La red social que le paga mientras hace mercado
La red social, que suma hoy alrededor de 20.000 usuarios en el mundo, llega al país con la promesa de consignarles a sus usuarios por tomar fotos de góndolas en los supermercados, responder cuestionarios o verificar la prestación de servicios.
David Mayorga
De algunos pequeños accidentes suelen surgir grandes soluciones para la vida diaria. Ocurrió en 1946 con el ingeniero Percy Spencer quien, analizando el funcionamiento de los radares, descubrió las microondas que hoy en día se utilizan en pequeños hornos para calentar los alimentos. También en los años 90, cuando un equipo de científicos de la multinacional Pfizer que investigaba nuevos medicamentos para curar la hipertensión, se topó con el sildenafilo, el compuesto principal del Viagra. Y lo mismo ocurrió en 2010 en Holanda, cuando una multinacional que enfrentaba problemas logísticos terminó inspirando una novedosa red social que le paga a sus miembros por hacer tareas sencillas en supermercados, tiendas o restaurantes.
Todo comenzó cuando Unilever contrató a una consultora de mercadeo para que se cerciorara si el presupuesto que cada año destinaba para tareas de publicidad era eficiente: si las vallas exteriores y los anuncios que había contratado al interior de los supermercados estaban fijos. A la hora de realizar la tarea, esta compañía decidió subvertir su tradicional forma de operación y acudió a los propios consumidores. Ellos, a través de una aplicación móvil, hicieron reportes en todo el país que le permitieron a la multinacional ajustar sus presupuestos.
Así nació Roamler, la nueva red social que le permite a cualquier usuario ganar dinero simplemente con ir a un supermercado y tomar la foto de una góndola con determinados productos. “La gente se inscribe en nuestra página web y, de acuerdo a la tienda más cercana a su lugar de residencia, de trabajo o donde se encuentre, puede recibir una tarea para realizar”, comenta Luis Gabriel Lleras, gerente operativo de su operación en Colombia.
En su fase inicial, la red funciona bajo un criterio cerrado. Posterior a la inscripción en la página web, los usuarios seleccionados reciben un link para descargar en sus dispositivos la aplicación, disponible por el momento para sistemas operativos iOS y Android, con la cual recibirán asignaciones de tareas. Las primeras son enteramente creativas, como tomar fotos, responder preguntas o difundir el mensaje en otras redes sociales como Facebook o Twitter. Después, cuando el usuario ha aprendido la dinámica, llegan las asignaciones monetarias.
“El pago varía de acuerdo a la dificultad de las tareas. Hay unas sencillas que solo se recompensan con puntos para que el roamler vaya adquiriendo tanto experiencia como notoriedad. También hay otras más complejas, como responder cuestionarios extensos o tomar 10 fotos en un supermercado. Y otras de mayor complejidad que suponen desplazamientos a ciertos lugares para verificar el servicio que están ofreciendo”, explica Alejandro Villada, su director general.
Por las más básicas el usuario recibe $5.000 a través de DaviPlata, el servicio de pagos móviles de Davivienda, o son consignados en su cuenta de Paypal. Pero a medida que va sumando puntos de experiencia y se le asignan labores más complejas, la recompensa aumenta. Gracias a este modelo, la compañía cuenta hoy con más de 15.000 usuarios en seis países de Europa y alrededor de 3.000 en Chile, su primer mercado en América Latina, con los cuales ya tienen cubiertas las tareas de todo el país.
La compañía inicia este mes operaciones en Colombia y, hasta el momento, han recibido 2.300 solicitudes de afiliación de las que han aprobado más de 700. “Los directivos vinieron el año pasado a Colombia para mirar el mercado y se llevaron una grata impresión con el nivel de penetración de la tecnología móvil”, comenta Villada.
La meta de la compañía en Colombia es contar con una comunidad de 10.000 personas y, a la par, trabajan con las firmas locales para cerrar los acuerdos que deriven en la creación de tareas. Un objetivo en el que no se divisan grandes dificultades, si se tiene en cuenta que, entre sus clientes mundiales, cuanta con compañías como Lego, Apple, McDonald’s, Coca-Cola, Heineken o Sony.
De algunos pequeños accidentes suelen surgir grandes soluciones para la vida diaria. Ocurrió en 1946 con el ingeniero Percy Spencer quien, analizando el funcionamiento de los radares, descubrió las microondas que hoy en día se utilizan en pequeños hornos para calentar los alimentos. También en los años 90, cuando un equipo de científicos de la multinacional Pfizer que investigaba nuevos medicamentos para curar la hipertensión, se topó con el sildenafilo, el compuesto principal del Viagra. Y lo mismo ocurrió en 2010 en Holanda, cuando una multinacional que enfrentaba problemas logísticos terminó inspirando una novedosa red social que le paga a sus miembros por hacer tareas sencillas en supermercados, tiendas o restaurantes.
Todo comenzó cuando Unilever contrató a una consultora de mercadeo para que se cerciorara si el presupuesto que cada año destinaba para tareas de publicidad era eficiente: si las vallas exteriores y los anuncios que había contratado al interior de los supermercados estaban fijos. A la hora de realizar la tarea, esta compañía decidió subvertir su tradicional forma de operación y acudió a los propios consumidores. Ellos, a través de una aplicación móvil, hicieron reportes en todo el país que le permitieron a la multinacional ajustar sus presupuestos.
Así nació Roamler, la nueva red social que le permite a cualquier usuario ganar dinero simplemente con ir a un supermercado y tomar la foto de una góndola con determinados productos. “La gente se inscribe en nuestra página web y, de acuerdo a la tienda más cercana a su lugar de residencia, de trabajo o donde se encuentre, puede recibir una tarea para realizar”, comenta Luis Gabriel Lleras, gerente operativo de su operación en Colombia.
En su fase inicial, la red funciona bajo un criterio cerrado. Posterior a la inscripción en la página web, los usuarios seleccionados reciben un link para descargar en sus dispositivos la aplicación, disponible por el momento para sistemas operativos iOS y Android, con la cual recibirán asignaciones de tareas. Las primeras son enteramente creativas, como tomar fotos, responder preguntas o difundir el mensaje en otras redes sociales como Facebook o Twitter. Después, cuando el usuario ha aprendido la dinámica, llegan las asignaciones monetarias.
“El pago varía de acuerdo a la dificultad de las tareas. Hay unas sencillas que solo se recompensan con puntos para que el roamler vaya adquiriendo tanto experiencia como notoriedad. También hay otras más complejas, como responder cuestionarios extensos o tomar 10 fotos en un supermercado. Y otras de mayor complejidad que suponen desplazamientos a ciertos lugares para verificar el servicio que están ofreciendo”, explica Alejandro Villada, su director general.
Por las más básicas el usuario recibe $5.000 a través de DaviPlata, el servicio de pagos móviles de Davivienda, o son consignados en su cuenta de Paypal. Pero a medida que va sumando puntos de experiencia y se le asignan labores más complejas, la recompensa aumenta. Gracias a este modelo, la compañía cuenta hoy con más de 15.000 usuarios en seis países de Europa y alrededor de 3.000 en Chile, su primer mercado en América Latina, con los cuales ya tienen cubiertas las tareas de todo el país.
La compañía inicia este mes operaciones en Colombia y, hasta el momento, han recibido 2.300 solicitudes de afiliación de las que han aprobado más de 700. “Los directivos vinieron el año pasado a Colombia para mirar el mercado y se llevaron una grata impresión con el nivel de penetración de la tecnología móvil”, comenta Villada.
La meta de la compañía en Colombia es contar con una comunidad de 10.000 personas y, a la par, trabajan con las firmas locales para cerrar los acuerdos que deriven en la creación de tareas. Un objetivo en el que no se divisan grandes dificultades, si se tiene en cuenta que, entre sus clientes mundiales, cuanta con compañías como Lego, Apple, McDonald’s, Coca-Cola, Heineken o Sony.