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Como es costumbre, Apple introdujo una nueva línea de iPhone durante su evento de lanzamiento de septiembre, que suele enfocarse en nuevos dispositivos y no tanto en software para impulsar la presencia de la compañía durante las ventas de fin de año.
Muy en línea con los rumores que venían circulando desde hace semanas en portales especializados y en medios algo más generales, como Bloomberg, la compañía introdujo cuatro nuevos modelos de iPhone (dos en la línea Pro y dos en la línea más pensada en el consumo masivo), así como dos nuevos iPad (iPad y iPad mini), así como un nuevo reloj (Apple Watch serie 7).
Entre la nueva gama de dispositivos lo que con cierta seguridad atraerá más la atracción del público son los nuevos teléfonos, aunque quizá los avances más significativos se vieron en el iPad mini y en el reloj inteligente de Apple, que comanda este sector con cierta holgura.
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Los nuevos teléfonos, si bien traen mejoras internas, pertenecen más al ciclo de actualización media de la marca: para la empresa (y para otras compañías de tecnología) es medianamente común introducir actualizaciones para sus productos que no representan cambios drásticos en diseño y funcionalidades, sino mejoras, aunque notables en algunos casos, incrementales.
Quizá los mayores cambios de la nueva línea de iPhone es la inclusión de nuevos procesadores (A15 Bionic). Si bien este puede ser un detalle técnico (y acaso insignificante) para muchos usuarios, sigue siendo un asunto vital para este dispositivo, pues al final impacta asuntos más mundanos como el tiempo de duración de la batería o la calidad (y cantidad) de los juegos a los que se puede acceder en cada teléfono.
De acuerdo con las cifras de Apple, este chip provee 50 % mejor desempeño en general que la competencia, una cifra que seguro será verificada independientemente. De entrada, el nuevo procesador de la compañía viene con seis núcleos de procesamiento general (2 de alto desempeño y cuatro de alta eficiencia), así como cuatro núcleos en el lado gráfico de la ecuación.
Y por acá llegamos a una de las diferencias entre los modelos Pro y los demás: en los primeros hay un núcleo más de procesamiento gráfico; también siguen siendo más grandes (y costosos) y poseen un lente más en su cámara trasera.
Para los modelos Pro, el sistema de cámaras presenta un nuevo sensor y versiones rediseñadas de sus tres lentes: uno tele con 77mm (largo alcance), uno angular (con apertura de f/1.5) y uno gran angular (f/1.8 de apertura). En todos está presente el modo nocturno (un punto nuevo) y en el gran angular la distancia focal se redujo a dos centímetros, lo que puede traer una mejora significativa en imágenes macro (piense en detalles como las gotas de agua sobre una hoja, por ejemplo).
Una de las novedades esperadas en estos modelos (que no está disponible en los teléfonos de gama más baja) es la inclusión de una tasa de refresco de la pantalla de hasta 120 HZ, lo que puede mejorar la fluidez de la imagen para juegos. Esta actualización en los modelos Pro pone al iPhone a tono con otros competidores de alta gama del mercado, que ya llevan algún tiempo ofreciendo esta características (realmente notoria para los llamados usuarios más especializados).
Esta actualización es parte de un sistema llamado ProMotion, que ajusta la tasa de refresco de la pantalla para utilizar los 120 HZ cuando sean necesarios, pero que puede bajar hasta 10 HZ esta cifra para desplegar contenido que no requiera la mayor opción, como texto en un sitio web. Esto ayuda a mejorar la vida útil de la batería, elemento que representa otra de las mejoras anunciadas para toda la línea de iPhone.
Los nuevos teléfonos incluyen baterías más grandes, lo que, según la marca, ofrece la mayor duración en la historia de este dispositivo móvil. Puntualmente, Apple asegura que para el iPhone 13 y el 13 Pro Max, las mejoras en este campo ofrecen dos horas y media más de carga. Para el iPhone 13 mini y el 13 Pro esta cifra es de hora y media más de vida en la batería.
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Los nuevos iPhone y sus costos son los siguientes: iPhone 13 mini (5,4 pulgadas, 128GB de almacenamiento y US$699), iPhone 13 (6,1 pulgadas, 128GB y US$799), iPhone 13 Pro (6,1 pulgadas, 128 GB y US$999) y iPhone 13 Pro Max (6,7 pulgadas, 128 GB y US$1.099).
A estos modelos se suman el iPhone SE (el teléfono de entrada en línea, con precio de US$399), iPhone 11 y iPhone 12.
Ahora bien, algunos de los cambios más sensibles introducidos en el evento de este martes tienen que ver con el nuevo reloj. El Apple Watch serie 7 presenta una pantalla con 20 % más espacio que su predecesor, algo que se logró reduciendo en 40 % los bordes del dispositivo.
La pantalla (tecnología Retina Display) ahora puede mostrar un teclado normal, lo que con seguridad puede ser de gran utilidad para muchos usuarios, pues hasta ahora para poder acceder a teclas de verdad tocaba introducir texto en el teléfono y no en el reloj. Y esto es bastante más que una molestia cuando hay que introducir contraseñas para verificar identidades, entre otras funciones.
Apple asegura que el serie 7 puede desplegar hasta 50 % más texto que su versión anterior, lo que también mejora la interacción con mensajes de texto o correos y, en general, permite tener íconos más grandes y legibles (la compañía dijo que también rediseño la interfaz de varios botones en diversas aplicaciones, como la de alarmas).
Además de esto, el reloj cuenta con una mejoría de 33 % en su tiempo de carga, gracias a cambios en la arquitectura interior del reloj, pero también por la utilización de USB-C para el nuevo cargador. La compañía asegura que el serie 7 puede obtener 80 % de su batería en 45 minutos y que ocho minutos de carga son suficientes para monitorear el sueño de un usuario durante ocho horas.
Por otra parte, la compañía informó que mantendrá la venta del Apple Watch serie 3, en contravía de la mayoría de rumores y filtraciones que daban por muerta esta edición del reloj inteligente con la introducción de la séptima generación del dispositivo.
El otro gran cambio presentado este martes fue el rediseño del iPad mini, que, para ser justos, necesitaba atención por parte de Apple desde hace un tiempo. El nuevo dispositivo permite la utilización de la segunda generación del Apple Pencil (que se puede anexar magnéticamente al costado del aparato, como en las versiones Pro) y se une al lenguaje de diseño del resto de dispositivos móviles de la compañía.
El nuevo iPad mini incorpora el procesador A15 Bionic (el mismo de los nuevos iPhone), tendrá un precio inicial de US$499 y estará disponible desde la próxima semana en algunos mercados.
Así mismo, tiene una pantalla más grande (8,3 pulgadas vs. 7,9 pulgadas de la edición pasada), pero conservando las mismas dimensiones físicas del producto, algo que se logró reduciendo los biseles alrededor del dispositivo y reubicando el lector de huella de la parte baja del iPad al botón de inicio (como ya sucede en otras versiones de iPad).
El nuevo iPad mini también incorpora puerto USB-C, cuenta con conectividad 5G y recibió una merecida actualización en su sistema de cámaras, que lo pone al día con el resto de la línea. La cámara trasera cuenta con 12 megapixeles y un lente con una apertura de f/1,8, lo que mejor su desempeño en condiciones de baja luminosidad; la frontal viene con un ángulo de visión de 122 grados, lo que permite la utilización de Center Stage (una herramienta que rastrea con el foco a los sujetos de la imagen, pensada para presentaciones en videoconferencias, por ejemplo).