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Colombia está a puertas de dar un gran salto en materia de conectividad. Este miércoles el Ministerio de las TIC comunicó que ya se expidió la resolución que da vía libre a los operadores para que utilicen, sin necesidad de licencias, la totalidad de la banda 6GHz.
En otras palabras, el gobierno dio a estas compañías una carta abierta para que innoven en la implementación de tecnologías que, apoyándose de estas frecuencias, permitan el mejoramiento de la conectividad de los usuarios. El mayor ejemplo de esto es que se podrá navegar mediante la tecnología de Wi Fi 6E (característica que comenzará a masificarse en dispositivos como computadores y teléfonos celulares, pues brinda velocidades de navegación superiores a tecnologías anteriores, además de que sienta una de las bases que se necesitan para el despliegue de la red 5G).
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Otra de las bondades que trae el Wi Fi 6E es que brinda una conexión más robusta, permitiendo que varios dispositivos se conecten de manera simultánea a la misma red. Esto es clave según las predicciones que hacen expertos en el campo, quienes vaticinan que los hogares serán cada vez más “inteligentes” con la incorporación de dispositivos como asistentes para el hogar y demás relacionados con la tecnología IoT (Internet de las Cosas, por sus siglas en inglés). Es decir, ya no solo televisores celulares y computadores estarán conectados al Wi-Fi en un hogar, sino que también lo harán altavoces, bombillos, persianas, aspiradoras, cámaras de seguridad y otros que amplían esta lista.
“Se espera que al habilitar la banda de 6 GHz para uso libre se incentive la innovación. Las capacidades y velocidades serán más altas y con ellas se podrá atender la creciente demanda de datos, contenidos y aplicaciones de los usuarios, así como llegar a regiones apartadas del país con soluciones de calidad para la ruralidad. De esta forma, el gobierno avanza en el cierre de la brecha digital y en una verdadera democratización de las TIC”, explicó la ministra Urrutia.
El despliegue del 5G se acerca
Las telecomunicaciones han pasado por cinco generaciones en los últimos 40 años. La primera generación (1G), que estaba en auge en la década de los 80′s, permitó las llamadas telefónicas entre dispositivos móviles. La segunda generación (2G), por los 90´s, facilitó la cobertura de señal en estos dispositivos, así como el intercambio de mensajería (aquellos tiempos en los que valía cada letra en los mensajes de texto).
La tercera generación (3G), por los 2000, revolucionó la industria al introducir la banda ancha y facilitar la transferencia de datos (ya era posible navegar en internet y sentó las bases de las aplicaciones de mensajería instantánea y los teléfonos inteligentes). La cuarta generación (4G), por el 2010, mejoró la velocidad de navegación, permitió la comunicación con dispositivos IoT e hizo posible el consumo de los contenidos que hoy acostumbramos ver en nuestros smartphones, como videos en YouTube y series en Netflix. La quinta generación (5G) es la más novedosa de todas, ya aplicada en países como Estados Unidos, y promete mayores velocidades de navegación y reducción en los tiempos de latencia entre dispositivos, lo que facilita el desarrollo de tecnologías como la conducción autónoma.
Es así como a los recientes anuncios hechos por el Ministerio de las TIC se suma el hecho de que en 2023 arrancará la licitación que permitirá el despliegue del 5G en Colombia.
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Antes de ahondar en esta materia, vale la pena recordar cuáles son las bondades que promete el 5G. Para el usuario promedio, su llegada se traduce en que podrá descargar contenido en menos tiempo, así como experimentar que las páginas web se abren más rápido, y los videos que ve en streaming se reproducen casi que al instante y a altas resoluciones.
Sin embargo, el mayor potencial se verá en la industria, pues el 5G será una de las tecnologías que apalancará la transformación digital en el país (en medio de la mencionada cuarta revolución industrial). Ejemplo de esto es que mayores velocidades de navegación brindarán herramientas para que las empresas (que ya cuentan con nuevas tecnologías) aumenten su competitividad al poder procesar una mayor cantidad de datos, así como agilizar muchos de sus procesos productivos.
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Está el caso de los dispositivos IoT. Una empresa dedicada a la agricultura, por ejemplo, podrá poner sensores en sus campos de siembra para conocer (casi que en tiempo real por cuenta de las bajas latencias) las condiciones de humedad que tiene la tierra, así como nutrientes. De esta forma podrá administrar mejor el riego y el abono, amén de detectar más brevemente posibles plagas. En suma, mejora su competitividad gracias a la nuevas tecnologías.
También está el caso de la conducción autónoma, que con el 5G mitigará considerablemente la probabilidad de que vehículos que se manejan solos colisionen, pues las bajas latencias harán que los sensores se comuniquen más rápido con los centros de control, para así tomar decisiones en milésimas de segundos.
En Colombia el 5G ha avanzado en su etapa de pilotos. Empresas como Claro, Movistar, Tigo y la ETB han experimentado con esta tecnología para determinar sus potenciales aplicados al uso comercial (internet móvil y para el hogar), así como para casos dedicados (como la telemedicina). En entrevista con El Espectador, la ministra Urrutia explicó que habiendo superando esta etapa, y a meses que se dé el vencimiento de las licencias para el uso del espectro electromagnético en Colombia (por el que pagan los operadores), Colombia está lista para renovar esas licencias, incluyendo (por supuesto) el despliegue del 5G.
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“Tenemos que definir esas condiciones de renovación. La Agencia Nacional del Espectro (ANE) está muy juiciosa haciendo la valoración de cuánto va a valer el espectro pensado en 5G. Estamos diseñando esa gran estrategia de condiciones para la renovación y, esperamos, que esto se dé durante el segundo semestre de 2023, porque en el primero estaremos concentrados en las renovaciones, sumado a que estamos construyendo un plan de desarrollo, que esperamos que esté listo en mayo”, precisa.
Así las cosas, las primeras licitaciones para el uso comercial del 5G en Colombia se conocerán en 2023. El punto de partida para que los grandes operadores arranquen con su despliegue.
Aunque se hace más corta, la espera continúa
El comienzo de la licitación del 5G es tan solo el punto de partida de su despliegue pues, como lo explica Mario de la Cruz (director ejecutivo de políticas públicas y gobierno de Cisco en América Latina), después de esto se tienen que surtir una serie de trámites que involucran contrataciones adicionales y adquisición de infraestructura.
Aunque la industria está lista, asegura, todos estos procesos podrían tomarle al país de uno a dos años antes de que arranque el despliegue masivo y comercial del 5G. A esto se suma que, para disfrutar de esta tecnología, en Colombia también tendría que darse una masificación de dispositivos compatibles con esta pues, aún con su existencia, un celular que que solo alcance a conectarse hasta la red 4G no podría experimentar los beneficios del 5G.
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Lo mismo sucede con el Wi Fi 6E. Seguramente los operadores tendrán que cambiar los routers (los famosos modems) de los hogares para que esa tecnología y velocidades de conexión estén disponibles, así como los dispositivos receptores (televisores, computadores, tablets, celulares…).
Más allá de esto, el hecho es que Colombia está avanzando en el desarrollo de su conectividad, lo que se traduce en la mejora de condiciones para el desarrollo de su economía (se vuelve más competitiva). Sin embargo, sigue persistiendo el reto de mitigar la brecha digital pues, según información manejada por el MinTIC, actualmente el país se encuentra conectado en un 60 %, alcanzando en las zonas rurales una conectividad de apenas el 28,9 %.
“Una de las prioridades del Gobierno es mejorar la conectividad de los colombianos. Para lograr la meta del 85% debemos contar, entre otras tecnologías, con la banda de 5G. El Gobierno y el sector privado trabajarán de la mano para que esto sea una realidad en los primeros meses del 2023″, dijo Saul Kattan, consejero Presidencial para la transformación digital, en el XII Congreso Internacional de Espectro.
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Esto se traduce en serias desventajas para una empresa o un estudiante que se forje en una zona rural, versus aquellos que lo hacen en las zonas urbanas. Reducir estas brechas es una misión a la que le han apostado diversos gobiernos (entre ellos el de Iván Duque, con el programa de Centros Digitales). El gobierno de Gustavo Petro le apunta a usar todas las tecnologías que se tienen a la mano (incluida la conectividad satelital) para hacer que internet llegue a los lugares más apartados, una tarea en la que espera apalancarse del brazo de los operadores privados. La importancia de estar conectado en el siglo XXI se hace innegociable.
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