Japón le apuesta a las aplicaciones de traducción simultánea
El país asiático se prepara para los Juegos Olímpicos 2020 y la gran oleada de turistas.
EFE
Con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y el consiguiente aumento de turistas foráneos, los desarrolladores tecnológicos de Japón han decidido apostar por crear y mejorar sus aplicaciones móviles de traducción lingüística simultánea.
El país asiático, que ya siente los efectos de la elección olímpica, recibió la cifra récord de 13,41 millones de visitantes extranjeros en 2014, un número que da credibilidad al objetivo del Ejecutivo de aumentar la suma hasta los 20 millones para 2020.
Con el fin de facilitar la estancia de los visitantes y animar a los dubitativos a consecuencia de la barrera lingüística a viajar hasta el país asiático, organismos públicos y privados trabajan en dichas tecnologías.
Los sistemas actuales de traducción en tiempo real incluyen aplicaciones que pueden instalarse en teléfonos inteligentes, ordenadores y otros dispositivos conectados a internet, como el programa VoiceTra desarrollado por el Instituto Nacional nipón de Tecnología de Información y Comunicación (NICT).
La aplicación, que puede descargarse gratis a través de Internet, simplemente requiere seleccionar el idioma al que se quiere traducir, hablar al aparato y esperar a que éste traduzca las palabras en formato de audio o a través de mensajes de texto.
La aplicación envía los vocablos del interlocutor a un servidor que analiza la voz y selecciona la traducción más exacta de entre un conjunto de frases almacenadas en una base de datos.
Cuanto más se usa la "app", más sofisticada se vuelve, pues aumenta gradualmente la cantidad de datos disponibles en el servidor, siempre con el consentimiento previo del usuario.
La "app" oficial del organismo, VoiceTra, abarca actualmente 27 idiomas, incluidos el urdú (hablado fundamentalmente en Pakistán e India), el cingalés (utilizado por el grupo étnico mayoritario de Sri Lanka) y el dzongkha o butanés, lengua oficial de Bután.
Esta aplicación es el resultado de más de 30 años de trabajo, una investigación originalmente emprendida por el Instituto Internacional nipón de Investigación de Telecomunicaciones Avanzadas, cuyo testigo cogió en 2010 el NICT, dependiente del Ministerio del Interior y de Comunicaciones.
"La idea de desarrollar un sistema de traducción siempre ha estado ahí, ya que es un sueño que viene de lejos. Sobre todo para los japoneses, de cara a superar las barreras del idioma que existen entre nosotros y la comunidad global", explicó un portavoz de la institución.
Los avances del almacenamiento en la nube han permitido que este tipo de aplicaciones encuentren una nueva vía de desarrollo.
"Depende del idioma, pero podríamos decir que es lo suficientemente precisa como para hacer comprensible entre un 70 y un 90 % de lo que se quiere decir", explican desde el centro, cuyo próximo reto es mejorar su precisión y extender sus campos de aplicación.
Las funciones de traducción desarrolladas por el organismo se emplean también en la aplicación de traducción multilingüe del Aeropuerto Internacional de Narita, NariTra, disponible en japonés, inglés, chino, coreano, indonesio, tailandés, francés y español.
El sector privado también ha decidido apostar por este mercado.
El principal operador móvil de Japón, NTT Docomo, ha desarrollado su propia "app", Jspeak (global.smt.docomo.ne.jp/jspeak/en/top.html), que traduce en tiempo real conversaciones telefónicas mediante un sistema de reconocimiento de voz y su propia base de datos.
Desde la compañía esperan mejorar la aplicación para conseguir una precisión lo suficientemente buena como para obtener una calificación de 700 puntos sobre 990 en el Test of English for International Communication (TOEIC) para 2016.
Aunque estas aplicaciones puedan parecer una panacea contra las barreras lingüísticas, los expertos del NICT coinciden en que "deben usarse como complemento y no como sustitutivo de los profesionales, ya que la traducción automática sólo cubre una pequeña parte de lo que los seres humanos son capaces de hacer".
Por ello, el Gobierno japonés ha adoptado una serie de proyectos en los últimos meses que incluyen la creación de un centro de llamadas multilingüe o la formación de auxiliares turísticos en varios idiomas para potenciar la experiencia de Tokio 2020.
Con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y el consiguiente aumento de turistas foráneos, los desarrolladores tecnológicos de Japón han decidido apostar por crear y mejorar sus aplicaciones móviles de traducción lingüística simultánea.
El país asiático, que ya siente los efectos de la elección olímpica, recibió la cifra récord de 13,41 millones de visitantes extranjeros en 2014, un número que da credibilidad al objetivo del Ejecutivo de aumentar la suma hasta los 20 millones para 2020.
Con el fin de facilitar la estancia de los visitantes y animar a los dubitativos a consecuencia de la barrera lingüística a viajar hasta el país asiático, organismos públicos y privados trabajan en dichas tecnologías.
Los sistemas actuales de traducción en tiempo real incluyen aplicaciones que pueden instalarse en teléfonos inteligentes, ordenadores y otros dispositivos conectados a internet, como el programa VoiceTra desarrollado por el Instituto Nacional nipón de Tecnología de Información y Comunicación (NICT).
La aplicación, que puede descargarse gratis a través de Internet, simplemente requiere seleccionar el idioma al que se quiere traducir, hablar al aparato y esperar a que éste traduzca las palabras en formato de audio o a través de mensajes de texto.
La aplicación envía los vocablos del interlocutor a un servidor que analiza la voz y selecciona la traducción más exacta de entre un conjunto de frases almacenadas en una base de datos.
Cuanto más se usa la "app", más sofisticada se vuelve, pues aumenta gradualmente la cantidad de datos disponibles en el servidor, siempre con el consentimiento previo del usuario.
La "app" oficial del organismo, VoiceTra, abarca actualmente 27 idiomas, incluidos el urdú (hablado fundamentalmente en Pakistán e India), el cingalés (utilizado por el grupo étnico mayoritario de Sri Lanka) y el dzongkha o butanés, lengua oficial de Bután.
Esta aplicación es el resultado de más de 30 años de trabajo, una investigación originalmente emprendida por el Instituto Internacional nipón de Investigación de Telecomunicaciones Avanzadas, cuyo testigo cogió en 2010 el NICT, dependiente del Ministerio del Interior y de Comunicaciones.
"La idea de desarrollar un sistema de traducción siempre ha estado ahí, ya que es un sueño que viene de lejos. Sobre todo para los japoneses, de cara a superar las barreras del idioma que existen entre nosotros y la comunidad global", explicó un portavoz de la institución.
Los avances del almacenamiento en la nube han permitido que este tipo de aplicaciones encuentren una nueva vía de desarrollo.
"Depende del idioma, pero podríamos decir que es lo suficientemente precisa como para hacer comprensible entre un 70 y un 90 % de lo que se quiere decir", explican desde el centro, cuyo próximo reto es mejorar su precisión y extender sus campos de aplicación.
Las funciones de traducción desarrolladas por el organismo se emplean también en la aplicación de traducción multilingüe del Aeropuerto Internacional de Narita, NariTra, disponible en japonés, inglés, chino, coreano, indonesio, tailandés, francés y español.
El sector privado también ha decidido apostar por este mercado.
El principal operador móvil de Japón, NTT Docomo, ha desarrollado su propia "app", Jspeak (global.smt.docomo.ne.jp/jspeak/en/top.html), que traduce en tiempo real conversaciones telefónicas mediante un sistema de reconocimiento de voz y su propia base de datos.
Desde la compañía esperan mejorar la aplicación para conseguir una precisión lo suficientemente buena como para obtener una calificación de 700 puntos sobre 990 en el Test of English for International Communication (TOEIC) para 2016.
Aunque estas aplicaciones puedan parecer una panacea contra las barreras lingüísticas, los expertos del NICT coinciden en que "deben usarse como complemento y no como sustitutivo de los profesionales, ya que la traducción automática sólo cubre una pequeña parte de lo que los seres humanos son capaces de hacer".
Por ello, el Gobierno japonés ha adoptado una serie de proyectos en los últimos meses que incluyen la creación de un centro de llamadas multilingüe o la formación de auxiliares turísticos en varios idiomas para potenciar la experiencia de Tokio 2020.