Cracks y cheats: ¿qué son, cómo funcionan y por qué son un riesgo en el Gaming?

Crackear un juego o introducir cheats al código de uno puede resultar revitalizador para las funciones del título, pero en segundo plano puede estar ocasionando problemas en el sistema y hasta robando datos personales del gamer.

04 de septiembre de 2024 - 07:09 p. m.
Aunque este tipo de prácticas no son necesariamente maliciosas o con intenciones malignas, su procedencia externa al juego las hace potencialmente peligrosas.
Aunque este tipo de prácticas no son necesariamente maliciosas o con intenciones malignas, su procedencia externa al juego las hace potencialmente peligrosas.
Foto: Pexels
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¿Alguien recuerda al villano de la película Ralph, El Demoledor de Disney, en 2012? Se llamabaTurbo, un personaje de un videojuego de arcade dentro del filme que introduce su código en el juego Sugar Rush. Turbo no pertenecía al sistema de este juego y por eso para abrirse paso desconectó el código de Vanelope Von Schweetz, la verdadera Queen Candy de Sugar Rush.

Esta acción provocó que Vanelope fuera una falla y cuando el juego presentó un problema, ella no pudo abandonar la entrega, muriendo con esta al desconectarse la máquina. Más o menos, y guardando las proporciones, eso es lo que ocurre en varios casos cuando se introduce un código, información y archivos a un juego.

Esta es una practica común, pero no es tan fácil de llevar a cabo, pues se necesita de un software ejecutable de código abierto que permita o al menos no imponga tanta resistencia para introducir este tipo de archivos. Por eso, los cracks y cheats son más comunes en títulos de computador, pues las consolas son sistemas cerrados más difíciles de penetrar.

En enero de 2023, Activision Blizzard, el estudio propietario de Call of Duty, le ganó una demanda multimillonaria a EngineOwning por introducir información maligna a su juego. Este es un tema por el que hay mucha preocupación entre los desarrolladores de grandes juegos, pues parte de su presupuesto está destinado en hacerlo un software infranqueable. Sin embargo, esto no es solo un tema de interés para los que hacen los videojuegos, sino también para quienes los disfrutan.

Cracks y Cheats en los videojuegos

Pero exactamente ¿qué son los cracks y cheats en un juego? Crackear un título es alterar archivos dentro este. Esto le da órdenes al sistema interno de cómo funcionar y qué mostrar en pantalla. Un crack, como se le conoce, puede modificar y/o eliminar la licencia de seguridad de un juego. Este aspecto permite identificar al jugador y sus credenciales para jugar. Sí esto es cambiado o borrado, abre la puerta a que cualquier jugador, que no tenga los permisos o no haya comprado la entrega, la pueda jugar.

Con respecto a los cheats, en esencia hacen lo mismo que los cracks, pero enfocándose en los datos del videojuego. En términos prácticos, estos pueden entregar o regenerar vida y/o municiones infinitamente al personaje del gamer, lo que lo convierte en una práctica desleal para la sana competencia dentro de un juego. La técnica más avanzada de esto es la inyección de código en la memoria, esto hace que el sistema del título se confunda con sus verdaderos datos y los del código inyectado.

El hooking, otra práctica de este estilo, inserta instrucciones a la ejecución del juego, como si se saltara la programación que se le dio en un principio. Esto modifica las reglas y funciones de la entrega porque no funcionan bajo su código sino uno insertado. Es como si en un juego de lucha no hiciera falta bajar toda la barra de vida para perder la partida y el jugador pudiera seguir compitiendo cuando claramente ya perdió la salud de su personaje. Se trata de jugar sucio y sacar ventaja de que estos elementos son modificables en el título.

¿Son genuinamente malos los cracks y cheats?

La respuesta corta es no. Pero aunque estas acciones no son ni necesariamente beneficiosas ni dañinas para el sistema de un videojuego, si son ajenas para el software. Esta característica hace que por sospecha sean tratadas como malware, o información maliciosa.

Aunque ningún sistema es infalible, muchos programas antimalware son muy buenos detectando y bloqueando cheats y cracks en un juego. Sin embargo, aún son muchos los casos en los que el jugador puede disfrutar de ventajas ilegales en el gameplay, mientras por debajo un código malicioso se ejecuta. No es solo un riesgo para la salud del software gamer, sino que representa un riesgo real.

Estas acciones, y muchos de los cracks y cheats, pueden estar diseñadas específicamente para que la mitad de su tarea sea robar información personal del jugador o de sus equipos. Incluso, esto puede ocurrir con el juego desinstalado. Lo que permite que la ciberseguridad corra riesgos demasiado altos solo por obtener oportunidades injustas de ganar en un juego.

¿Por qué no usar cracks y cheats en un juego?

Más allá de cumplir con las políticas de un videojuego y no pasar por encima del trabajo de desarrolladores, diseñadores y programadores, evitar este tipo de prácticas informáticas es una apuesta por la legitimidad y seguridad que muchas veces solo las fuentes oficiales pueden brindar. El Gaming hace parte desde hace mucho tiempo del mundo del internet, y darse el lujo de poner al descubierto datos personales en este escenario es algo que nadie desea.

Es por eso que aunque los cracks y los cheats no son eminentemente malos y hasta puede que no tengan intenciones maliciosas para la ciberseguridad de las personas, sí son acciones que se perciben como malignas por los sistemas que están diseñados especialmente para combatirlos. Pues respetar las reglas de un juego, significa también hacer un uso responsable de los aspectos de código abierto, es decir, que dejan a libre albedrío de las personas ser modificadas o no.

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