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Después de dos años del tiroteo en la escuela de Uvalde, Texas, ocurrido el 24 de mayo de 2022 y en el que murieron 19 niños y dos maestras, las familias de las víctimas demandaron a las empresas Meta y Activision, alegando que contribuyeron a la formación de actitudes violentas relacionadas con las armas en los jóvenes.
De acuerdo con la demanda presentada el 24 de mayo, las compañías de tecnología contribuyeron a “preparar” al atacante y a otros jóvenes y encaminarlos hacia actos violentos. La acción legal está dirigida a Activision y Meta, casas matrices respectivamente del videojuego Call of Duty y la red social Instagram.
De igual forma, la demanda sostienen que las empresas son responsables de acondicionar a una generación de jóvenes “socialmente vulnerables, radicalizados para vivir en el mundo real las fantasías violentas de los videojuegos con armas de guerra de fácil acceso”.
La acción legal se presentó el pasado viernes en el Tribunal Superior de Los Ángeles en nombre de alrededor de 45 familiares. Junto a los dos gigantes tecnológicos, también se demandó a la empresa Daniel Defense, una compañía fabricante de armas estadounidense, y creadora del rifle tipo AR que utilizó Ramos en el tiroteo. “Hay una línea directa entre la conducta de estas empresas y el tiroteo de Uvalde”, dijo Josh Koskoff, abogado de las familias. “Este monstruo de tres cabezas le expuso a sabiendas el arma, lo condicionó para que la viera como una herramienta para resolver sus problemas y lo entrenó para usarla”.
De acuerdo con la demanda, Ramos jugaba Call of Duty de forma “obsesiva, desarrollando su habilidad como tirador y obtuvo recompensas que solo están disponibles tras una considerable inversión de tiempo”. Agregaron, que el juego incluye el AR-15, el modelo de rifle utilizado en el tiroteo. Al mismo tiempo, el grupo legal expresó que “el tirador estaba recibiendo marketing explícito y agresivo en Instagram que mostraba cientos de imágenes que representaban la emoción del combate.”
¿Qué pasó en la escuela de Uvalde, Texas?
El 24 de mayo de 2022 ocurrió uno de los eventos más devastadores en los últimos años en Estados Unidos. Salvador Ramos, de 18 años, le disparó a su abuela y abandonó el lugar para dirigirse a la escuela primaria Robb de Uvalde, Texas. Utilizó el carro de sus abuelos y lo estrelló a pocas cuadras de la institución escolar.
Con chaleco antibalas, una pistola y el rifle AR-15, abrió fuego contra las instalaciones educativas e impactó a 19 niños entre los 7 y 10 años y a dos profesoras. Los registros policiales indicaron que 21 personas fallecieron en el transcurso de los sucesos.
Ramos, quien pocos días antes había cumplido 18 años, compró dos rifles AR-15 y más de 300 municiones, haciendo pública su compra a través de las redes sociales.
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El día de los hechos, Ramos manifestó sus planes subiendo una publicación del arma con la descripción “le voy a disparar a mi abuela”. Minutos después publicó la confirmación del homicidio y en un tercer mensaje, minutos antes de la tragedia, anunció sus intenciones de atacar la escuela primaria. El atacante murió en el enfrentamiento de la policía.
La prensa estadounidense desveló detalles sobre la vida y la personalidad del atacante, descrito por algunos compañeros como un joven retraído que sufría acoso escolar, según informó BBC News.
Un antiguo compañero de clase de Ramos en octavo grado reveló al Washington Post que era un adolescente reservado que padecía acoso continuo debido a su tartamudez y otras razones.
¿Qué dijo Activision?
La compañía de videojuegos emitió un comunicado en el que calificó el suceso de la escuela primaría de “horrendo y desgarrador en todos los sentidos”. Asimismo, compartió un mensaje de apoyo a las familias de las víctimas “expresamos nuestras más profundas condolencias a las familias y comunidades que siguen afectadas por este acto de violencia sin sentido”.
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Sin embargo, aseguraron que “millones de personas de todo el mundo disfrutan de los videojuegos sin recurrir a actos horribles”.
En el comunicado, la empresa concluyó que las acusaciones no tienen fundamentos y no están enfocadas en los verdaderos problemas sociales.“Nos entristecen y nos indignan los actos de violencia sin sentido. Al mismo tiempo, desaconsejamos las acusaciones infundadas que relacionan estas tragedias con el videojuego, que desvían los esfuerzos para centrarse en los problemas de fondo en cuestión y evitar futuras tragedias”.
¿Existe una relación de conducta entre los videojuegos y la violencia de armas?
Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford realizó un análisis de estudio en busca de la relación entre videojuegos y violencia armada. Los resultados fueron publicados el 2 de mayo de 2023 en el portal de noticias Fortune, con varias conclusiones interesantes.
En la explicación de la metodología, los investigadores aseguraron que se centraron en la intersección del entretenimiento tecnológico y la salud mental “pasamos varios meses revisando 82 artículos de investigación médica que abarcan toda la literatura y conocimiento reputados en el campo, buscando estudios con algún tipo de vínculo causal entre jugar videojuegos y el comportamiento violento”.
- No hay evidencia de un vínculo causal entre los videojuegos y la violencia con armas en la vida real. A pesar de las afirmaciones de algunos políticos e influenciadores estadounidenses, los análisis de la universidad demostraron que no existe ninguna investigación médica que respalde la relación.
- Los videojuegos pueden abordar cuestiones de la salud mental. Los investigadores de Stanford expresaron que juegos como Hellblade han demostrado que los videojuegos pueden representar con precisión las enfermedades mentales y ayudar a las personas a comprenderlas mejor. De igual forma, indicaron que ayuda a los usuarios a desarrollar habilidades cognitivas, reducir el estrés e incluso pueden ser utilizados como tratamientos complementarios para algunos trastornos.
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- El uso excesivo de videojuegos puede llevar a una adicción que afecta negativamente la vida de los jugadores. Este tipo de adicción se caracteriza por la dedicación de una cantidad desproporcionada de tiempo y atención a los videojuegos, en detrimento de otras áreas importantes de la vida, como las relaciones sociales, el trabajo o los estudios.
Los investigadores de Stanford aseguran que la adicción a los videojuegos es un “problema grave”, especialmente en los jóvenes. La Organización Mundial de la Salud reconoció la gravedad de este problema y clasificó la adicción a los videojuegos como una enfermedad.
Asimismo, señalaron que el medio más eficaz para combatir la violencia armada es el control de armas. Sin embargo, el mercado armamentista en Estados Unidos genera millones de dólares. Según Statista, el país norteamericano representó el 39% de las ventas internacionales de armas a nivel mundial entre 2017 y 2021.
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