Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El acoso y el maltrato en internet son dos asuntos que, tristemente, se han vuelto una especie de moneda común a medida que el mundo digital se expande.
Reddit, por ejemplo, tiene varios foros de discusión para hablar de temas abiertamente racistas, sexistas e incluso antisemitas. La plataforma lleva un tiempo tratando de regular una comunidad que, para toda su apertura, pareciera bastante cerrada a la hora de no tratar a los demás de forma ofensiva y degradante.
Esta plataforma sirve para hablar de otra cosa: el poder de la comunidad de un servicio en línea. En este caso puntual, el poder de los usuarios fue usado, en parte, para sacar a Ellen Pao de su cargo como CEO de Reddit. Esto sucedió en julio del año pasado y la salida de Pao estuvo acompañada de una avalancha de insultos, muchos de ellos con claras referencias sexuales y raciales. (Lea "La novela interna de Reddit")
En un escenario algo menos tétrico, el impacto de una comunidad en línea puede ser usado para bien.
Impacto como el que tuvo el hashtag #ilooklikeanengineer, que avivó una discusión acerca del sexismo y los prejuicios de género en la industria de la tecnología. Impacto como el generado por #iridewithyou, que buscaba frenar la estigmatización hacia los inmigrantes musulmanes en Australia luego del ataque contra un café en Sídney, perpetrado, principalmente, por un ciudadano de origen iraní conocido por sus incitaciones al odio religioso.
“El tipo de los abusos en línea no cambia mucho de un país a otro, el prejuicio social no es muy diferente. Claro, hay países con legislaciones que discriminan a la mujer. Pero, en general, el tipo de abusos en la red es muy similar en el Reino Unido, Australia o Latinoamérica. Lo importante es que en estos últimos dos lugares hay un gran apetito de crear movimientos de contranarrativa. Si yo comienzo a decir cosas en contra de las mujeres, es muy probable que otros usuarios comiencen a refutar y a cuestionar lo que digo. El poder de Twitter reside en esa contranarrativa: que la comunidad junta pelee contra los prejuicios sociales”.
Quien habla es Patricia Cartes, líder global de participación en seguridad y confianza de Twitter y una de las encargadas de realizar una serie de eventos en los que se discute cómo combatir el acoso en la plataforma y en la red, principalmente el acoso a las mujeres.
En inglés, la iniciativa se conoce como Position of Strength (con su respectivo hashtag) y se ha realizado en Australia, lugar en donde nació, India, Indonesia, Estados Unidos y, próximamente, Singapur. Hace unos días se llevó a cabo la primera versión del evento en Colombia, que también marcó la primera ocasión en Latinoamérica. Y ayer se celebró en México. En español, el hashtag es #fuerzaenmivoz y se une a iniciativas como #miprimeracoso, #alertamachitroll y #vivasnosqueremos.
¿Qué buscan lograr con este tipo de eventos? “El objetivo es juntar a miembros de la sociedad civil y mujeres de la comunidad feminista, entre otras razones para hablar de cómo podemos empoderar a la mujer a la hora de utilizar la tecnología para lograr sus causas. Nos ha servido para ver los usos extraordinarios que están haciendo las mujeres en una plataforma como Twitter para conectarse con otras mujeres, pero también para lograr un impacto positivo en la sociedad”, responde Cartes, quien añade: “Queremos que el usuario sepa a qué tipo de contenido se enfrenta, pero también que nadie se sienta acosado, porque cuando no te sientes seguro entonces no compartes y el uso potencial de estas plataformas se pierde”.
Este problema es un asunto que no sólo vive en el mundo digital, sino que, en últimas, es el reflejo de un estado de la sociedad, sólo que se expresa (y acaso se amplifica) a través de la red. Por eso, tratar el acoso y la violencia en línea también implica, en parte, hacerlo fuera de internet. Al respecto, Cartes dice que “nos preocupan ambos escenarios. Queremos educar a los usuarios en general, pero especialmente a las mujeres: que la comunidad sepa cómo denunciar en estos casos y cómo salir de ese momento en el que no se sienten empoderados por estas situaciones. Promocionar estas herramientas y a Twitter como un lugar abierto permite fomentar la aparición de contranarrativas a los prejuicios”.
En Colombia, el sexismo y la violencia en línea contra la mujer no son asuntos nuevos, aunque quizá no alcancen el nivel de lugares como México. Pero no por eso la problemática es menos preocupante, como dice Carolina Botero, directora de la Fundación Karisma, una de las que han analizado el tema en el país: “Me parece interesante que las plataformas estén pensando que la violencia en línea contra las mujeres es un problema. Eso ya es una ventaja porque no era así antes. Ya hay una posición oficial en el tema. En el evento en Colombia hubo un grupo interesante de mujeres hablando de sus experiencias. Acá pareciera que el tema de la violencia en línea es un poco más solapado. A la mayoría no le parece un problema e incluso muchas mujeres no lo identifican así”.