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Lo que muestran los avances en la aplicación de IA que busca detectar la depresión

Investigadores de la Universidad de Dartmouth anunciaron que han desarrollado una aplicación pionera para teléfonos inteligentes para detectar síntomas de inicios de depresión.

12 de marzo de 2024 - 10:00 p. m.
Investigadores de la Universidad de Dartmouht anunciaron que han desarrollado una aplicación pionera para teléfonos inteligente para detectar síntomas de inicios de depresión.
Investigadores de la Universidad de Dartmouht anunciaron que han desarrollado una aplicación pionera para teléfonos inteligente para detectar síntomas de inicios de depresión.
Foto: Pixabay
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La depresión es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo, pero su diagnóstico puede ser desafiante debido a la variedad de síntomas y su naturaleza subjetiva. De acuerdo con cifras de 2023 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 5 % de los adultos en el mundo sufren de depresión, lo que se traduce en cerca 280 millones de personas.

De ahí la relevancia de la tarea de un grupo de investigadores de la Universidad de Dartmouth, Estados Unidos, que ha desarrollado una aplicación para teléfonos inteligentes que combina la inteligencia artificial con un software de procesamiento de imágenes faciales con el objetivo de poder detectar los síntomas del inicio de la depresión.

Se trata de MoodCapture, una aplicación que, mediante la utilización de la cámara frontal del teléfono, busca captar las expresiones faciales y el entorno de una persona en su rutina diaria. Con ese registro, realiza una evaluación que permite establecer si hay indicios clínicos que se asocien a la depresión.

En el primer estudio que presentaron los investigadores el pasado 27 de febrero seleccionaron 177 personas que habían sido diagnosticadas con trastornos depresivos. Tras el análisis, la aplicación identificó los casos de depresión con un 75 % de precisión. “Ha habido un movimiento en favor de la tecnología digital de salud mental para llegar finalmente a una herramienta que pueda predecir el estado de ánimo de las personas diagnosticadas de depresión mayor de forma fiable y no intrusiva”, afirmó Andrew Campbell, profesor de ciencias computacionales y autor del artículo de la investigación.

La depresión se puede describir cómo la sensación de estar triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. Todas las personas hemos sentido esas sensaciones de forma esporádica durante cortos momentos, posiblemente. Sin embargo, el concepto de depresión clínica se entiende como un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, frustración o ira logran interferir en la vida diaria de la persona en un periodo constante de al menos dos semanas. Los episodios de depresión pueden considerarse leves, moderados o graves, de acuerdo al número e intensidad de los síntomas y la repercusión de ellos en el funcionamiento de la persona.

Según la OMS, además de los sentimientos negativos, otros ejemplos de síntomas que pueden presentarse son:

  • Dificultad para concentrarse.
  • Un sentimiento de culpa excesiva o de baja autoestima.
  • Falta de esperanza acerca del futuro.
  • Pensamientos de muerte o suicidio.
  • Alteraciones del sueño.
  • Cambios en el apetito o en el peso.
  • Sensación de cansancio acusado o de falta de energía.

La tecnología ha despertado un gran interés en las neurociencias, especialmente en el estudio de la salud mental, los diagnósticos y los diferentes enfoques para tratar los trastornos de la salud. La inteligencia artificial se ha destacado como una de las principales herramientas que han fortalecido estos sectores de la industria. Sin embargo, la implementación de estas tecnologías en el diagnóstico de la depresión conlleva riesgos, como la recopilación constante de información facial o el acceso y la divulgación de datos privados de los usuarios. Aunque la investigación está en una etapa preliminar, su aplicación en el sector de la salud tiene el potencial de revolucionar los sistemas de prevención por parte de los profesionales expertos.

Mónica Gil Ibrahim, representante del campo de procesos psicológicos básicos del Colegio Colombiano de Psicólogos, especialista en la psicología del consumidor y magíster en ciencias sociales, habló con El Espectador sobre el funcionamiento y los resultados iniciales de la investigación, la importancia de establecer cómo funcionan los diagnósticos de cuadros depresivos, la inteligencia artificial como herramienta de salud y la posible utilización de la aplicación en un futuro.

La investigación MoodCapture

Para el estudio, la aplicación realizó 125.000 imágenes de los participantes durante un periodo de 90 días y con el consentimiento de las personas para qué les tomarán las fotos a través de la cámara frontal de su teléfono. La investigación se realizó en dos grupos separados: en el primero fue utilizado para programar el reconocimiento de depresión de MoodCapture a través de capturas aleatorias, mientras los usuarios utilizaban el celular. Asimismo, registraron las expresiones faciales al mismo tiempo que los participantes respondían de forma negativa, con frases como “Me siento desesperanzado o depresivo”, el cuestionario PHQ-8, el cual es usado por clínicas para detectar y monitorear una posible depresión mayor. Con la recolección de datos, los investigadores utilizaron la información para crear el modelo predictivo de la aplicación y de esa forma, MoodCapture relacionaría los autoinformes de depresión con base en expresiones faciales específicas y características en el ambiente.

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Para probar el modelo predictivo, los investigadores trabajaron con el otro grupo y realizaron los registros, incluso mientras contestaban el mismo cuestionario. El software analizó las fotos capturadas basadas en los datos recolectados del primer grupo. Los resultados demostraron que la aplicación pudo determinar si el usuario tenía depresión o no con un 75 % de precisión.

La psicóloga Gil explicó que sigue siendo una porción muy baja de datos para poder afirmar la capacidad de precisión de la aplicación; sin embargo, enfatizó que son procedimientos experimentales “ellos están afirmando de 126 mil fotos entre todos los sujetos, volumétricamente faltan datos para realmente saber qué está pasando: es una investigación de carácter experimental”. Asimismo, señaló que el informe tiene solo resultados parciales: “Este es un proyecto longitudinal, que lo que buscan es un modelo de laboratorio de inteligencia artificial y salud mental para ver cómo se puede mejorar la predicción de signos individuales”.

Los diagnósticos de depresión

Gil aseguró que la aplicación no debería estar disponible para autoadministración, sino que debería requerir prescripción, de manera que un experto pueda llevar a cabo un monitoreo, asegurándose de que los diagnósticos médicos sean meticulosos, con los exámenes adecuados y supervisados por un profesional. “Yo creo que dejando claro que la aplicación está en una fase preliminar, debería ser usada para monitorear algunos elementos. La ruta normalmente que se lleva a cabo es apoyo y luego el tratamiento. Por prescripción podría ser otorgada para que el paciente la use, pero, en teoría, no debería tener acceso a los resultados, sino que deben llegarle directamente al profesional”.

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Otro factor fundamental, de acuerdo con Gil, es el contexto. La inteligencia artificial podrá leer el registro, pero sin el contexto, puede existir un sesgo: “La inteligencia artificial es una maravillosa lectora, por ejemplo, empieza a categorizar las verbalizaciones y si de 100 palabras 70 son negativas podría inferir que la persona no está bien, pero realmente no puedo, solo por eso, declarar una depresión. Sin el contexto yo no puedo diagnosticar: se necesita un profesional orientador y la aplicación promete ser una herramienta de apoyo para los diagnósticos”.

La inteligencia artificial es la herramienta que ha acaparado el mundo tecnológico en los últimos años, su inmersión en los diferentes campos ha provocado avances significativos en las diferentes áreas de la sociedad, cómo en economía, educación y entretenimiento. Para la psicóloga es fundamental el acompañamiento de los profesionales de la salud con los ingenieros que desarrollan la IA “los ingenieros poco saben de salud y de salud mental, pero no están incluyendo a los psicólogos. Ellos son, por función natural, los rectores y veedores del bienestar y la salud mental. De alguna manera tenemos que buscar cómo regular, informar y educar”.

Por último, Gil manifestó que las bases de la aplicación pueden llegar a ser prometedoras. De acuerdo con informe en el que presentaron los resultados de la aplicación, MoodCapture estaría lista para el uso del público dentro de cinco años. “La propuesta es para que el desarrollo sirva para el apoyo en la evaluación y el diagnóstico. Por el momento no me preocupa la aplicación per se, me parece un avance científico importante que da una esperanza para trabajar a nivel preventivo, siempre y cuando sea prescrito y vigilado por un profesional y en contexto de salud”.

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