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Huawei anunció este lunes en Munich (Alemania) su nueva línea de teléfonos de alta gama, Mate 10 y Mate 10 Pro, que incluyen el primer procesador diseñado específicamente para funciones de inteligencia artificial de la marca. El chip fue desarrollado por la compañía misma. (Lea "Viaje a donde nacen los celulares")
Los teléfonos son similares en diseño (con 5,9 y 6 pulgadas de tamaño en pantalla) y su configuración interna también comparte varios elementos, entre ellos el procesador, que, según la compañía china, puede mejorar el desempeño del teléfono en el largo plazo.
Esta es una de las principales preocupaciones de Huawei: la mayoría de los teléfonos que corren Android tienden a tener un desempeño modesto, por decir lo menos, después de un buen tiempo. Y esto se explica en parte por la fragmentación de este sistema operativo móvil, que corre en la mayoría de teléfonos en el planeta, pero no siempre en la última versión o bajo una optimización adecuada.
El Kirin 970, nombre del procesador desarrollado por Huawei, está pensado para incorporar aprendizaje de máquinas, una técnica de inteligencia artificial que le permite al teléfono adaptarse al uso diario y optimizar recursos como el uso de batería, la velocidad como tal de procesamiento y el acceso a memoria RAM y de almacenamiento. En pocas palabras, el celular emplea mejor el hardware, de acuerdo a las necesidades de cada usuario.
El aprendizaje que el teléfono va acumulando se hace en el interior mismo del dispositivo, un camino que ya han emprendido otros fabricantes, y que tiene una explicación sencilla: al no depender de internet (velocidades de conexión y disponibilidad de la red), cada tarea de inteligencia artificial se realiza más rápidamente. El problema es que para esto se necesita un procesador pensado específicamente para estas operaciones.
En la jerga de Huawei, este tipo de tecnología se conoce como NPU (en inglés, neural processing unit) y representa quizá el mayor avance en tecnología propia de la marca, pues la pone a competir en una liga muy reservada de fabricantes de teléfonos con procesadores propios.
Y se entiende por qué lo hacen: un chip propio responde mejor al software diseñado por la misma compañía. Las correcciones y adaptaciones que Huawei le hace a la experiencia Android funcionan bajo el paraguas de EMUI, la interfaz diseñada por la empresa china que busca cosas como reducir el número de pasos para llegar a una función específica (acá la idea es que este número no sea superior a tres).
Por ejemplo, el uso de inteligencia artificial del Mate 10 permite que, al tener una notificación nueva, el teléfono puede reconocer si el usuario necesitará interactuar con una aplicación específica y sugiere abrirla. La promesa es que, con el tiempo, si el usuario nunca acepta la sugerencia, el teléfono deja de hacerla. (Lea "¿Cómo regular la inteligencia artificial?")
Huawei es, hoy por hoy, el tercer fabricante más grande de teléfonos celulares en el planeta y la principal fuerza en el mercado chino, uno de los que presenta el mayor potencial de crecimiento y gasto en el mundo. En Latinoamérica, la empresa tiene un 12% del mercado y sus teléfonos de gama media y alta (como el Mate 10, por ejemplo) son las categorías que más se están expandiendo.
La compañía hace énfasis en cuántos recursos destina a investigación y desarrollo. El año pasado, la empresa china invirtió unos US$120 billones en estos rubros y 45% de su personal está adscrito a estas áreas.
Uno de los segmentos en los que la empresa ha logrado destacarse es en las cámaras de sus dispositivos, que hoy cuentan con una alianza entre la empresa china y Leica, el icónico fabricante alemán de productos para fotografía.
Mediante el uso de cámaras duales, con un lente para color y otro para blanco y negro, la empresa china ha logrado posicionar sus dispositivos como algunos de los mejores para lograr fotografías con resultados profesionales, pero desde el empaque de un teléfono.
En el Mate 10 y Mate 10 Pro, la alianza con Leica se mantiene y al excelente diseño de elementos ópticos y tratamiento digital de las fotos se le añade reconocimiento de imagen, proporcionada por la inteligencia artificial del nuevo procesador.
Esto, en pocas palabras, significa que el teléfono reconoce qué objeto es el que está en frente y ajusta sus parámetros de toma, como el modo (retrato, paisaje, toma nocturna), la exposición, el contraste y la saturación de color, entre otros elementos. La promesa del fabricante es que el modo automático produce los mejores resultados posibles sin mayor intervención del usuario.
En características generales, el Mate 10 y Mate 10 Pro vienen de esta forma:
-Mate 10, modelo básico: pantalla de 5,9 pulgadas con sensor de huellas frontal, puerto de audio tradicional, 4GB en RAM, 64 GB de almacenamiento, posibilidad para microSD de hasta 256GB, cámaras duales traseras de 20 y 12 megapixeles, cámara frontal de 8 megapixeles, EMUI 8.0, Android 8 Oreo y batería de 4.000 mAh.
-Mate 10 Pro, modelo básico: pantalla de 6 pulgadas AMOLED sin bordes, sensor de huellas trasero, sin puerto de audio tradicional, 4GB en RAM (aunque puede tener 6GB de RAM en la versión más alta), cámaras duales traseras de 20 y 12 megapixeles, cámara frontal de 8 megapixeles, EMUI 8.0, Android 8 Oreo, resistencia al agua y al polvo y batería de 4.000 mAh.