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Hacia finales de la década de 1970, los videojuegos se popularizaron como una forma de ocio digital comercialmente disponible. Durante los años 80′s fueron vistos como un juguete, pero en la década siguiente esta concepción mutó hacia un entretenimiento bien visto en adultos. Sin embargo, durante esta época también se difundió la idea social de que los juegos constituían una adicción, aislaban a las personas y las hacían más propensas a comportamientos violentos.
Razones no faltaban para que el mundo pensara eso, pues títulos del estilo de Doom y Mortal Kombat, extremadamente violentos y gráficos al punto de crear la clasificación por edades, se encargaron de construir ese imaginario en educadores y padres de familia. No obstante, solo es una percepción generalizada y de hecho hay varios estudios que han demostrado que estos casos son aislados, y, por el contrario, los videojuegos representan beneficios físicos y cognitivos a quienes conviven con ellos diariamente.
Esa es una de las conclusiones de un estudio publicado por la revista científica Nature, y realizado por la Universidad de California, que se basó en un videojuego especialmente creado para esta actividad, llamado Neuroracer. Esta entrega consiste en conducir un auto mientras el jugador está pendiente a los estímulos que irán apareciendo en pantalla con el transcurrir del juego.
Fue llevado a cabo en dos grandes grupos, uno de personas jóvenes y otro de ancianos. Lejos de arrojar resultados negativos, el estudio evidenció que los beneficios de jugar videojuegos se manifestaron en ambas partes, e incluso mucho más en el grupo de los adultos mayores. El primer grupo fue de un número indeterminado de personas entre los 20 y 35 años y el segundo de los 35 a los 69 años. El estudio se realizó en Inglaterra durante el primer semestre del 2024.
¿Qué dijo el estudio de Nature sobre los videojuegos?
Según la revista británica, los videojuegos ayudan a mantener la plasticidad del cerebro y entrega ventajas cognitivas a sus usuarios. En el caso puntual de los jóvenes, estos desarrollaron patrones cerebrales mucho más complejos que les permiten llevar a cabo acciones más difíciles de manera más eficiente, no solo en el juego, sino en la vida diaria.
En los ancianos, estos conservaron la habilidad necesaria para hacer múltiples tareas al mismo tiempo, una aptitud que de manera natural se pierde con el paso de los años. Y es precisamente para lo que fue diseñado el título del estudio, pues el videojuego ayuda a medir y reparar el deterioro neuronal relacionado con el envejecimiento.
También se pudo ver que con el paso de las partidas, los jugadores, jóvenes y adultos mayores, no solo mejoraron su rendimiento en el juego, sino que también fortalecieron su memoria, su capacidad de atención y sus reflejos, cualidades no solo útiles para jugar Call of Duty o GTA V, sino también para el trabajo, el colegio, la universidad y la vida misma en sus acciones ordinarias.
¿Qué han dicho otros estudios?
Una investigación de la revista Nature Human Behaviour realizado en 2020, durante el confinamiento mundial por la pandemia del Covid-19, mostró que el gaming tiene efectos positivos en el bienestar mental de los gamers y fomenta la interacción social. El análisis contó con casi 100.000 participantes japoneses que jugaron en consolas PlayStation 5 y Nintendo Switch, dos modelos fabricados en ese país.
Estas dos plataformas sufrieron escasez de unidades en stock durante el mismo periodo de tiempo debido a que en ese año hubo un repunte en el número de jugadores en el mundo, pasando de un aumento anual promedio de 11 millones a casi 30 millones en 2020. Todo ello provocó que a cuatro años de la cuarentena generalizada existan más de 3.000 millones de gamers, de los cuales el 85% son menores de 35 años.
Volviendo al estudio en Japón, también se pudo ver que los efectos positivos se mantenían solo hasta la tercera hora de juego continuo, después de los 180 minutos frente a la pantalla estos efectos disminuyen, pero nunca son nocivos, según la revista Nature Human Behaviour.
Se clasificaron en dos grupos las personas participantes, pues el estudio denotó que los niños y mujeres que jugaban con la Nintendo Switch mostraron mejores resultados que al jugar con la PlayStation 5. Lo contrario ocurrió en los jóvenes y adultos sin hijos, quienes se mostraron más eficientes cognitivamente jugando con la consola de Sony que con la de Nintendo.
¿Cuáles juegos son buenos para el cerebro?
Otro estudio de la Universidad de Limerick en Irlanda concluyó que jugar videojuegos puede ayudar a reducir los principales síntomas de la ansiedad y la depresión, los dos desórdenes de salud mental más comunes en el mundo, pero científicamente no se pudo demostrar que juegos en concreto son los que presentan los mejores resultados, de acuerdo con Hiroyuki Egami, científico del comportamiento de la Universidad de Nihon, en Tokio, y autor de la investigación.
Egami también tuvo palabras para referirse a la diferencia entre las buenas evidencias de los estudios y las malas referencias de las personas frente a los videojuegos. “Existe una enorme brecha entre la evidencia científica y la percepción pública. Es fundamental cerrar esta brecha y crear una visión más equilibrada y precisa de los impactos de los juegos en la sociedad”, afirmó.
Finalmente, Bermúdez Rattoni de la Universidad Abierta de Cataluña manifestó en el marco de un análisis que este tipo de ocio digital ayuda a personas con esclerosis múltiple y dislexia a aliviar su malestar, tanto emocional como físico. “Hay personas que, después de un accidente cerebral, presentan deficiencias en algún área, como el agarre de las manos o la movilidad misma de estas, y al estimularlas con los videojuegos mejoran muchísimo sus habilidades que habían perdido”, apuntó Rattoni.