Telegram y WhatsApp: sienten la presión, pero esquivan la prohibición en Rusia
WhatsApp fue una de las aplicaciones más populares en Rusia durante 2021, con unos 67 millones de usuarios o cerca del 65 % de los usuarios de internet en el país - muy por encima de TikTok, de la plataforma social rusa VK, e incluso de Telegram, de acuerdo con datos de la firma especializada eMarketer.
Plataformas de mensajería como WhatsApp y Telegram han evitado el bloqueo de Rusia a diferencia de algunas de las más grandes redes sociales del mundo, en un sutil tolerancia que los expertos advierten podría terminar repentinamente.
Años de tensión entre Moscú y las estadounidenses Facebook y Twitter terminaron en confrontación luego de la invasión de Ucrania, el 24 de febrero, con las plataformas apuntando como objetivo a los medios rusos con vínculos estatales lo que llevó a Rusia a restringirlas como respuesta.
YouTube, que también eliminó globalmente los canales de medios ligados al Kremlin, también enfrentaba el viernes la amenaza directa de ser bloqueada luego de que el regulador de medios ruso, Roskomnadzor, acusara al sitio propiedad de la gigante Google de tener comportamiento “antirruso”.
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Las aplicaciones de mensajería, en todo caso, hasta ahora se mantienen invictas en parte porque WhatsApp, cuyo dueño es Meta, es menos adecuada para la comunicación masiva, mientras la capacidad de Telegram de difundir información a grupos enormes ha sido útil tanto para los medios independientes como para el propio Kremlin.
“Creo que es poco probable que Rusia prohíba Telegram porque están escasos de plataformas donde pueden operar”, opinó Serguéi Sanovich, investigador de posdoctorado de la Universidad de Princeton, quien recuerda que en 2020 las autoridades abortaron los esfuerzos por bloquear el servicio.
Telegram, criticada por sus políticas laxas respecto al contenido, ofrece a las autoridades rusas un foro para promover narrativas afines a su incursión militar, condenada internacionalmente.
Rusia todavía opera cuentas en plataformas como Facebook, pese al bloqueo del servicio doméstico, sin embargo el gigante de Silicon Valley removió publicaciones de páginas moscovitas que contenían información errónea sobre la ofensiva en Ucrania.
De su lado, Telegram se ha convertido en un espacio esencial para intercambiar noticias sobre la guerra, con un crecimiento acelerado provocado por la represión del Kremlin a medios independientes y el bloqueo de aplicaciones como Facebook e Instagram.
Un promedio de 2,5 millones de nuevos usuarios se unió a Telegram diariamente en las últimas tres semanas, dijo la compañía, un salto de alrededor del 25 % respecto a semanas anteriores.
“Declararle la guerra a YouTube”: Alp Toker, director del grupo de monitoreo web NetBlocks
Sin embargo, expertos han subrayado el riesgo para Telegram y sus usuarios debido a la falta de cifrado encriptado de punta a punta que potencialmente deja a la compañía susceptible ante la presión del gobierno de tergiversar la información.
Alp Toker, director del grupo de monitoreo web NetBlocks, señaló que WhatsApp ha implementado barreras de contención que proporcionan aislamiento contra ese tipo de presión.
“Mejorando su seguridad y adoptando tecnología de encriptado de extremo a extremo, esencialmente han protegido su propia plataforma de riesgos legales y potenciales demandas por solicitudes de acceso a contenido”, explicó Toker.
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El uso de WhatsApp entre dos usuarios o en chats grupales hace por ahora a la aplicación un blanco menor para las autoridades rusas, pero eso podría cambiar si llega a convertirse en una plataforma clave para las protestas contra la guerra.
“Principalmente, Roskomnadzor ha estado muy preocupado por los canales y las noticias y las formas de difundir información a grupos numerosos de personas, para lo que WhatsApp y otros son menos efectivos”, considera Eva Galperin, directora de ciberseguridad en Electronic Frontier Foundation.
Sin embargo, Toker señala que el asunto todavía no alcanza un punto crítico para las autoridades, en parte porque las plataformas de redes sociales, muchas de ellas ahora bloqueadas, cumplían un papel clave en términos de organización colectiva.
“Conforme estas (plataformas) desaparecen, las dinámicas podrían cambiar y las aplicaciones de mensajería se convertirían en el próximo objetivo”, añadió.
WhatsApp fue una de las aplicaciones más populares en Rusia durante 2021, con unos 67 millones de usuarios o cerca del 65 % de los usuarios de internet en el país - muy por encima de TikTok, de la plataforma social rusa VK, e incluso de Telegram, de acuerdo con datos de la firma especializada eMarketer.
En esa lista, YouTube atrajo más rusos que cualquier otra plataforma, con 76 millones de espectadores en 2021.
Su popularidad se debió en parte al acceso que ofrecía a entretenimiento diario para los rusos, quienes al tiempo representaban una audiencia para los políticos y el gobierno en busca de su atención.
Sanovich, investigador de Princeton, opinó que la plataforma simplemente se puso del lado equivocado de las autoridades.
“La han pasado mal controlando YouTube en términos de censura, y las medidas recientes de YouTube hacen menos valiosa la plataforma por ser espacio para propaganda extranjera”, detalló.
La falta de una alternativa doméstica con la suficiente calidad ha sido también un factor complicado para el gobierno a la hora de decidir que hacer con YouTube.
Toker, director de NetBlocks, advirtió que el bloqueo de YouTube significa confrontarse con Google y su oferta de servicios, como Gmail.
“Declararle la guerra a YouTube inmediatamente significa declararle la guerra al resto de la compañía”, indicó.
“Google es una fuerza importante en los negocios y una conexión significativa para el mundo exterior”, sentenció.
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Plataformas de mensajería como WhatsApp y Telegram han evitado el bloqueo de Rusia a diferencia de algunas de las más grandes redes sociales del mundo, en un sutil tolerancia que los expertos advierten podría terminar repentinamente.
Años de tensión entre Moscú y las estadounidenses Facebook y Twitter terminaron en confrontación luego de la invasión de Ucrania, el 24 de febrero, con las plataformas apuntando como objetivo a los medios rusos con vínculos estatales lo que llevó a Rusia a restringirlas como respuesta.
YouTube, que también eliminó globalmente los canales de medios ligados al Kremlin, también enfrentaba el viernes la amenaza directa de ser bloqueada luego de que el regulador de medios ruso, Roskomnadzor, acusara al sitio propiedad de la gigante Google de tener comportamiento “antirruso”.
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Las aplicaciones de mensajería, en todo caso, hasta ahora se mantienen invictas en parte porque WhatsApp, cuyo dueño es Meta, es menos adecuada para la comunicación masiva, mientras la capacidad de Telegram de difundir información a grupos enormes ha sido útil tanto para los medios independientes como para el propio Kremlin.
“Creo que es poco probable que Rusia prohíba Telegram porque están escasos de plataformas donde pueden operar”, opinó Serguéi Sanovich, investigador de posdoctorado de la Universidad de Princeton, quien recuerda que en 2020 las autoridades abortaron los esfuerzos por bloquear el servicio.
Telegram, criticada por sus políticas laxas respecto al contenido, ofrece a las autoridades rusas un foro para promover narrativas afines a su incursión militar, condenada internacionalmente.
Rusia todavía opera cuentas en plataformas como Facebook, pese al bloqueo del servicio doméstico, sin embargo el gigante de Silicon Valley removió publicaciones de páginas moscovitas que contenían información errónea sobre la ofensiva en Ucrania.
De su lado, Telegram se ha convertido en un espacio esencial para intercambiar noticias sobre la guerra, con un crecimiento acelerado provocado por la represión del Kremlin a medios independientes y el bloqueo de aplicaciones como Facebook e Instagram.
Un promedio de 2,5 millones de nuevos usuarios se unió a Telegram diariamente en las últimas tres semanas, dijo la compañía, un salto de alrededor del 25 % respecto a semanas anteriores.
“Declararle la guerra a YouTube”: Alp Toker, director del grupo de monitoreo web NetBlocks
Sin embargo, expertos han subrayado el riesgo para Telegram y sus usuarios debido a la falta de cifrado encriptado de punta a punta que potencialmente deja a la compañía susceptible ante la presión del gobierno de tergiversar la información.
Alp Toker, director del grupo de monitoreo web NetBlocks, señaló que WhatsApp ha implementado barreras de contención que proporcionan aislamiento contra ese tipo de presión.
“Mejorando su seguridad y adoptando tecnología de encriptado de extremo a extremo, esencialmente han protegido su propia plataforma de riesgos legales y potenciales demandas por solicitudes de acceso a contenido”, explicó Toker.
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El uso de WhatsApp entre dos usuarios o en chats grupales hace por ahora a la aplicación un blanco menor para las autoridades rusas, pero eso podría cambiar si llega a convertirse en una plataforma clave para las protestas contra la guerra.
“Principalmente, Roskomnadzor ha estado muy preocupado por los canales y las noticias y las formas de difundir información a grupos numerosos de personas, para lo que WhatsApp y otros son menos efectivos”, considera Eva Galperin, directora de ciberseguridad en Electronic Frontier Foundation.
Sin embargo, Toker señala que el asunto todavía no alcanza un punto crítico para las autoridades, en parte porque las plataformas de redes sociales, muchas de ellas ahora bloqueadas, cumplían un papel clave en términos de organización colectiva.
“Conforme estas (plataformas) desaparecen, las dinámicas podrían cambiar y las aplicaciones de mensajería se convertirían en el próximo objetivo”, añadió.
WhatsApp fue una de las aplicaciones más populares en Rusia durante 2021, con unos 67 millones de usuarios o cerca del 65 % de los usuarios de internet en el país - muy por encima de TikTok, de la plataforma social rusa VK, e incluso de Telegram, de acuerdo con datos de la firma especializada eMarketer.
En esa lista, YouTube atrajo más rusos que cualquier otra plataforma, con 76 millones de espectadores en 2021.
Su popularidad se debió en parte al acceso que ofrecía a entretenimiento diario para los rusos, quienes al tiempo representaban una audiencia para los políticos y el gobierno en busca de su atención.
Sanovich, investigador de Princeton, opinó que la plataforma simplemente se puso del lado equivocado de las autoridades.
“La han pasado mal controlando YouTube en términos de censura, y las medidas recientes de YouTube hacen menos valiosa la plataforma por ser espacio para propaganda extranjera”, detalló.
La falta de una alternativa doméstica con la suficiente calidad ha sido también un factor complicado para el gobierno a la hora de decidir que hacer con YouTube.
Toker, director de NetBlocks, advirtió que el bloqueo de YouTube significa confrontarse con Google y su oferta de servicios, como Gmail.
“Declararle la guerra a YouTube inmediatamente significa declararle la guerra al resto de la compañía”, indicó.
“Google es una fuerza importante en los negocios y una conexión significativa para el mundo exterior”, sentenció.
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