Google presenta alternativas a la venta de Chrome
Google dio a conocer una serie de propuestas y soluciones alternativas a la venta de su navegador, Google Chrome, que solicita el Departamento de Justicia (DOJ) de Estados Unidos como parte del juicio antimonopolio iniciado en 2023.
El pasado mes de agosto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos solicitó al juez Amit Metha, que dictaminó que Google incumplía las leyes antimonopolio del país, que obligara a la tecnológica a desprenderse de Chrome.
Chrome es el navegador más utilizado en todo el mundo y controla aproximadamente el 61 por ciento del mercado de Estados Unidos, lo que sitúa a Google en una posición de monopolio, al perjudicar a la competencia por pagar millones de dólares para ser el motor de búsqueda por defecto en navegadores web y móviles.
Hace unas semanas, el Departamento de Justicia estadounidense planteó formalmente la división de Google, solicitando que, además de desprenderse de Chrome, acatara algunas restricciones en Android para dejar de favorecer su propio buscador en dispositivos con este sistema operativo.
Entonces, medios como The Verge recogieron que este organismo presentaría una versión revisada de su propuesta de sentencia casi dos años después del comienzo del juicio. Mientras tanto, Google ha optado por señalar algunas alternativas para evitar la venta de su navegador.
Lo ha hecho en una entrada en su blog donde ha señalado que antes de presentar formalmente su apelación, el próximo 7 de marzo, el proceso legal requiere que las partes describan qué recursos responderían mejor a la decisión de la Corte antes de la audiencia prevista.
En primer lugar ha recordado que, tal y como dictaminó el Tribunal, Google alcanzó su mayor popularidad y su éxito gracias a la innovación, al tomar “decisiones comerciales y de inversión inteligentes”. Con ello, ha subrayado que “la gente no utiliza Google porque tenga que hacerlo, sino porque quiere hacerlo”.
Google ha reconocido que espera demostrar que la propuesta del Departamento de Justicia “dañaría a los consumidores estadounidenses y socavaría el liderazgo tecnológico global de Estados Unidos en un momento crítico”.
Para remediar esta situación, la firma ha presentado alternativas relacionadas con sus contratos de distribución de búsqueda, tal y como se aclara inicialmente en la misiva, que firma la vicepresidenta de Asuntos regulatorios, Lee-Anne Mullholland.
En primer lugar, ha señalado que las desarrolladoras de navegadores, como Apple y Mozilla “deberían seguir teniendo la libertad de hacer acuerdos con el motor de búsqueda que consideren mejor para los usuarios”.
En respuesta, ha subrayado que su propuesta permite a los navegadores seguir ofreciendo su buscador y obtener ingresos de esa asociación, aunque “también les proporciona una flexibilidad adicional: permitiría múltiples acuerdos determinados en diferentes plataformas y modos de navegación, además de la capacidad de cambiar su proveedor de búsqueda predeterminado al menos cada 12 meses”.
Por otro lado, Google ha dicho que su propuesta determina que los fabricantes de dispositivos tendrán mayor flexibilidad para ofrecer múltiples motores de búsqueda y cualquier aplicación de Google independientemente de que se utilice el Buscador o Chrome. “Esto dará a nuestros socios mayor flexibilidad, y a los rivales como Microsoft más oportunidades de pujar en el mercado”.
Por último, desde Google consideran que su alternativa “incluye un mecanismo sólido” para garantizar que cumpla con la orden de la Corte “sin darle al Gobierno un amplio poder sobre el diseño de su experiencia en línea”.
La directiva ha expresado finalmente que desde Google no proponen “estos cambios a la ligera” y que tendrían un coste para sus socios, ya que regularían la forma en que deben escoger el motor de búsqueda idóneo para sus clientes.
No obstante, considera que todas estas modificaciones abordan “plenamente” las conclusiones del Tribunal y lo hacen sin poner en riesgo la privacidad y la seguridad de los estadounidenses “ni dañar el liderazgo tecnológico global de Estados Unidos”.
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El pasado mes de agosto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos solicitó al juez Amit Metha, que dictaminó que Google incumplía las leyes antimonopolio del país, que obligara a la tecnológica a desprenderse de Chrome.
Chrome es el navegador más utilizado en todo el mundo y controla aproximadamente el 61 por ciento del mercado de Estados Unidos, lo que sitúa a Google en una posición de monopolio, al perjudicar a la competencia por pagar millones de dólares para ser el motor de búsqueda por defecto en navegadores web y móviles.
Hace unas semanas, el Departamento de Justicia estadounidense planteó formalmente la división de Google, solicitando que, además de desprenderse de Chrome, acatara algunas restricciones en Android para dejar de favorecer su propio buscador en dispositivos con este sistema operativo.
Entonces, medios como The Verge recogieron que este organismo presentaría una versión revisada de su propuesta de sentencia casi dos años después del comienzo del juicio. Mientras tanto, Google ha optado por señalar algunas alternativas para evitar la venta de su navegador.
Lo ha hecho en una entrada en su blog donde ha señalado que antes de presentar formalmente su apelación, el próximo 7 de marzo, el proceso legal requiere que las partes describan qué recursos responderían mejor a la decisión de la Corte antes de la audiencia prevista.
En primer lugar ha recordado que, tal y como dictaminó el Tribunal, Google alcanzó su mayor popularidad y su éxito gracias a la innovación, al tomar “decisiones comerciales y de inversión inteligentes”. Con ello, ha subrayado que “la gente no utiliza Google porque tenga que hacerlo, sino porque quiere hacerlo”.
Google ha reconocido que espera demostrar que la propuesta del Departamento de Justicia “dañaría a los consumidores estadounidenses y socavaría el liderazgo tecnológico global de Estados Unidos en un momento crítico”.
Para remediar esta situación, la firma ha presentado alternativas relacionadas con sus contratos de distribución de búsqueda, tal y como se aclara inicialmente en la misiva, que firma la vicepresidenta de Asuntos regulatorios, Lee-Anne Mullholland.
En primer lugar, ha señalado que las desarrolladoras de navegadores, como Apple y Mozilla “deberían seguir teniendo la libertad de hacer acuerdos con el motor de búsqueda que consideren mejor para los usuarios”.
En respuesta, ha subrayado que su propuesta permite a los navegadores seguir ofreciendo su buscador y obtener ingresos de esa asociación, aunque “también les proporciona una flexibilidad adicional: permitiría múltiples acuerdos determinados en diferentes plataformas y modos de navegación, además de la capacidad de cambiar su proveedor de búsqueda predeterminado al menos cada 12 meses”.
Por otro lado, Google ha dicho que su propuesta determina que los fabricantes de dispositivos tendrán mayor flexibilidad para ofrecer múltiples motores de búsqueda y cualquier aplicación de Google independientemente de que se utilice el Buscador o Chrome. “Esto dará a nuestros socios mayor flexibilidad, y a los rivales como Microsoft más oportunidades de pujar en el mercado”.
Por último, desde Google consideran que su alternativa “incluye un mecanismo sólido” para garantizar que cumpla con la orden de la Corte “sin darle al Gobierno un amplio poder sobre el diseño de su experiencia en línea”.
La directiva ha expresado finalmente que desde Google no proponen “estos cambios a la ligera” y que tendrían un coste para sus socios, ya que regularían la forma en que deben escoger el motor de búsqueda idóneo para sus clientes.
No obstante, considera que todas estas modificaciones abordan “plenamente” las conclusiones del Tribunal y lo hacen sin poner en riesgo la privacidad y la seguridad de los estadounidenses “ni dañar el liderazgo tecnológico global de Estados Unidos”.
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