Didi podría renunciar a control de datos para apaciguar a Pekín
Didi podría servir como caso de prueba para un esfuerzo más amplio del Gobierno chino por recuperar el control de los datos que gigantes tecnológicos captan de cientos de millones de usuarios a diario.
Didi Global considera actualmente ceder el control de sus datos más valiosos como parte de los esfuerzos por resolver una investigación regulatoria china sobre las repercusiones de su polémica oferta pública inicial en Estados Unidos, dijeron personas familiarizadas con el asunto.
El gigante del transporte alternativo presentó una serie de propuestas para apaciguar al poderoso regulador de la industria de internet, incluida la cesión de la gestión de sus datos a un tercero privado, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas. Los reguladores han señalado que prefieren que dicho tercero sea controlado por el Estado, dijo una de las personas. No está claro como afectaría esta modalidad el acceso de Didi a los datos, que es crucial para ayudar a la empresa a coordinar 25 millones de viajes al día entre unos 400 millones de pasajeros y conductores.
Tampoco está claro si las propuestas tranquilizarían al regulador. Didi lucha para garantizar su supervivencia después de seguir adelante con su emisión de acciones en EE.UU. pese a objeciones de autoridades preocupadas de que una cotización extranjera pudiera filtrar datos y socavar la seguridad nacional. Los reguladores consideraron su decisión de lanzamiento en bolsa a pesar del rechazo de la Administración del Ciberespacio de China como un desafío a la autoridad de Pekín.
Consideran un rango de posibles represalias, incluida una multa, la suspensión de ciertas operaciones o la introducción de un inversionista de propiedad estatal, dijeron las personas. Una propuesta sobre la mesa era incorporar una empresa estatal con una participación mayor que la de los principales accionistas actuales, SoftBank Group Corp. y Uber Technologies Inc., dijo una de las personas. También es posible una privatización forzosa y el retiro de las acciones de Didi en EE.UU., aunque no está claro como sucedería.
Las deliberaciones se encuentran en una fase preliminar y es probable que los resultados salgan después de semanas o incluso meses de revisión, dijeron las personas. Pero es probable que Pekín imponga sanciones más severas a Didi que a Alibaba Group Holding Ltd., que recibió una multa récord de US$2.800 millones después de una investigación antimonopolio de meses, y acordó iniciar medidas para proteger a los comerciantes y los clientes, dijeron las personas.
Didi podría servir como caso de prueba para un esfuerzo más amplio del Gobierno chino por recuperar el control de los datos que gigantes tecnológicos captan de cientos de millones de usuarios a diario, una fuente que considera vital para la economía y la estabilidad social. El Gobierno de China propuso crear una asociación con empresas de internet que supervisarían dicha información, un proyecto liderado por el Banco Popular de China, informó Bloomberg News.
La OPI de Didi el 30 de junio fue el detonante de un nuevo ataque a los gigantes de internet que en un momento acabó con más de US$1 billón de valor de mercado de las acciones chinas. La subsiguiente ola de represión de industrias, desde la educación privada en línea hasta el transporte privado y las redes sociales, asusta a los inversionistas y provocó que la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. examinara más de cerca las empresas del país, y prácticamente detuviera un lucrativo flujo anual de US$40.000 millones en salidas a bolsa de empresas chinas en EE.UU.
Didi Global considera actualmente ceder el control de sus datos más valiosos como parte de los esfuerzos por resolver una investigación regulatoria china sobre las repercusiones de su polémica oferta pública inicial en Estados Unidos, dijeron personas familiarizadas con el asunto.
El gigante del transporte alternativo presentó una serie de propuestas para apaciguar al poderoso regulador de la industria de internet, incluida la cesión de la gestión de sus datos a un tercero privado, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas. Los reguladores han señalado que prefieren que dicho tercero sea controlado por el Estado, dijo una de las personas. No está claro como afectaría esta modalidad el acceso de Didi a los datos, que es crucial para ayudar a la empresa a coordinar 25 millones de viajes al día entre unos 400 millones de pasajeros y conductores.
Tampoco está claro si las propuestas tranquilizarían al regulador. Didi lucha para garantizar su supervivencia después de seguir adelante con su emisión de acciones en EE.UU. pese a objeciones de autoridades preocupadas de que una cotización extranjera pudiera filtrar datos y socavar la seguridad nacional. Los reguladores consideraron su decisión de lanzamiento en bolsa a pesar del rechazo de la Administración del Ciberespacio de China como un desafío a la autoridad de Pekín.
Consideran un rango de posibles represalias, incluida una multa, la suspensión de ciertas operaciones o la introducción de un inversionista de propiedad estatal, dijeron las personas. Una propuesta sobre la mesa era incorporar una empresa estatal con una participación mayor que la de los principales accionistas actuales, SoftBank Group Corp. y Uber Technologies Inc., dijo una de las personas. También es posible una privatización forzosa y el retiro de las acciones de Didi en EE.UU., aunque no está claro como sucedería.
Las deliberaciones se encuentran en una fase preliminar y es probable que los resultados salgan después de semanas o incluso meses de revisión, dijeron las personas. Pero es probable que Pekín imponga sanciones más severas a Didi que a Alibaba Group Holding Ltd., que recibió una multa récord de US$2.800 millones después de una investigación antimonopolio de meses, y acordó iniciar medidas para proteger a los comerciantes y los clientes, dijeron las personas.
Didi podría servir como caso de prueba para un esfuerzo más amplio del Gobierno chino por recuperar el control de los datos que gigantes tecnológicos captan de cientos de millones de usuarios a diario, una fuente que considera vital para la economía y la estabilidad social. El Gobierno de China propuso crear una asociación con empresas de internet que supervisarían dicha información, un proyecto liderado por el Banco Popular de China, informó Bloomberg News.
La OPI de Didi el 30 de junio fue el detonante de un nuevo ataque a los gigantes de internet que en un momento acabó con más de US$1 billón de valor de mercado de las acciones chinas. La subsiguiente ola de represión de industrias, desde la educación privada en línea hasta el transporte privado y las redes sociales, asusta a los inversionistas y provocó que la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. examinara más de cerca las empresas del país, y prácticamente detuviera un lucrativo flujo anual de US$40.000 millones en salidas a bolsa de empresas chinas en EE.UU.