieza que toma recursos del cine y los fusiona con la moda y que busca mostrar la esencia de la marca para conectar con los consumidores. En otras palabras, es una manera de hacer marketing de moda contando una historia estéticamente cuidada, atractiva y narrativa.

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Este tipo de piezas se han utilizado en la industria a lo largo de la historia, especialmente grandes firmas como Givenchy, Chanel, Prada, entre otras. Los pioneros fueron los Hermanos Lumiere con Danse Serpentine, en 1987.

En Colombia, al no poder realizar desfiles presenciales durante los meses más complejos de la pandemia, que coincidieron con fechas en que se realizan ferias como Colombiamoda o Colombiatex, las propuestas audiovisuales fueron la salida para que los diseñadores les mostraran su mundo a los consumidores. Las piezas son también la transformación de las editoriales de moda en la era digital.

Desde hace tres años, Andrea Olmos, psicóloga y consultora de moda, creó Bogotá Fashion Film Festival (Bogfff), un espacio que nació con el fin de reconocer el talento de los diseñadores de moda y creadores de contenido audiovisual colombianos que le apuesta a este formato.

“En esta cita se mezclan diferentes puntos de vista, códigos estéticos, narrativos y estilísticos, además de tener un espíritu inclusivo en el que pueden disfrutar de charlas gratuitas, flashmob de moda, pintura artística y proyecciones”, resalta la organización del Bogfff.

Andrea Olmos cuenta que el objetivo del festival es visibilizar a todos los emprendedores audiovisuales que están detrás de un fashion film, “quienes hacen posible que esta pieza gráfica vea la luz y que se haga y comunique moda. Este año, logramos alianza con la Universidad Javeriana, LCI y la Escuela Arturo Tejada para que los emprendedores que participan continúen estudiando”.

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Jay Corzo, músico de profesión y quien trabaja haciendo fashion films para marcas como Johana Ortiz y Falabella, recomienda que los interesados en esta industria “traten de crear una estética propia. Los fashion films pueden durar entre 1 y 16 minutos y deben tener un desarrollo en términos de historia. Por ejemplo, un desfile también es válido porque cuentan la historia del diseñador con su marca. Hay otros muy comerciales y los que mezclan ideas editoriales, como cuando se cuenta la historia de los personajes que se ponen la ropa y no la prenda como tal”. La invitación de Corzo es a que la gente se anime a hacer este tipo de piezas incluso con su teléfono o lo que tenga, pues para él lo importante es tener un punto medio entre lo que la marca quiera hacer y lo que tú puedas brindar.

La creadora asegura que los fashion films en Colombia se vienen consolidado lentamente y, en especial este festival, se hace “importante e inspirador” porque resalta la moda colombiana y busca hacer entender la importancia de este contenido. “Es una pieza gráfica que tiene una creación artística que desde el marketing es muy importante para comunicar el ADN de una marca, los valores de un diseñador y las historias detrás de las colecciones”, aseguró Olmos, quien añadió que detrás de cada prenda, colección o vitrina hay un diseñador soñando, creando y tratando de contar historias.

Agrega que, además de ser una pieza llamativa, tiene dimensiones “históricas, comunicativas, publicitarias y de posicionamiento” que son “tan importantes como una etiqueta o una vitrina. Es importante que cada diseñador tenga su pieza de comunicación para contar qué es lo que queremos decir con lo que estamos creando”.

Sobre el talento colombiano que concursa en esta edición, Olmos asegura que si algo la ha cautivado es la recursividad de los talentos emergentes. “Detrás de un fashion film puede haber una apuesta técnica muy grande, un despliegue de cámaras, de modelos, pero también es posible con la recursividad que nos caracteriza y con un buen amigo, un celular, unas modelos que apoyen y se den a conocer para que haya una creación mágica”. Su conclusión al respecto es que el talento colombiano debe ser visto y comercializado, por lo que buscan crecer como festival para catapultar y facilitar negocios para estos emprendedores.

La importancia del mundo digital para la moda

La moda también es uno de los sectores priorizados en el plan de reactivación económica del país, que va de la mano del comercio en línea y lo digital. Por eso, los diseñadores y talentos deben aprovechar el auge de lo digital y de lo visual.

De acuerdo con Procolombia, 417 empresas tienen una cuenta abierta en marketplaces internacionales como eBay y Amazon, de las que 175 realizaron ventas por US$19,5 millones, entre abril de 2019 y septiembre de 2021. De esas 175 empresas que hicieron ventas en estas plataformas, 94 son de moda.

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Por eso, según Olmos, en este momento están en un auge de vender cualquier tipo de producto a través de una pantalla y su percepción es que dicha práctica ha cambiado el mercado de cómo vender y comunicar moda. “En Colombia se viene descubriendo que a través de una pantalla y el comercio electrónico es posible facilitar y cerrar negocios y qué mejor que contar quién soy y qué hago que compartiendo una pieza que logre vender y expresar mis creaciones y diseños”.

Expertos en la industria de la moda colombiana como Pilar Castaño, Juan Pablo Socarrás, Jorge Duque Vélez, y Vanessa Rosales e influenciadores como “Marce, la recicladora” tendrán charlas, que quedarán alojadas en las redes de plataforma para que los interesados las vean. “Ellos nos han ayudado a impulsar este festival que llegó a Colombia para quedarse porque es un contenido creativo que no se había explorado”, añadió la creadora del Bogfff.

La sinergia entre academia e industria

La edición 2021 se realiza desde el pasado 17 y hasta el 20 de noviembre, en un formato híbrido con charlas virtuales y la exposición de fashion films presencial, llamada “Confeccionando historias”, en el Centro Comercial El Retiro y en alianza con la Escuela de Moda & Diseño Arturo Tejada Cano. Esta estará disponible hasta el 5 de diciembre.

Natalia Tejada Correa, diseñadora de moda y directora de la Escuela Arturo Tejada Cano, cuenta que desde la academia buscan apoyar los espacios que visibilizan a los creativos de la moda. “La gente necesita espacios en los que se puedan ver, conocer, hacer sinergias, mostrar sus propuestas, plantear unos presentes y futuros más esperanzadores”.

Menciona también la importancia de unir la industria con la academia. “No nos quedamos desde un ejercicio académico, sino que estamos en contacto y en alianza con la industria. Así que todo lo que promueva a la industria es muy importante. Y la industria se alimenta de la academia para mostrarle sus propuestas al mundo”, señala Correa, quien concluye que no es momento de pensarse en individual, sino que hay que buscar sinergias por el bien común, a modo de una economía colaborativa.

En esta edición el Bogfff tiene 25 finalistas, entre más de 120, que participaron con sus fashion films. Los concursantes participarán por seis reconocimientos en las categorías: Mejor Fashion Film, Talento emergente, Mejor Dirección de Arte, Mejor Vestuario, Mejor Maquillaje y Mejor Música Original, y los ganadores recibirán un reconocimiento económico y becas académicas.

Lucety Carreño Rojas

Por Lucety Carreño Rojas

Comunicadora social de Uninpahu, vinculada a El Espectador desde 2016. Periodista de moda y negocios. Directora de El Hilo, el formato audiovisual de moda de EE.@LucetyClcarreno@elespectador.com

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