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Algunos países de la Unión Europea, como Malta o Luxemburgo, reiteraron este sábado sus reticencias a un nuevo impuesto digital en el bloque para los gigantes tecnológicos estadounidenses, advirtiendo incluso de una eventual escalada con Washington.
"Hay que hablar con los estadounidenses rápidamente y de manera constructiva, de lo contrario podría conducir a una escalada con Estados Unidos", vista la "guerra comercial retórica" actual, advirtió el ministro de Finanzas luxemburgués, Pierre Gramegna.
El responsable del Gran Ducado, donde la compañía estadounidense Amazon tiene su sede en Europa, realizó estas declaraciones a su llegada al primer debate con sus pares sobre la propuesta que la Comisión Europea presentó en marzo sobre un nuevo impuesto digital.
El proyecto del ejecutivo comunitario consiste en gravar en un primer momento el 3% de los ingresos -y no de los beneficios, como es habitual- generados por los gigantes de la red conocidos como GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon) por la explotación de actividades digitales.
La tasa sólo se aplicaría a empresas cuya facturación anual mundial supere los 750 millones de euros y cuyos ingresos en la UE superen los 50 millones de euros, lo que deja fuera a las pequeñas start-up europeas, que ya tienen dificultades en rivalizar con los mastodontes norteamericanos.
La propuesta europea de corto plazo, con la que la UE busca gravar a estas empresas allí donde realizan sus ventas, se completaría más adelante con una reforma de las reglas relativas al impuesto de sociedades.
Países como Francia o España apoyan la medida de Bruselas, pero otros como Luxemburgo o Irlanda, que cuentan en su territorio con la sede europea de algún gigante de internet por sus tasas fiscales ventajosas, prefieren un enfoque a largo plazo basado en el trabajo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Aunque Luxemburgo considera que las empresas digitales deben pagar su "parte justa" de impuestos, Gramegna calificó la propuesta europea como "muy ineficaz y perjudicial" si se hace sin contar con Washington y abogó por acelerar las discusiones con Estados Unidos y la OCDE.
"No es un impuesto anti GAFA, un impuesto anti Estados Unidos, no es un enfoque proteccionista. Es algo que se hace en el interés de todos los europeos dondequiera que vivan", subrayó por su parte el comisario europeo de Asuntos Financieros, Pierre Moscovici.
Para salir adelante, la propuesta impulsada por Moscovici debe contar con el apoyo de todos los países del bloque, algo por el momento complicado. "No estamos contra", dijo el ministro maltés Edward Scicluna, aunque precisó que están en el "lado cauteloso".