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“En caso de que la crisis del COVID-19 se convierta en una crisis económica prolongada, muchas pérdidas de empleos en ocupaciones automatizables podrían volverse permanentes en la economía pospandémica, similar a lo que sucedió durante la recuperación de la Gran Recesión”, reveló un nuevo estudio de la Reserva Federal de Filadelfia realizado por los economistas Lei Ding y Julieth Sáenz Molina.
La propagación del COVID-19 ha acelerado la automatización en industrias que se han visto muy afectadas por el virus o que no permiten el trabajo remoto. Cuanto más dure la recesión, más profundo será el impacto de la automatización.
Las industrias que ya se enfrentaban a un alto riesgo de automatización perdieron 4,2 más puestos de trabajo por cada 100 que los puestos de trabajo en el sector que enfrenta menos amenazas tecnológicas, según el estudio, que analiza datos hasta agosto.
Los trabajos que corren mayor riesgo de ser reemplazados por máquinas incluyen empleados de recepción de hoteles, conductores de autobuses, vendedores minoristas, asistentes de estacionamiento, trabajadores de mataderos y cobradores de peajes, según el estudio.
El efecto fue más pronunciado para las minorías. Los trabajos automatizados ocupados por minorías tuvieron 5,1 más pérdidas de empleos por cada 100 que los puestos ocupados por blancos no hispanos, halló el estudio.