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La guerra comercial que libran China y Estados Unidos se expandió al mundo de los celulares y escaló el nivel de confrontación. Según la agencia de noticias Reuters, Google se prepara para bloquear productos de hardware y software a uno de sus principales clientes: el gigante chino Huawei. La decisión se habría tomado después de que el Presidente de Estados Unidos Donald Trump incluyera a la empresa china en una lista negra comercial. Un episodio que se suma a otra serie de incidentes comerciales de tiempo atrás.
El anuncio que sacudió el mundo de la tecnología replanteará uno de los sectores más dinámicos de la economía global: la venta de teléfonos inteligentes. Huawei que venía ampliando su mercado con mucha fuerza podría sufrir una profunda crisis. Los usuarios de Huawei en muy poco tiempo quedarían con un sistema obsoleto que no podría actualizarse. Y, sin acceso a la tienda Google Play, tampoco tendrían la oportunidad de acceder a miles de aplicaciones.
"Los detalles de los servicios específicos que serán vetados seguían siendo discutidos a nivel interno en Google, propiedad de Alphabet Inc", indicó la agencia de noticias. Por lo pronto Huawei y sus usuarios seguirían teniendo acceso a la versión de Android disponible a través de licencias de código abierto.
Trump acusó a la compañía china de ser riesgosa para la seguridad nacional y aseguró que tomaba la decisión para proteger al país "de los adversarios extranjeros que están creando y explotando cada vez más las vulnerabilidades de la infraestructura y los servicios de tecnología de la información y las comunicaciones en Estados Unidos".
Durante una rueda de prensa a medios japoneses, el fundador y presidente de la Huawei, Ren Zhengfei, dijo que estaban preparados para resistir la presión de Washington y reducir su dependencia de componentes estadounidenses.
Huawei lidera la carrera en tecnología 5G, pero depende de proveedores extranjeros.
Cada año se gasta 67.000 millones de dólares (60.000 de euros) en componentes, incluyendo 11.000 millones de proveedores estadounidenses, según el diario japonés The Nikkei.
El usualmente discreto Ren, de 74 años, ha saltado a la palestra en los últimos meses coincidiendo con el incremento de la presión sobre su compañía.
El pasado militar de Ren y la opacidad de Huawei han despertado sospechas en algunos países de que existen lazos entre la empresa y los militares y servicios de inteligencia de su país.
Las agencias gubernamentales estadounidenses ya tenían prohibido comprar equipamiento de Huawei.
"No hemos hecho nada que viole la ley", se defendió Ren, estimando que las medidas estadounidenses tendrán un impacto limitado.
"Se espera que el crecimiento de Huawei se ralentice, pero sólo ligeramente", afirmó, según The Nikkei.
"No cambiaremos nuestra gestión a petición de Estados Unidos, ni aceptaremos vigilancia, como hizo ZTE", aseguró, refiriéndose a otra compañía china en la mira de Washington.
ZTE casi se fue a la quiebra el año pasado cuando prohibieron a las empresas estadounidenses venderle componentes vitales, pero Trump anuló la decisión a cambio de una multa de 1.000 millones de dólares y la supervisión del departamento de Comercio de Estados Unidos.