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Forza Motorsport: el videojuego de carreras que le apuesta al realismo

Probamos la nueva entrega de la franquicia que sorprende por su alto nivel de detalle. Toda una experiencia inmersiva que promete horas de diversión para los amantes de los autos.

Diego Ojeda
27 de octubre de 2023 - 01:48 a. m.
La nueva entrega de Motorsport ofrece más de 500 vehículos y 20 pistas.
La nueva entrega de Motorsport ofrece más de 500 vehículos y 20 pistas.
Foto: Cortesía

Recientemente Xbox publicó la nueva entrega de Forza Motorsport, una reconocida serie de la franquicia Forza que se caracteriza por emular cada uno de los detalles que se viven en la conducción deportiva.

Para los no conocedores de este título es válido empezar por allí, ya que más que un videojuego, lo que prometen los desarrolladores es un simulador. De allí que entre las entregas de Forza, Motorsport se especializa en llevar el detalle de la conducción a niveles muy altos.

En otras palabras, lo que busca un título de este tipo es replicar de la manera más fiel las características y el desempeño que tienen los más de 500 autos que se pueden obtener en su catálogo. Vehículos que realmente existen y que han sido estudiados a detalle para llevar su belleza y poder al mundo de los videojuegos.

A modo general podemos decir que este es un videojuego que ha sido optimizado para la serie X y serie S. También lo podemos jugar en PC, bien sea por la aplicación de Xbox Game Pass, Steam, o Cloud Gaming (aunque esta última aún no ha sido estrenada en Colombia).

Son diversos los aspectos en que Forza Motorsport manifestó un alto nivel de detalle en su desarrollo. Uno de los más notorios está en su apartado gráfico, ya que en sus configuraciones más altas maneja resoluciones de Ultra 4K, con Alto Rango Dinámico (HDR) y tecnología de trazado de rayos, que es lo que facilita que el comportamiento de la luz en el videojuego sea lo más fiel posible a como lo hace en el mundo real.

Ejemplo de esto es que en el techo de los vehículos se reflejan, como pasaría en la realidad, detalles como los árboles de la pista, las nubes y demás objetos que componen la escena. Los colores son vívidos y las texturas de las imágenes brindan un nivel de realismo inmersivo.

A esto también se suma que la interacción de la luz llega al punto de afectar al jugador, con destellos que reducen el nivel de visibilidad en la pista, tal y como pasa en el mundo real cuando se conduce en un día soleado.

Las vibraciones del control y el dinamismo del audio son otros temas que brillan por sí solos.

Replicar la sensación de conducir un vehículo de carreras, en un artefacto tan pequeño, como lo es un control, no es un reto sencillo, y más cuando el equipo de desarrolladores solo cuenta con el recurso de las vibraciones para esto. Por eso destacan los resultados que se han logrado en este título, ya que se puede sentir la vibración del vehículo cuando arranca, tropieza con algún obstáculo o se estrella con un muro.

Quienes conducimos en el mundo real aprendemos a conocer cuándo nuestro vehículo necesita un cambio por las vibraciones y sonido del motor. Pues esto mismo se experimenta en Forza Motorsport, ya que no hace falta ver constantemente el tablero de instrumentos para saber que nuestro vehículo está sobrerevolucionado y necesita un cambio de velocidad. Con el tiempo se va haciendo más natural y podemos manipularlo de forma intuitiva.

Estas vibraciones también nos permiten sentir cuándo estamos pisando los bordes de la pista, o de plano nos salimos de la misma y estamos en rumbo de colisión. La verdad es que este es uno de los aspectos por los que más brilla este título y que garantiza el disfrute de todos los que en algún momento han querido sentir la experiencia de estar al volante de un vehículo deportivo.

En materia auditiva este título tampoco decepciona. Aunque con unos auriculares de alta calidad, o un buen sistema de sonido la experiencia se disfruta más, lo cierto es que los desarrolladores de este videojuego le dieron independencia sonora a cada elemento. Es decir, el motor, las llantas y los frenos de cada vehículo tienen su propio sonido, por lo que una carrera resulta siendo una sinfonía completa que se apega a lo que escucharíamos si estuviéramos al interior de un vehículo en una carrera.

Esta versión de Forza garantiza horas de diversión con más de 20 pistas (gran parte de estas son una réplica de circuitos famosos de diversas partes del mundo), modo multijugador e interacción con conductores que son inteligencias artificiales que implementan formas de juego, destrezas y competitividad que emplearía un jugador humano

Pasión por el realismo

No se exagera cuando se dice que Forza Motorsport invirtió una seria apuesta en el detalle de los vehículos y su interacción con la pista. Muestra de esto es que los usuarios pueden hacer más de 800 mejoras de rendimiento a los vehículos, intercambiando y ajustando piezas que afectan la aceleración del auto, frenado, derrape y un largo listado de otros elementos.

De cierta forma hay que ser un conocedor de la mecánica de los vehículos, pues para hacer todo este tipo de mejoras no basta con ajustar y probar, pues la estrategia en esta materia es importante.

Sin embargo, no es camisa de fuerza tener estos conocimientos o entrar en estos modos en donde se nos pueden ir considerables horas de juego ajustando los vehículos, ya que también le podemos pedir a la máquina que realice la mejor configuración con las piezas que tenemos.

Solo que llama la atención que la experiencia de juego permita hacer todas estas configuraciones, pues para muchos y muchas la pasión por los carros puede llegar al punto de disfrutar este tipo de opciones cuando un videojuego las ofrece.

La experiencia de conducción también le apuesta a estos detalles. Por defecto el videojuego tiene habilitados unos asistentes que mitigan los errores al momento de tomar una curva o frenar más de la cuenta. Sin embargo, si se quisiera estos pueden desactivarse para tener una experiencia más apegada a la realidad, por lo que para muchos puede convertirse en un pasatiempo el conocer las particularidades en la conducción que tiene cada uno de los más de 500 autos que se pueden conseguir.

Otro de los elementos que relucen en esta obsesión por el realismo es que las pistas también implementan variaciones en los climas, por lo que cuando llueve, por ejemplo, el vehículo tiende a derrapar más y la conducción se hace más compleja.

En eventos deportivos también se debe ser estratégico, porque se hará necesario que los carros pasen por los pits para abastecerse de combustible y hacer cambio de neumáticos. La decisión de cuándo pasar es del piloto, así como la de qué llantas usar y cuánto combustible para hacer del vehículo lo más eficiente posible.

Al final la experiencia que se tiene es una en donde al principio la interacción con el juego puede ser un tanto traumática, saliéndonos repetidamente de los límites del circuito y frenando de forma exagerada. No obstante, la progresión permite ir aprendiendo de los errores y refinando las habilidades. Al final se convierte en un reto de superación en donde más allá de los otros vehículos terminamos compitiendo contra nosotros mismos, porque los errores en la pista nos convierten en nuestro peor enemigo.

La búsqueda de la perfección podría traer mejoras

Si bien la experiencia general que brinda este título es bastante agradable, especialmente por el grado de inmersión que brinda, hay aspectos que pueden resultar incómodos y en los que podría trabajar Turn 10 Studios o posibles futuros desarrolladores de esta serie de la franquicia.

Los relatos introductorios de las carreras tienden a desgastar, no solo porque no se pueden saltar, sino porque tienden a ser repetitivos. Dejar como una opción para el jugador esta parte podría maximizar la diversión, dejando a un lado todos esos adornos que en algunas ocasiones pueden aburrir.

Las pistas también tienden a repetirse con gran frecuencia. Aunque los climas y horarios le dan un toque de variación, no deja de ser cierto que al pasar varias horas en el videojuego se quisieran ver otros escenarios o retos en las curvas.

Finalmente está la falta de optimización para PC, ya que hay equipos que a pesar de tener una una buena configuración en su hardware para el gaming, los requisitos mínimos de este Forza terminan siendo muy demandantes. Bajar resoluciones y permitir que se juegue en una versión más ligera, para aquellos que no tienen un equipo de altas características, también podría ser una apuesta interesante que incluso favorezca a la marca en alcanzar a nuevas generaciones de jugadores.

Con todo y esto Forza Motorsport es un título que no defrauda y que seguro se consolidará como la base de lo que podría ser la implementación de mejoras para futuras entregas, en donde el realismo y la pasión por los vehículos deportivos seguirán estando en el ADN de sus desarrollos.

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