¿Por qué dependemos tanto de Facebook?
La súbita caída de Instagram, WhatsApp y Facebook evidenció cuánto dependen los usuarios de una sola compañía tecnológica.
Este lunes, hacia las 10:45 a. m. hora colombiana, las comunicaciones de millones de personas de todo el mundo quedaron interrumpidas por la súbita caída de los servicios de Facebook. El apagón se vio reflejado en la imposibilidad de enviar mensajes por WhatsApp y Messenger, en cortes repentinos de las transmisiones que se realizaban por Facebook, fallas en Oculus y problemas para subir o actualizar contenidos en Instagram.
Las principales plataformas que comunican en tiempo real a usuarios de todo el planeta dejaron de funcionar por más de seis horas, lo que llevó a hordas de internautas a pasarse a otras aplicaciones para continuar con sus reuniones, llamadas y transmisiones. “Los registros están subiendo en Signal (¡bienvenidos todos!)”, escribió la aplicación de mensajería en Twitter. “Sabemos lo que es trabajar durante una interrupción y deseamos lo mejor para los ingenieros que trabajan para devolver el servicio en otras plataformas”, agregó.
Telegram también recibió la imprevista llegada de miles de usuarios, lo que provocó que se congestionara su servicio temporalmente.
Voceros de Facebook no tardaron en pronunciarse y expresaron sus “más sinceras disculpas a todos los afectados”. Aseguraron que estaban experimentando problemas de red y que sus equipos están trabajando “para depurar y restaurar lo más rápido posible”. Lo mismo replicaron todas las aplicaciones afectadas en sus respectivas cuentas de Twitter.
Hasta el momento se desconocen las causas del apagón, aunque algunos expertos en ciberseguridad sugirieron que hubo una interrupción en las rutas que conectan a las personas con la red social. “Facebook y sus propiedades relacionadas desaparecieron de internet en una ráfaga de actualizaciones de BGP (sigla en inglés para Protocolo de Puerta de Enlace)”, tuiteó John Graham-Cumming, director de tecnología de la empresa web Cloudflare.
Otros usuarios también reportaron fallas en plataformas como Gmail y Tiktok en portales como Downdetector, que monitorea estos fenómenos a escala global, sin embargo, las compañías no confirmaron interrupciones en sus servicios.
Facebook cayó en la Bolsa de Nueva York 4,89 % después de que su plataforma y las aplicaciones de su propiedad fallaron. Así mismo, el patrimonio personal de Mark Zuckerberg se redujo en cerca de US$7.000 millones en unas pocas horas, lo que hizo que cayera un lugar en la lista de las personas más ricas del mundo.
En horas de la tarde, ejecutivos de Facebook confirmaron que sus servicios ya estaban reactivándose lentamente. “A la gran comunidad de personas y empresas de todo el mundo que dependen de nosotros: lo sentimos. Hemos estado trabajando arduamente para restablecer el acceso a nuestras aplicaciones y servicios y nos complace informar que ahora están volviendo a estar en línea”, dijo Facebook.
Varios usuarios también reportaron vía Twitter el retorno de algunas apps, aunque dicen que están funcionando de manera intermitente.
Le puede interesar: Caída de WhatsApp: usuarios de Telegram y Zoom también reportan fallas
Más allá de la incomodidad que supuso la caída de Facebook, este hecho evidenció lo que ocurre cuando las personas no pueden separar sus entornos digitales entre diferentes aplicaciones y dependen de una sola compañía: algunos usuarios utilizan Facebook para acceder a noticias, Instagram para promocionar sus negocios y WhatsApp para comunicarse en privado, por lo que buena parte de su tiempo en redes sociales lo destinan al mismo conglomerado.
De hecho, esta es una de las principales razones que han motivado las investigaciones antimonopolio contra la compañía de Mark Zuckerberg, a quien se le ha acusado de comprar empresas para que no se conviertan en su competencia.
Facebook también ha acudido a diferentes estrategias para volverse indispensable, como el esquema de “Zero Rating” o “tasa cero”, que hace que la red social que lleva su nombre y WhatsApp estén excluidos del consumo de datos que los operadores de telefonía cobran a sus usuarios cuando adquieren ciertos planes.
Lea también: Facebook, Instagram y WhatsApp empiezan a funcionar
Esto, sumado a la cantidad de información de usuarios a la que tiene acceso por medio de sus aplicaciones, ha contribuido a perpetuar la popularidad de un conglomerado que no tiene rival: solo Instagram tiene cerca de 1.000 millones de usuarios, mientras que WhatsApp alcanzó los 2.000 millones en 2020.
Y aunque Facebook se ha defendido diciendo que solo busca la interoperabilidad de sus plataformas para facilitar las interacciones de sus usuarios, hechos como el de este lunes demuestran que justamente ellos ya empezaron a darse cuenta de las desventajas de poner todos los huevos (o los datos) en la misma canasta.
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Este lunes, hacia las 10:45 a. m. hora colombiana, las comunicaciones de millones de personas de todo el mundo quedaron interrumpidas por la súbita caída de los servicios de Facebook. El apagón se vio reflejado en la imposibilidad de enviar mensajes por WhatsApp y Messenger, en cortes repentinos de las transmisiones que se realizaban por Facebook, fallas en Oculus y problemas para subir o actualizar contenidos en Instagram.
Las principales plataformas que comunican en tiempo real a usuarios de todo el planeta dejaron de funcionar por más de seis horas, lo que llevó a hordas de internautas a pasarse a otras aplicaciones para continuar con sus reuniones, llamadas y transmisiones. “Los registros están subiendo en Signal (¡bienvenidos todos!)”, escribió la aplicación de mensajería en Twitter. “Sabemos lo que es trabajar durante una interrupción y deseamos lo mejor para los ingenieros que trabajan para devolver el servicio en otras plataformas”, agregó.
Telegram también recibió la imprevista llegada de miles de usuarios, lo que provocó que se congestionara su servicio temporalmente.
Voceros de Facebook no tardaron en pronunciarse y expresaron sus “más sinceras disculpas a todos los afectados”. Aseguraron que estaban experimentando problemas de red y que sus equipos están trabajando “para depurar y restaurar lo más rápido posible”. Lo mismo replicaron todas las aplicaciones afectadas en sus respectivas cuentas de Twitter.
Hasta el momento se desconocen las causas del apagón, aunque algunos expertos en ciberseguridad sugirieron que hubo una interrupción en las rutas que conectan a las personas con la red social. “Facebook y sus propiedades relacionadas desaparecieron de internet en una ráfaga de actualizaciones de BGP (sigla en inglés para Protocolo de Puerta de Enlace)”, tuiteó John Graham-Cumming, director de tecnología de la empresa web Cloudflare.
Otros usuarios también reportaron fallas en plataformas como Gmail y Tiktok en portales como Downdetector, que monitorea estos fenómenos a escala global, sin embargo, las compañías no confirmaron interrupciones en sus servicios.
Facebook cayó en la Bolsa de Nueva York 4,89 % después de que su plataforma y las aplicaciones de su propiedad fallaron. Así mismo, el patrimonio personal de Mark Zuckerberg se redujo en cerca de US$7.000 millones en unas pocas horas, lo que hizo que cayera un lugar en la lista de las personas más ricas del mundo.
En horas de la tarde, ejecutivos de Facebook confirmaron que sus servicios ya estaban reactivándose lentamente. “A la gran comunidad de personas y empresas de todo el mundo que dependen de nosotros: lo sentimos. Hemos estado trabajando arduamente para restablecer el acceso a nuestras aplicaciones y servicios y nos complace informar que ahora están volviendo a estar en línea”, dijo Facebook.
Varios usuarios también reportaron vía Twitter el retorno de algunas apps, aunque dicen que están funcionando de manera intermitente.
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Más allá de la incomodidad que supuso la caída de Facebook, este hecho evidenció lo que ocurre cuando las personas no pueden separar sus entornos digitales entre diferentes aplicaciones y dependen de una sola compañía: algunos usuarios utilizan Facebook para acceder a noticias, Instagram para promocionar sus negocios y WhatsApp para comunicarse en privado, por lo que buena parte de su tiempo en redes sociales lo destinan al mismo conglomerado.
De hecho, esta es una de las principales razones que han motivado las investigaciones antimonopolio contra la compañía de Mark Zuckerberg, a quien se le ha acusado de comprar empresas para que no se conviertan en su competencia.
Facebook también ha acudido a diferentes estrategias para volverse indispensable, como el esquema de “Zero Rating” o “tasa cero”, que hace que la red social que lleva su nombre y WhatsApp estén excluidos del consumo de datos que los operadores de telefonía cobran a sus usuarios cuando adquieren ciertos planes.
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Esto, sumado a la cantidad de información de usuarios a la que tiene acceso por medio de sus aplicaciones, ha contribuido a perpetuar la popularidad de un conglomerado que no tiene rival: solo Instagram tiene cerca de 1.000 millones de usuarios, mientras que WhatsApp alcanzó los 2.000 millones en 2020.
Y aunque Facebook se ha defendido diciendo que solo busca la interoperabilidad de sus plataformas para facilitar las interacciones de sus usuarios, hechos como el de este lunes demuestran que justamente ellos ya empezaron a darse cuenta de las desventajas de poner todos los huevos (o los datos) en la misma canasta.
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